El kirchnerismo es el responsable de la muerte de la policía Maribel Salazar. Hay un autor material llamado Oscar Gustavo Valdez, pero la autoría intelectual corresponde al accionar idiota y perverso de una fuerza política, que muestra un notorio desapego por el destino de todas las personas que no pertenecen a la secta gobernante. Si la oficial muerta hubiera tenido una pistola Táser, estaría en su casa y con su familia en este momento. No tenía esa arma no letal porque el gobierno nacional, por medio de la ANMAC, no autorizó a tiempo el ingreso de esas armas al país para el equipamiento de la policía de la Ciudad. Hace años que el kirchnerismo, acompañado del progresismo idiota argentino (comparsa triste y deplorable del peronismo desde tiempos inmemoriales), se opone al uso de estas armas por cargar de ideología algo que pertenece al sentido común. ¡Cómo olvidar cuando Hebe de Bonafini dijo que había que probar esas armas en la hija de Macri! Los discursos ideológicos que traen muertos, atraso u corrupción serán el único legado que dejará esta gentuza.
Si la oficial Salazar hubiese podido defenderse y si, en cambio, hubiese muerto el delincuente, tendríamos hoy interminables manifestaciones de todas las ramas de la secta kirchnerista hablando de derechos humanos. La gente del espectáculo, los medios comprados con dinero de la corrupción, las universidades cooptadas por los K y los organismos de derechos humanos, entre otros, que solo defienden los derechos humanos de aquellos que pertenecen a su proyecto político. Esta gente, con su interminable hipocresía, estaría diciendo que en la ciudad de Buenos Aires se violan los derechos humanos (improvisando caras falsamente compungidas). Recordemos el caso del policía Luis Alberto Chocobar, que fue condenado mediática y políticamente por el kirchnerismo antes de poder defenderse en un juicio. Esta vez, murió una policía, y el silencio de todos ellos es atronador. Era madre de familia y trabajaba para mantener a su familia. Nunca deja de asombrarme cuánta gente se volvió inmoral desde que existe el kichnerismo.
Argentina vive una crisis brutal de inseguridad y los ciudadanos están indefensos por acción de una fuerza política que odia a la fuerzas de seguridad. Los militantes K creen que son progresistas por despreciar a los que deben cuidar a los ciudadanos. Por eso no los apoyan, les pagan muy mal, y tienen un equipamiento que da vergüenza. Esa actitud les deja el campo libre a los delincuentes y crea un espíritu de impunidad. El ciudadano vive como rehén de una fuerza política, que se dedica al postureo ideológico en un tema en el que está en juego, nada más y nada menos, que la vida de las personas. Un síntoma recurrente de la decadencia social es que mientras los delincuentes se sienten impunes, los ciudadanos se sienten amenazados. Kirchnerismo en estado puro.
La convalidación de la violencia y la extorsión es la característica fundante de esta gente, ya que en este estado de crisis de autoridad es donde los delincuentes se sienten libres de hacer lo que les dé las ganas. Ejemplo de eso es la impresionante cantidad de tierras que el gobierno les está cediendo a grupos que se autoperciben mapuches en lugares de la Patagonia y Mendoza. El próximo gobierno debería revocar esas cesiones de manera urgente. Grupos de agitadores instalan el terror en un lugar y proclaman disparatadas consignas indígenas con el fin de quedarse con tierras. Esta semana, Joaquín Morales Solá informó en La Nación que en esas cuestiones hay, entre otros, grupos afines al kirchnerismo. Gente como Juan Grabois y el ex jefe Montonero, Roberto Perdía, aparecen en esos lugares de la Patagonia donde la inseguridad genera un caldo de cultivo para la aparición de todo tipo de delirantes. Por supuesto, siempre detrás de esos delirantes habrá un amigo del poder dispuesto a hacer negocios. El montonerismo reciclado pasó de asesinar gente a robar tierras.
Es larguísima la lista de cosas que hay deberá revertir el próximo gobierno. Son temas que hay que meter en agenda porque los satélites de CFK ven que el poder se puede perder y avanzarán muy fuerte en los negocios turbios y en la depredación de fondos públicos.
La inseguridad y la pobreza destrozan familias. Unicef informó que en la Argentina dos de cada tres chicos y adolescentes son pobres. Los K proclaman idioteces y hacen negocios turbios mientras arruinaron el futuro de millones de personas. Es menester que el kichnerismo termine humillado.