Por Daniel Colombo (*)
Cuando me presento profesionalmente como coach de CEO y altos ejecutivos, mucha gente me pregunta: “¿Y qué problema puede tener una persona así?”. Justo allí se enmascara la creencia de que siempre hay que tener un problema, para tomar un proceso de coaching.
Déjame decirte que en la inmensa mayoría de los casos, las personas que buscan este apoyo ya tienen una gran caja de herramientas disponible, porque se vienen cultivando a nivel personal y profesional desde mucho antes.
Llevo más de treinta años como coach de ejecutivos y formador de líderes y celebridades en decenas de países e industrias, y he observado esta constante: las personas más exitosas no buscan coaching para resolver problemas, sino para mantener y ampliar su éxito. En palabras de Bill Gates: “Todo el mundo necesita un coach. Todos necesitamos a alguien que nos ayude a ser mejores”.
Por esto, el coaching ejecutivo profesional no es una moda ni algo snob; es una disciplina estratégica que impulsa a los mejores a mantenerse en la cima. Según la International Coaching Federation (ICF), la entidad certificadora de coaches más grande del mundo, las organizaciones que implementan programas de coaching reportan un aumento promedio del 86% en la productividad de sus líderes y un retorno sobre la inversión del 700%. Figuras como Oprah Winfrey, quien ha expresado que su coach le permite “ver más allá de lo que soy hoy, hacia lo que puedo llegar a ser”, y deportistas de élite como Serena Williams y Michael Phelps, confirman que detrás de cada gran logro hay un coach o un mentor que desafía, orienta y amplifica su potencial.
LAS CINCO RAZONES
Entonces, ¿por qué quienes son resonantes en sus actividades ven al coaching como un activo indispensable? ¿Cómo puede ser un diferenciador clave incluso para quienes aún no han desarrollado su máximo potencial, y aspiran a tener éxito en lo que sea? He identificado al menos estos cinco motivos:
1-Mantenerse un paso adelante en un entorno de constante cambio
Los líderes más destacados saben que el mundo empresarial y personal es dinámico. Un coach ejecutivo profesional y experimentado les ayuda a anticiparse a los cambios, adaptarse con rapidez y mantener su ventaja competitiva, con una mirada neutral y desapegada de lo que está viviendo la persona. Por otro lado, el coaching trabaja desde el presente hacia el futuro, sin revisar demasiado el pasado, lo que lo convierte en una herramienta ideal para hacer un co-diseño de futuro entre el cliente y su coach, sobre lo que quieren lograr.
2-Refinar el autoconocimiento para un liderazgo auténtico
La autoevaluación honesta es difícil, incluso para los más exitosos. El acompañamiento de un coach proporciona un espejo imparcial que permite a los líderes profundizar en sus fortalezas y áreas de mejora, logrando un liderazgo más auténtico y eficaz. Al mismo tiempo, hay una necesidad en quien tiene éxito de seguir mejorando: no por ambición despedida, sino una serena ambición de superarse. En este aspecto, en un proceso de coaching aparecen frecuentemente los puntos ciegos que la persona no logra detectar, y que, justamente, le servirán de impulso para crecer aún más.
3-Convertir las metas en logros medibles
Los grandes líderes no se conforman con ideas vagas. Parte del trabajo profesional es acompañarlos para transformar sus visiones en estrategias claras y alcanzables, asegurándose de que cada paso los acerque a sus objetivos.
4-Fortalecerse por dentro: resiliencia emocional y mental
Cuando se llega a un nivel alto, muchas veces con exposición pública y esperando que la persona tenga respuestas a todos los dilemas de los demás, la presión del éxito puede ser abrumadora. Este es un punto crítico para deportistas de elite, celebridades, científicos y figuras notables con las que tengo el honor de trabajar. En un proceso de coaching ejecutivo profesional, se plantean estrategias para afrontar el estrés y el manejo de la privacidad, sino que también se ayuda a los líderes a desarrollar una mentalidad de resiliencia, esencial para sostener su rendimiento en el tiempo. También, muchos trabajan fuertemente en el activo más valioso: su vida personal y el balance entre una alta demanda profesional, y sus entornos de afecto cercanos. Lo mejor de todo: lo logran.
