Uno de los tantos equívocos de la Argentina es el que dice que el peronismo es una expresión popular. Hay una histórico y recurrente error que considera que los populismos son expresiones populares. El penoso y decadente acto de CFK en Plaza de Mayo es la demostración cabal de esa malinterpretación.
La concurrencia al acto estaba formada por empleados públicos y, mayormente, por gente que cobra planes y que es extorsionada y arriada por dirigentes inescrupulosos que los usan. El palco se asemejaba a esos palcos de fin de régimen de la época del comunismo. La estética era similar. Un montón de millonarios escuchando y rindiendo pleitesía a una líder que delira mientras todo se derrumba.
Ellos siguen con sus ritos idiotas mientras la gente no tiene nada para comer. Le hablan a un grupo de acólitos que solo quieren que no les saquen las míseras pagas que reciben en forma de planes, mientras ellos buscan conservar el poder para seguir enriqueciéndose.
Los medios amplifican el acto y la figura de CFK y lo único que logran es que veamos en la calamidad que se convirtió Argentina gracias a esa gente que está en el gobierno.
Este es un gran momento para recordar el día que CFK anunció que Fernández sería el Presidente y ella la Vice, y cómo muchos formadores de opinión salieron a decir que era una gran jugada y que se venía un kirchnerismo moderado. Ese palco es la muestra de la idiotez y la irresponsabilidad de muchos opinadores de la Argentina.
Cristina Kirchner en Plaza de Mayo (Foto: NA – Damián Dopacio)
El poder está destrozado y falta mucho tiempo para diciembre. El gobierno no está en condiciones de hacer nada para mejorar mínimamente la situación de los argentinos. La muestra más cabal de la impotencia es la del secretario de comercio, Matías Tombolini, que anda por los supermercados controlando precios. Tombolini es bastante tonto y eso lo sabe todo el mundo. El problema es que esta persona depende de Massa, ministro de Economía, y esa actitud demuestra que están en la lona porque la inflación seguirá subiendo pese a la ilusión patética de esos funcionarios recorriendo supermercados.
Si esa es la política económica, los argentinos deben saber que la situación empeorará cada día porque estos personajes no tienen ni la más pálida idea de cómo salir de este embrollo.
El patetismo de Massa es notable. Llegó al ministerio arropado por el círculo rojo y con la esperanza de parar un poco la inflación para poder luego ser candidato a Presidente. Ahora envía a funcionarios a los supermercados y su suerte depende de la voluntad de la desequilibrada de CFK y de sus laderos. Para colmo, se tiene que parar en ese palco a dar vergüenza.
En unos días irá a mendigar al FMI luego de que todos los países serios del mundo vieran la foto del palco. Hablando del FMI, es menester que la oposición advierta al organismo que no adelante dinero a este gobierno que corresponda al próximo año. Ese es el juego histórico del peronismo. Piden plata para llegar a las elecciones repartiendo un poco de dinero y llenando el Estado de nuevos empleados.
Esa mecánica genera, históricamente, un desastre en los gobiernos que tienen que gestionar la catástrofe que dejan los peronistas. Hay que denunciar esos mecanismos y romper esa dinámica para siempre.
En medio de toda esta catástrofe nos enteramos de una noticia escandalosa: el fiscal Marijuan pidió el sobreseimiento de CFK en la causa conocida como “la ruta del dinero K”. El fiscal dice que no quedan dudas de la estrecha relación entre CFK y Lázaro Báez (que está condenado por este tema), pero pide el sobreseimiento de CFK. Marijuan probó que hubo 372 llamados entre ambos. Además, hay muchos testimonios de quienes participaron de las maniobras de lavado de dinero.
Lázaro Báez era el testaferro de los Kirchner. Si Báez era testaferro y lavaba dinero, debería estar claro que lavaba dinero que no era suyo, sino de los Kirchner. A Báez le adjudicaban obras públicas de manera brutal en los gobiernos de Néstor y de Cristina Kirchner, y hasta hay videos de los hijos de Báez contando dinero. Todo lo que se investigó y lo que se vio por televisión es completamente escandaloso.
El fiscal Marijuan cambió abruptamente de opinión con el pedido de sobreseimiento. Todo es muy sospechoso y se inscribe en una lógica de impunidad para CFK. Está condenado el testaferro y el fiscal pide el sobreseimiento de CFK. No parece que el fiscal haya actuado por motivaciones jurídicas y tiene todo el aspecto de una acción que responde a intereses políticos y a la estrategia de CFK de sacarse causas de encima.
Dato de color: Marijuan es amigo de Massa, que quiere ser candidato a presidente y necesita el apoyo de CFK.
Algo está muy podrido en Argentina.
