Por Darío Lopérfido
La aprobación de la Ley Ómnibus es en cierto modo una muy buena noticia para el Gobierno, pero también marca las limitantes que tiene la política argentina para poder llevar adelante un intenso programa de reformas.
El valor simbólico de que se haya votado la ley es muy bueno, pero también es increíble que haya diputados que sigan apegados a fórmulas antiguas y sigan sin entender que hay cosas que hay que sacar porque el Estado argentino es un Estado ilógico, un Estado que muchas veces se utilizó para la corrupción, para los aparatos políticos. Eso pasó en las empresas públicas, por ejemplo. Pero no soy pesimista, creo que se ha dado un buen paso adelante.
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Sobre este punto, quisiera hacer una reflexión, porque estoy bastante anonadado con algo en particular: la falta de presentabilidad que tienen muchos diputados de la Argentina. Y lo marco porque básicamente muchas veces la forma es el contenido, y porque en estos días hemos visto de todo.
Por caso, pudimos ver a los diputados del bloque justicialista, de Unión por la Patria, con carteles de «Loan», el niño que desapareció en Corrientes y que está siendo intensamente buscado. Es espantoso lo que pasó con ese chico, pero ¿hay necesidad de buscar rédito político con un chico sobre el que se está intentando saber qué pasó?
Que los políticos, los diputados, los representantes del pueblo estén queriendo «caranchear» ante una desgracia para echarle la culpa al Gobierno es una manipulación de bajísima calidad, y eso lo hicieron un montón de diputados de la Argentina.
Estaba viendo un video de la sesión en la que en un momento el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, les pide a los diputados del bloque justicialista y de Unión por la Patria que por favor no escuchen música en el teléfono. Estamos hablando de algo increíblemente elemental: si no tenés ganas de escuchar la ley porque no te interesa nada y porque entrás en ese Congreso de casualidad, mínimo ponete auriculares.
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Pero que el presidente de la Cámara tenga que interrumpir y decir, «por favor, están escuchando música y se escucha». Estaban en la Cámara de Diputados escuchando música. ¡Una imagen espantosa!
Una imagen espantosa de la política, de la institucionalidad, y una imagen espantosa ante el mundo, porque hoy el mundo está sumamente conectado. Cada vez que hacen una cosa así, cualquier persona en cualquier parte los ve.
Mientras hay un sector que viene trabajando por esta ley, estudiando, colaborando en las comisiones, haciendo un montón de cosas para tratar de sacar un proyecto adelante, otro grupo va a hacer caranchismo político con los carteles de Loan, o directamente a escuchar música. Realmente no me entra en la cabeza una actitud así.
Y esto para no hablar de los diputados de izquierda que juraron esta semana: la diputada Mónica Schlotthauer y la diputada Vanina Biasi. Hoy se jura por cualquier cosa en la Argentina. Yo recuerdo que cuando estuve en el Gobierno y tuve que jurar había tres maneras de hacerlo: por Dios; por Dios y por la Patria; y por la Constitución. Y uno elegía entre tres fórmulas.
la dirigente de izquierda Vanina Biasi juró como diputada nacional (Foto: NA)
Es necesario corregir eso, porque es espantoso ante el mundo ver que estas diputadas juraron por Palestina. Ya sabemos que la izquierda en Argentina es antisemita, pero no hay necesidad de mostrar de manera tan elocuente que juran por los 30.000 desaparecidos y juran por Palestina. Directamente juran por Hamás. Pero siempre hacen cosas que tienen que ver con una ideología rancia, que ni siquiera respeta las fórmulas institucionales que tiene que tener una Cámara de Diputados.
Para terminar entonces, una buena y una mala. La buena es que salió la ley. La mala es que deberían los diputados buenos -que los hay- empezar a corregir este tipo de cosas que menciono. Tendrían que tener un mayor sentido de la responsabilidad y explicarles a sus compañeros que ir con carteles a caranchear y hacer política con un niño desaparecido es horrible.
Además, escuchar música parece de chicos de 14 años, como cuando escuchaban música a escondidas en el colegio. Señores, son diputados de la Nación. Y el antisemitismo y jurar por cualquier cosa, como hicieron las diputadas de izquierda, es verdaderamente una vergüenza. Por más que sean antisemitas, traten de ser sobrias. Están en una Cámara de Diputados, no están en un acto del PO.
(Columna emitida originalmente en el programa «Cristina sin vueltas», conducido por Cristina Pérez en Radio Rivadavia)