5-Dejar un legado significativo
No es menor que los líderes exitosos buscan algo más allá de triunfos inmediatos; aspiran a impactar a largo plazo. En la dinámica del coaching ejecutivo de personas exitosas, y adecuados al ritmo de cada cliente, se puede diseñar una guía en la construcción de un legado que trascienda su carrera, dejando una huella duradera en sus equipos, sus organizaciones y la sociedad. Por eso hay líderes que trascienden por su singularidad, y otros que simplemente dirigen personas y negocios.
CINCO BENEFICIOS IMPORTANTES
Antes revisamos casos inspirados en mi práctica profesional de tantos años, de personas exitosas que quieren consolidar y seguir mejorando, y hasta expandiendo sus logros. ¿Y qué pasa con aquellos que aspiran a lo mismo? Aquí tienes cinco beneficios concretos que podrías obtener en un proceso de coaching ejecutivo profesional.
1-Salir del ciclo de la mediocridad
Muchas personas tienen potencial, aunque están atrapadas en hábitos y creencias que no les llevan hacia dónde quieren ir. Un profesional del coaching empresarial acompaña para hackear y desbloquear ese potencial, proporcionando claridad y dirección. Lo que hará la persona, cómo, su plan y sus objetivos dependen exclusivamente de cada uno: el coaching es la herramienta, no la ejecución del objetivo.
2-Identificar y superar puntos ciegos
Sin una perspectiva externa, es fácil ignorar las áreas que frenan el progreso. Cuando se cuenta con alguien de apoyo para detectar esos puntos ciegos, el cliente se enfoca con más agilidad en diseñar y trabajar en soluciones concretas.
3-Aprender a establecer prioridades efectivas
La falta de enfoque es un obstáculo común en personas que quieren éxito o destacarse, y no lo logran. Según mi experiencia, no es solamente un tema de manejo del tiempo y de prioridades, sino de determinación para llegar a dónde quieren, con todo lo que ello implica.
4-Desarrollar habilidades de liderazgo para avanzar
Incluso quienes no ocupan puestos de liderazgo pueden beneficiarse de las habilidades que les permitirán destacarse y estar preparados para asumir roles más desafiantes. Estamos en una era donde el cincuenta por ciento de lo que se busca para cualquier trabajo es el conocimiento y preparación técnica, y el otro cincuenta, las habilidades blandas y power skills (habilidades de empoderamiento). Sin esta preparación no es factible liderar con eficacia, comunicar asertivamente y saber conformar equipos en vez de grupos.
5-Adoptar una mentalidad de crecimiento
El éxito no ocurre por accidente. La doctora Carol Dwek habla de una mentalidad fija versus una mentalidad de crecimiento. El coaching ejecutivo profesional ayuda a desarrollar la mentalidad de crecimiento, constantemente; no como un hecho aislado, o para obtener un resultado puntual, sino para construir un estilo de vida diferente.
Hoy, el coaching ejecutivo no es un lujo reservado para unos pocos; es una apuesta estratégica que transforma tanto a personas exitosas como a quienes buscan superar sus limitaciones. Como dijo Eric Schmidt, ex-CEO de Google: «Todos necesitamos un coach. Alguien que observe lo que haces y te ayude a hacerlo mejor”.
(*) Facilitador y Máster Coach Ejecutivo especializado en alta gerencia, profesionales y equipos; mentor y comunicador profesional; conferencista internacional; autor de 33 libros. LinkedIn Top Voice América Latina. Coach profesional certificado por ICF en su máximo nivel, Coach certificado, Miembro y Mentor en Maxwell Leadership, el equipo de John Maxwell.
www.danielcolombo.com
Linkedin.com/in/danielcolombo
Instagram: daniel.colombo
YouTube.com/DanielColomboComunidad
www.facebook.com/DanielColomboComunidad
Twitter @danielcolombopr
Podcast en Spotify y en Wetoker, iTunes, TN y Google Podcast.