Una asociación de ideas me llevó a pensar en el feminismo y en el «falso feminismo». Por supuesto, vinculando a lo que ocurre en Venezuela.
Primero me gustaría hacer una aclaración pertinente: la chica de la que habla todo el mundo, la boxeadora argelina que casi noqueó a la boxeadora italiana, no es una persona trans, como dijeron muchos. Nació mujer. Lo que pasa es que se trata de uno de esos casos en los que la gente nace con una carga genética masculina.
Pero el problema, y aquí es donde pienso que se empieza a mezclar la agenda woke, es que a esta chica ya la habían eliminado de una categoría antes de una pelea de la Federación Internacional de Box. Los Juegos Olímpicos no hicieron estos estudios genéticos a las boxeadoras, los cuales arrojarían claramente que la chica tiene una información genética de un hombre, aunque haya nacido con órganos femeninos y masculinos.
¿Y por qué aclaro esto? Porque veo una gran indignación de mucha gente que se equivocó en utilizar la palabra trans. Y hubo gente que se indignó mucho. Incluso presidentes como Milei o como Meloni salieron a decir cosas vinculadas a «lo trans», cuando en verdad no era el caso. Una cosa francamente injusta.
Entonces, ahora dicen «están atacando a las trans», pero yo quiero recordarles que esto es producto de una reacción a las barbaridades de esta locura woke.
Yo quiero recordar un caso en la natación norteamericana: una nadadora que era hombre y había competido como hombre, se hizo mujer. Como hombre no le ganaba a nadie nada; como mujer les ganó a todas y se llevó todas las medallas. Les ganó en una clara situación de desventaja a chicas que habían entrenado durante muchísimo tiempo. La nadadora se puso de nombre Lia Thomas.
A ver boluprogres. Vengan a explicar esto…
Cuando se les marca las estupideces con argumentos responden poniendo todo tipo de etiquetas que buscan cancelar el argumento que los rebate.
Después aparece la realidad que los expone frente a su imbecilidad…
Si seguía la mataba… https://t.co/Jlq718QtfV— Javier Milei (@JMilei) August 1, 2024
Recuerdo también una barbaridad que hizo caer al Gobierno escocés. Un señor que era violador y cuyo juicio estaba empezando, en la mitad del juicio, se hizo trans. Pidió ir a una cárcel de mujeres y se lo permitieron. Y fue a una cárcel de mujeres, donde podía violar con toda comodidad.
Esta es la agenda woke que hace que todo el mundo se rebele cuando pasa esto. Ni que hablar de que hace unos años se empezó a permitir alegremente que a los niños les hagan cambio de género, incluso inyectándoles cosas. Están apareciendo personas arrepentidas después de muchos años. Y también se informó que algunos de esos chicos tuvieron algún problema de autismo.
Todo ese daño que viene haciendo esta agenda, daños a niños, daños a deportistas, daños a mujeres -menospreciando a las verdaderas mujeres-, es un daño que hace que todo el mundo esté con las alertas encendidas.
Y eso me lleva a la última reflexión sobre las feministas, y me refiero puntualmente a todas estas feministas de la escuela de la estadounidense Judith Butler, las escandalosamente idiotas que están en Podemos, el partido político español, que tocaron una ley que estaba muy bien, que tenía que perseguir a los violadores, pero hicieron que los violadores salgan más rápido de la prisión. Arruinaron una ley bien hecha gracias a su discurso feminista.
La otra semana, por Darío Lopérfido: “O estás con los decentes o estás con los hdp…”
Y pienso también en el silencio atroz de las feministas con respecto a María Corina Machado.
María Corina Machado es una heroína. Se está jugando la vida por defender la libertad de su pueblo. María Corina Machado debe ser la mujer más importante del mundo en este momento.
Sin embargo, nada dicen ni las feministas españolas, ni las feministas peronistas o kirchneristas, que siempre reivindicaron a Eva Perón, que decía que las mujeres tenían que hacer lo que decía el macho Perón. O sea, ese cachivache que fue Eva Perón no podría estar jamás en un ranking de feministas mundiales. O al menos estaría 50 puntos abajo de alguien como María Corina Machado.
El peronismo, a la primer gran feminista argentina, que fue Victoria Ocampo, la metió presa. Esta gente, cuando aparece algún claro caso de feminismo, con la doble vara que tienen para reivindicar la agenda trans o que a los niños se les puedan poner medicamentos que son irreversibles, no tienen la decencia de destacarlos. Solo lo hacen siguiendo su propia ideología.
María Corina Machado les está dando una lección de valentía, de inteligencia y de coraje enfrentándose a los peores asesinos de Latinoamérica. Es una mujer que no necesita del feminismo falso. Es una mujer que demuestra día a día el extraordinario valor de ser mujer.
(Columna emitida originalmente en el programa «Cristina sin vueltas», conducido por Cristina Pérez en Radio Rivadavia)