Por David Partain (*)
Dejar un puesto puede ser un paso profesional inteligente. Sin embargo, el momento adecuado no siempre está claro, especialmente cuando la IA reescribe lo que los trabajos requieren que las personas hagan y los trabajadores no se sienten tan leales a los empleadores como antes.
Recuerde, puede dejar un puesto sin dejar su empresa, así que comience por hacer un balance de su carrera y sea realista acerca de si su equilibrio entre el trabajo y la vida personal se ha inclinado demasiado hacia su trabajo.
Pero sólo porque el trabajo sea duro no significa que la gente deba simplemente renunciar. Nunca huyas de algo. Corre hacia algo mejor. Para los empleados, gerentes e incluso líderes que luchan en sus trabajos, estas son las señales que deben buscar cuando sea el momento de seguir adelante y cómo gestionar la transición con elegancia.
NO IGNORES ESA SENSACIÓN DE PAVOR
Una gran señal de que podría haber algo mejor hacia lo que aspirar es cuando ha logrado sus objetivos en un puesto o no ve perspectivas de crecimiento. Al principio de mi carrera, había agotado esas posibilidades después de trabajar como director de marketing durante ocho años (la permanencia promedio de un CMO entre los 100 principales anunciantes en los EEUU es de 39 meses). En otra ocasión, había creado todo el grupo de marketing digital, pero la persona que estaba por encima de mí era el CMO, lo que no me dejaba adónde ir. En ambos casos quedarme no me habría dado muchas oportunidades de avanzar.
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A continuación, ¿temes volver al trabajo después del fin de semana? Si es así, es una buena señal de que al menos deberías empezar a buscar otro trabajo, porque ese tipo de estrés puede provocar agotamiento, descrito como «una manifestación de estrés crónico absoluto». No cumplir con los plazos, así como experimentar fatiga, insomnio y cambios en el apetito son signos de que el estrés está cobrando un precio insostenible.
Observe cuán sesgado se ha vuelto su equilibrio entre el trabajo y la vida personal y si ve o responde correos electrónicos u otros mensajes de trabajo mucho después de haber terminado el día. No comer bien o ser una tortuga (absorberlo todo y aislarme) también son señales de advertencia para mí.
Por lo tanto, tome en serio cómo se están acumulando estos mecanismos de afrontamiento, haga una lista de verificación y compárelos con lo que busca en un trabajo. A veces, ver las cosas en blanco y negro puede sacarnos de la negación.
LOS VALORES, EL EQUILIBRIO Y LAS RELACIONES
En los años ‘90, pasaba tiempo en tiendas de comercio diario donde la gente se sentaba frente a computadoras en cuartos oscuros. Fueron absorbidos por el ambiente como si estuvieran en un casino de Las Vegas. Aunque a algunas de esas personas probablemente les fue muy bien, sabía que tenía que haber una mejor manera de invertir.
No soy el único cuya experiencia les hizo preguntarse si su trabajo se ajusta a lo que necesitan, quieren y creen. En muchas empresas del sector bancario, los empleados deben tomarse cinco días sin iniciar sesión ni realizar ningún trabajo.
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En uno de mis puestos anteriores, un colega que se tomó cinco días libres realizó actividades con su hija que normalmente no tendría la oportunidad de realizar. No renunció inmediatamente, pero el descanso le dio la oportunidad de darse cuenta de que quería un puesto que no le consumiera tanto.
Piense en el hecho de que las relaciones laborales pueden ser profundamente significativas. Las personas suelen pasar al menos 40 horas a la semana con sus compañeros de trabajo. He tenido equipos en los que, si los miembros se fueran, sería más fácil para mí irme también. Tengo un colega con el que he pasado ocho horas al día durante los últimos ocho años. Si no tiene personas con las que esté realmente conectado en el trabajo, dejar un puesto o una empresa podría tener más sentido.
También he visto gerentes que tenían una gran carga de trabajo y parecían no dormir. Se requirieron reuniones de fin de semana. No pude evitar recordar lo que dijeron Dale Carnegie, John Maxwell y otros líderes: la gente no deja las empresas, deja a los gerentes. Una simple pregunta puede romper el hechizo de permanecer leal a expensas del propio bienestar. Si tiene un gerente con expectativas poco razonables y sin equilibrio entre el trabajo y la vida personal, pregúntese: «Si me ascendieran a ese puesto, ¿querría tener esa vida?».
CÓMO SALIR CON GRACIA
Está bien confiar en su intuición al evaluar si quedarse o irse. También está bien, cuando esté molesto, confiar en alguien en quien confíe y tomarse un tiempo para pensar; nunca presente una renuncia cuando las emociones aún estén acaloradas. Si decide irse, no salga simplemente por la puerta.
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Una estrategia de salida adecuada puede reflejarse mejor en usted y potencialmente brindarle oportunidades en el futuro.
El boomerang (volver a una empresa anterior) es algo real. Así que no quemes puentes organizando tu propia huelga al estilo Jerry Maguire. Cometí ese error y nunca me volvieron a contratar. Pero también he visto la otra cara de la moneda cuando me dan la bienvenida nuevamente a una empresa después de salir con dignidad y desarrollar mi carrera mientras tanto. Finalmente, pida a dos o tres personas referencias simples de tres a cuatro oraciones. Resista la tentación de ventilar los trapos sucios y escribir una renuncia educada.
CONCÉNTRESE EN SU PANORAMA GENERAL
Permanecer en un trabajo no siempre ayudará a su carrera. También se está volviendo mucho más común que las personas cambien de trabajo, por lo que hay mucho menos estigma en torno a dejar un negocio. Puede que sea más fácil decirlo que hacerlo, pero para realizar una transición positiva desde un puesto o una empresa, asegúrese de estar preparado financieramente. No querrás ser financieramente inestable porque los futuros entrevistadores podrán verlo y podrías perder poder de negociación en el lado de la compensación.
Todo esto se suma a contar con una estrategia de salida adecuada. Sólo recuerde que las decisiones inmediatas que tome pueden tener ramificaciones a largo plazo, así que tenga siempre en mente el panorama general de sus objetivos profesionales y valores laborales.
(*) CMO de FlexShares Exchange Traded Funds
