Por Lalo Zanoni
O venden la empresa o se van de los Estados Unidos. El mensaje fue muy claro. La compañía china ByteDance, propietaria de TikTok, tiene nueve meses para decidir qué hacer.
La Cámara de Representantes del país del norte sancionó una ley de seguridad nacional que incluye, entre otros artículos, la prohibición de la aplicación de videos cortos más usada del mundo. Salvo que pase a manos norteamericanas. De lo contrario, tanto las tiendas de apps de Apple y Google (Android) deberán eliminar la app de sus góndolas. La batalla por el algoritmo.
Aunque los legisladores que sancionaron la norma aluden a motivos como la manipulación mediante fake news y el comportamiento adictivo que genera la app entre sus usuarios (sobre todo entre adolescentes), la verdadera razón es otra. TikTok es China. Y EEUU tiene la certeza de que el gobierno del país asiático domina completamente a sus empresas y obtiene todos los datos en tiempo real que generan los más de 170 millones de usuarios norteamericanos que usan la app en su celular.
Por qué TikTok es tierra fértil para las teorías conspirativas
De poco sirvió el Proyecto Texas que impulsó TikTok junto a Oracle para que los datos de los usuarios norteamericanos queden resguardados en servidores texanos.
Además China desde hace años también pone trabas o directamente bloquea el funcionamiento de redes sociales norteamericanas en su territorio. Por ejemplo Google, Twitter, Facebook y WhatsApp.
ByteDance niega cualquier acusación del tipo espionaje y promete dar pelea en la justicia amparándose en la libertad de expresión.
La batalla que se aproxima no está exenta de paradojas y contradicciones. En los Estados Unidos nadie quiere ser el dirigente responsable y señalado por quitarle la app favorita a millones de jóvenes, y menos en un año electoral como este. Lo sabe el candidato republicano Donald Trump, que hace unos años era mucho más confrontativo con la aplicación y ahora se muestra más cauto. El resto de la clase política norteamericana usa TikTok para difundir sus mensajes diarios y para las campañas electorales. Incluso el presidente Joe Biden, uno de los que más empuja por la extradición.
Mientras tanto, miles de usuarios en EEUU protestaron contra la medida restrictiva publicando post en sus redes con el hashtag #KeepTikTok. Sostienen, como varios analistas de la industria, que la medida favorece directamente a Instagram, o sea, a su dueño Mark Zuckerberg. En los últimos años, el fundador de Facebook no hizo otra cosa que copiar a Tik Tok desde Instagram.
La app nació como una red social de fotos pero desde que en 2012 fue comprada por Zuckerberg, mutó sin pausa hacia los videos y las transmisiones en vivo. Instagram fue sumando videos cortos, primero con el formato de “Historias” (para desplazar a Snapchat) y después con los Reels, que ya representan el 50% del tiempo de los usuarios de esa app. YouTube (de Google) también quiere sumarse a la competencia con sus videos cortos llamados “shorts”.
Pero Tik Tok quiere dar pelea. Su presidente, Shou Zi Chew, se muestra activo. Declaró dos veces ante distintos comités del Congreso norteamericano y, en un comunicado a fines de abril, declaró que: “al mismo tiempo que luchamos contra esta prohibición inconstitucional, seguiremos invirtiendo e innovando para garantizar que TikTok sigue siendo un espacio donde los estadounidenses de todo tipo pueden venir a compartir sus experiencias, disfrutar y encontrar inspiración”.