Por Lalo Zanoni
Se habla mucho de la necesidad de que los gobiernos, junto a las empresas y las instituciones, regulen la inteligencia artificial para que todos los ciudadanos podamos gozar de una IA “segura y responsable”. Pero, ¿qué significa esto en la práctica?
Sabemos que estamos frente a una tecnología tan novedosa como disruptiva y desconocida, muy diferente a las herramientas, productos y servicios tecnológicos que usamos hasta hoy. ¿Por qué la IA es diferente? Por varios motivos.
La IA se pone a trabajar en Argentina: beneficios y riesgos de su implementación masiva
Veamos estos siete:
1- Autonomía: Los productos, aplicaciones y servicios que usan tecnología de IA están siendo cada vez más autónomos ya que, si son diseñados para eso, estos sistemas pueden tomar decisiones en tiempo real sin intervención humana y en cualquier etapa del proceso. Esto abre un debate sobre la ética y la responsabilidad de esas decisiones.
2- Capacidades cognitivas generales: Un modelo de lenguaje largo (LLM) como ChatGPT es un sistema de propósito general, es decir que no solo realiza tareas específicas, sino que además son capaces de mostrar comportamientos similares a las capacidades cognitivas de un humano (aprender algo y aplicarlo a nuevas tareas nunca antes realizadas). Por ejemplo, ChatGPT puede entender sobre un tema y después aplicar ese conocimiento para responder preguntas o realizar tareas en un área diferente, aunque no haya sido entrenado específicamente para esa tarea puntual.
3- Aprendizaje adaptable: Los sistemas de IA mejoran su rendimiento con el tiempo y se adaptan aprendiendo de los datos. A diferencia de los programas de software simples, que siguen reglas predefinidas y requieren programación explícita, la IA es multipropósito, porque puede realizar tareas distintas a las pensadas originalmente por sus desarrolladores.
El software es el artista: el dilema de la inteligencia artificial y su capacidad de crear arte
4- Velocidad y escala: La velocidad a la que las innovaciones de IA son implementadas en múltiples sectores refleja cómo están transformando la forma en que trabajamos, aprendemos y nos conectamos con el mundo. ChatGPT llegó a 100 millones de usuarios en apenas dos meses (el récord lo ostentaba TikTok, con 9 meses). Y la IA tiene una capacidad incomparable para analizar grandes cantidades de datos de manera eficiente y escalable. Asimismo, permite tomar decisiones en tiempo real a una escala que supera ampliamente las capacidades humanas.
5- Opacidad: Los modelos de IA avanzados se entrenan con volúmenes de datos tan grandes y complejos que resulta imposible que los humanos los procesen eficientemente. Por eso, las decisiones que toman los sistemas de IA no siempre son trazables. Esto provoca una comprensión limitada de sus efectos y resultados, y dificulta el control.
“Tengo un amigo negro”: la inteligencia artificial generativa, el “sesgo” y la agenda «woke»
6- Realismo: La IA generativa ya puede imitar el comportamiento humano con resultados tan realistas que en pocos meses será imposible para un usuario distinguir si ese contenido con el que interactúa fue creado por una IA o por un humano. Esto genera múltiples desafíos, sobre todo en la industria de la comunicación, las noticias y el ecosistema de los medios de información. ¿Cómo evitar el engaño masivo?
7- Ubiquidad: La IA, y en particular la IA generativa, se ha convertido en parte importante en diversos aspectos de nuestra vida diaria. Desde asistentes virtuales que gestionan nuestras tareas cotidianas hasta herramientas que generan contenido creativo, la IA está presente en ámbitos como la comunicación, la creación de imágenes y textos, el entretenimiento, y la toma de decisiones empresariales.