Por Gonzalo de Janín (*)
La Argentina se encuentra en medio de un dilema inquietante. Nuestros estudios recientes vienen mostrando un cambio en las preocupaciones de la sociedad, liderada por la pobreza (20%), la desocupación (19%) y la inflación (15%). La inflación, que durante un largo tiempo fue la principal preocupación de los argentinos, ha dejado de ocupar el primer lugar por tercer mes consecutivo.
Este cambio refleja una realidad en la que la población, aunque sigue afectada por el aumento de los precios, comienza a percibir a la pobreza y el desempleo como los problemas más acuciantes.
Con respecto al estado ánimo de la población, un 36% se encuentran con esperanza y confianza. Pero también las emociones pintan un cuadro complejo, debido a que la bronca/enojo (23%), la incertidumbre (21%) y el miedo (9%) son parte de las emociones dominantes en la Argentina.
A pesar de que el estado emocional negativo sigue predominando, debemos tener en cuenta que hasta la asunción del presidente Javier Milei en diciembre de 2023, la preeminencia de los sentimientos negativos era abrumadora.
La percepción de la sociedad sobre la situación del país es sombría. Un 43% de los encuestados cree que la situación nacional empeorará en los próximos seis meses, en contraste con un 31% que espera una mejora.
Esta perspectiva pesimista se extiende a la situación personal y familiar: el 32% prevé un empeoramiento, frente a un 26% que es optimista respecto a su futuro cercano.
Si bien la opinión sobre el rumbo general del país desde que asumió el presidente Milei es negativa, un 45% de la población cree que el país va en la dirección correcta. Y cuando se indaga sobre la gestión del Gobierno nacional, la desaprobación es del 47%, mientras que un 38% la califica como positiva. El restante 15% la considera regular.
La desaprobación también va horadando la imagen de Javier Milei: un 52% de los argentinos tienen una opinión negativa, un 46 positiva. Además, a una significativa mayoría del 60% no les gusta ni comparte el estilo y formas de liderazgo del presidente.
Sin embargo, el 48% cree que Milei tiene la capacidad para resolver los problemas del país, aunque necesita tiempo o no lo deje la «casta».
A la hora de evaluar a los principales dirigentes del Poder Ejecutivo Nacional se destacan las figuras de Victoria Villarruel y Patricia Bullrich.
Sus imágenes positivas rondan el 50%, con una leve ventaja de la V0icepresidenta por sobre la ministra de Seguridad, posicionándola como la dirigente con mejor imagen del país.
Con este telón de fondo el apoyo al gobierno de Javier Milei esta dividido: un 33% apoya al gobierno y un 34% se declara opositor. Un segmento del 33% se mantiene neutral (no lo apoya, ni se opone), configurando una sociedad fragmentada.
Por un lado, en el segmento identificado con el oficialismo prima la esperanza que sustenta la leve pero perceptible mejora en la confianza de la sociedad que Milei ha logrado en sus 8 meses de gobierno. Por otro, un segmento marcadamente opositor con CFK y Axel Kicillof como referentes.
Por último, un tercio que reconoce ciertos méritos del Gobierno pero que muestra diferencias en otros aspectos. En este contexto surge un dato revelador: el 48% de los argentinos considera que la oposición no tiene un líder. La ausencia de un liderazgo opositor claro se da en un contexto de alta desconfianza en las principales instituciones, donde el Poder Legislativo goza tan solo del 27% de confianza, el Poder Judicial del 24%, los partidos políticos del 22% y los sindicatos del 20%.
Con las elecciones legislativas en el horizonte, quienes busquen persuadir a este último segmento tendrán el desafío de construir una alternativa seductora con dirigentes renovados para evitar que la argentina caiga, una vez más, en una elección polarizada.
(*) Director de la consultora MIDE. Realizó la encuesta para Newsweek junto a Manuel Terrádez, Pedro Antenucci y Carla Piccolomini