Por Alexis Chaves (*)
Las nuevas políticas establecerán disposiciones para los delitos on line y el exhibicionismo cibernético. Además, prohibirán la mutilación genital femenina y el matrimonio forzado.
En las recientes reuniones de los parlamentarios de la C.E., se debatieron fuertemente las nuevas normas que procurarán advertir y prevenir la violencia de género y propondrán leyes que, decididamente, protegerán a las víctimas.
Cuando se trata de cuestiones tan sensibles y que aquejan a los países miembros, estamos hablando puntualmente de las mujeres y de todos los que sufren algún tipo de violencia doméstica, entendida como aquella que no se limita sólo al maltrato físico, sino que además puede incluir abuso sexual y maltrato emocional (psicológico).
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El Parlamento sancionó hace pocos días, la primera de las normativas europeas para combatir de manera efectiva, la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica.
Recordemos también que la intimidación familiar es un problema que “golpea” al mundo entero y se ha universalizado: radica, lisa y llanamente, en un abuso que acontece cuando un integrante de una familia, despliega algún tipo de agravio sobre otro. La violencia familiar revista en un entorno hogareño, aunque bien sabemos que también puede ocurrir en otros lugares: trabajos, clubes, instituciones y demás.
Y no es menor señalar, que puede ser ejercida tanto por hombres como por mujeres, ergo, por cualquiera de los componentes de una pareja, e incluye lamentablemente el maltrato infantil, el de las personas mayores y también entre hermanos.
Los parlamentarios tomaron los diferentes casos, las denuncias, las sentencias de jueces, exposiciones en los medios de comunicación, los relatos en primera persona de las víctimas, y trabajaron en dirección a redactar proyectos de leyes más estrictos, incluso agregándole el tema de la “ciberviolencia”; definida como: “Toda acción que se comete en medios digitales con el propósito de hacer daño y causar sufrimiento. Y frecuentemente, se ejerce mediante aplicaciones de mensajería instantánea, redes sociales, chats por internet, correos electrónicos o juegos en línea, acogiendo otras formas, como el grooming (acoso sexual de una persona adulta a una niña, un niño o un adolescente), o como el stalking” (cuando una persona persigue a otra de manera obsesiva, o la extorsión sexual).
Entonces, por ejemplo, las nuevas políticas europeas establecerán disposiciones específicas para los delitos cometidos en línea, como la divulgación de información privada y el exhibicionismo cibernético, pero también van a prohibir la mutilación genital femenina y el matrimonio forzado (generando un nuevo debate en varias comunidades que suscriben a estas prácticas de épocas pasadas).
La normativa, que alcanza amplios acuerdos de bloques parlamentarios, también contendrá una lista más íntegra de situaciones perjudiciales para los delitos, aumentando las penas y haciéndolas más duras: con agravantes como los crímenes ejecutados contra periodistas, personalidades públicas, políticas, sociales o defensoras de los derechos humanos, en general. Además, sumaron en sus considerandos, a los delitos que tienen, directamente, la intención de castigar a las víctimas por el color de la piel, la religión, la orientación sexual, su origen social o afirmaciones políticas.
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Todo viene siendo evaluado dentro de un marco teórico para que la ayuda sanitaria y de atención primaria, sea a su vez accesible, entonces a partir de la sanción de estas leyes, las autoridades decisoras de los países miembros de la Comunidad Europea, tendrán obligaciones más juiciosas para confeccionar los correspondientes informes y sumar pruebas a los expedientes de cada caso en particular.
Estas discusiones se dieron en un contexto legislativo de amplia trascendencia, apuntando a asegurar que no haya impunidad y poder salvar vidas, viviendo de a poco “sin miedo a denunciar”.
Es un camino que ya comenzó… Supone plazos de adopción para los países miembros, entonces, en los años venideros, todos tendrán que asumir que la realidad impone necesidades legislativas urgentes y que esas medidas protegen vidas.
(*) Politólogo y analista parlamentario