Por Silvio Santamarina
Willy Kohan ya es un clásico del análisis y la opinión económica en el periodismo argentino. Su mirada experimentada y fresca a la vez nos permite ver con claridad esos temas que en general parecen indescifrables para los no expertos. Su voz –que nos acompaña cada tarde en el regreso a casa, desde los estudios de Radio Rivadavia– combina la amabilidad con el concepto justo, agudo y con un filo irónico, propio del que observa la foto pensando en cómo termina la película. Por todas estas virtudes, su firma nos pareció ideal, casi obligatoria, para la tapa de esta edición de Newsweek Argentina, la primera tras el shock de las PASO.
Estamos encantados de que Willy haya aceptado la invitación, que en realidad se trata de un desafío: explicar cómo hará la política, presente y futura, para desactivar la bomba financiera y social que en buena medida se encargó de fabricar.
Advierte Willy Kohan: “El mundo económico se entusiasma con los postulados de Bullrich y Milei; pero se pregunta qué chances reales tiene cada uno de llevarlas a cabo. Para sumar interrogantes y agravar el cuadro, vale decir que no parece hoy disponible la opción gradualista de colocar deuda en los mercados voluntarios para amortiguar el ajuste del monumental déficit fiscal. Sencillamente porque nadie le va a prestar un dólar a la Argentina en las dramáticas circunstancias en que asumirá el próximo Gobierno, gane quien gane».
El panorama se vislumbra sombrío, y el periodista económico no lo oculta ni lo maquilla con brillos tranquilizadores. Sabe y recuerda, como muchos compatriotas, que las experiencias pasadas de intentos de estabilización han costado sangre, sudor y lágrimas a la mayoría del país, incluso si esos planes ordenadores resultaron exitosos en el mediano plazo. Pero a pesar de lo doloroso de un proceso de reacomodamiento de las variables macroeconómicas fundamentales, a esta altura ya se muestra como inevitable un borrón y cuenta nueva.
Parece que los principales candidatos de la elección presidencial en curso coinciden al menos en ese gran diagnóstico-marco, y a juzgar por los resultados que arrojaron las primarias, esa coincidencia es compartida por buena parte de la ciudadanía en general. Y aquí encuentra Willy Kohan una chispa de esperanza.
“El hecho de que la mayoría de la gente votó por candidatos que prometieron reducir el Estado, bajar los impuestos y apostar a la libertad económica evidentemente ayuda y da esperanza. Por eso, a pesar de que el peso se seguirá devaluando, los activos en dólares de mediano plazo comenzaron a recuperar (acciones, bonos, inmuebles, campos, empresas)”, señala el analista económico, con su vocación didáctica que nunca renuncia a compartir sus observaciones de mercado con las audiencias masivas.
Pero nada está asegurado, a pesar de la visión optimista, si antes no se clarifica el escenario político sobre el cual tendremos que reconstruir –todos los argentinos- un futuro viable y próspero como el que merecemos. O al menos creemos merecer.
“Es cierto que los candidatos más votados en la PASO fueron aquellos que se presentaron más afines a la libertad económica y el achicamiento del Estado; pero también es verdad que cualquiera que gane y pretenda recorrer el camino de la racionalidad económica posiblemente deba enfrentar la resistencia de lo que representa Cristina, Axel y los Tirapiedras, atrincherados con logística y financiamiento en la gobernación de La Plata. Un desafío que le cabe tanto a Milei, como a Bullrich y definitivamente al propio Massa; que promete y por momentos simula ser el más pro mercado del oficialismo, pero en la práctica nunca pudo salir del cepo ideológico y político que le impuso el Instituto Patria”, escribe el periodista en la nota de tapa de esta edición. El que avisa no es traidor.