Por Natalia De Vita (*)
El trabajo se acumula, las discusiones en la oficina aumentan y el WhatsApp está lleno de mensajes sin leer. Un colectivero discute con un taxista, la lista del súper se alarga y la tarea de los chicos espera. Todo el día corriendo de un lado para el otro y, mañana, lo mismo.
El ritmo de vida actual es cada vez más frenético y avasallante, lo que ha incrementado el número de personas que experimentan el Síndrome del Burnout. Este estado de agotamiento mental, emocional y físico resulta del estrés crónico, las exigencias agobiantes y la insatisfacción laboral. En Argentina, estos síntomas se intensifican en un contexto de crisis social, política y económica.
El “Síndrome del Trabajador Quemado” afecta a personas de todas las edades y niveles socioeconómicos.
Para reconocerlo, debemos estar atentos a:
–Agotamiento emocional: Sentimientos de sobrecarga y desconexión emocional del trabajo.
–Despersonalización: Actitud negativa y distante hacia compañeros y tareas.
–Reducción de la realización personal: Sentimientos de ineficacia y falta de logro en el trabajo.
Los factores que contribuyen al burnout incluyen la sobrecarga de tareas, la falta de influencia en decisiones laborales, la falta de reconocimiento y expectativas laborales poco claras. Además, entornos laborales tóxicos pueden acelerar este proceso.
El burnout afecta la salud mental y física, aumentando la susceptibilidad a enfermedades, problemas cardiovasculares, trastornos del sueño y dolores crónicos. Psicológicamente, se manifiesta en depresión, ansiedad e irritabilidad. Laboralmente, disminuye la productividad, aumenta el ausentismo y la rotación de personal.
Para prevenir el burnout, es crucial promover hábitos saludables, aprender a decir no y delegar tareas, y fomentar una red de apoyo entre colegas, amigos y familiares. Buscar apoyo profesional y organizar tareas también son medidas importantes. Crear un entorno laboral positivo y fomentar el reconocimiento y el respeto mutuo es esencial para el bienestar y la motivación.
EL PAPEL DE LAS EMPRESAS
Las empresas juegan un papel crucial en la prevención del burnout. Deben crear canales de comunicación efectivos, implementar programas de bienestar y establecer sistemas de reconocimiento y recompensa. Proporcionar oportunidades de capacitación y desarrollo profesional también es fundamental.
El Síndrome de Burnout es una realidad creciente en el mundo laboral contemporáneo. Reconocer síntomas y causas es el primer paso para abordarlo. En tiempos de crisis e incertidumbre, centrarse en la salud mental y emocional es esencial para prevenir el burnout y construir un futuro laboral más resiliente y próspero para todos.
(*) Psicóloga, mentora, speaker y coach de carrera profesional consciente