Leyendo:
La inflación cierra la grieta: es lo que más les preocupa a todos los argentinos
Artículo Completo 5 minutos de lectura

La inflación cierra la grieta: es lo que más les preocupa a todos los argentinos

Esta mañana salí de casa y me crucé con una vecina. “¿Cómo andas?”, le digo. “Sobreviviendo”, me dice. “Esto -por el país- es como estar sentada sobre una bomba rogando que no explote”, y me grafica su sensación, con una gestualidad defensiva. Salgo a la vereda y un señor alto que parecía albañil o pintor con ropa de obra hablaba por teléfono apoyado contra la pared. En los metros que caminé cerca suyo escuché: “10.000 pesos son 4 kilos de carne. Todo sube, jefe”, reclamaba angustiado pero firme. No importa por donde pases o con quien hables hoy, hay un tema común.

Hay algo en lo que la grieta se cierra totalmente en la Argentina y es en la preocupación económica que cruza la trama social en toda la pirámide. Lo lograron. Cerraron la grieta.

Según un estudio publicado por la Universidad de San Andrés, el tema que más preocupa a los argentinos es la inflación. Un 55% de los encuestados lo ubica como su principal preocupación. Y cuando segmentan la pregunta según el voto de 2021, sale igual. El 54% de los votantes del Frente de Todos responde que la suba de los precios es el principal problema que afecta al país y lo mismo responde el 57% de los votantes de Juntos por el Cambio. Esto no quiere decir que al cuarenta y pico por ciento restante no les preocupe, sino que no lo ponen en el primer lugar.

En el ranking total las otras dos cuestiones que aparecen en el podio, pero con un 36% y 35%, son inseguridad y corrupción. Si de nuevo se segmenta según el voto en 2021, en los votantes de Juntos por el Cambio se reitera el ranking general, y aparecen inseguridad y corrupción en el segundo y tercer lugar del podio de sus preocupaciones.

Inflación, deporte nacional: hagan sus apuestas

Para los votantes del Frente de Todos, en cambio aparece en segundo lugar endeudamiento externo y en tercer lugar, pobreza. Se entiende a la luz de esta respuesta hasta qué punto cargar contra el Fondo Monetario es un paragolpe del relato para el Gobierno, que logra que sus votantes, preocupados y afectados por la inflación y la pobreza, estimen el endeudamiento externo como causa de sus males.

Lo que políticamente parece una cantinela repetida y una falacia tiene efecto justificativo en su electorado, pero ya ni esas dosis homeopáticas de relato que insufla la señora en cada paso que da ni sus diatribas contra el Fondo mientras le pide más plata logran desdibujar eso que más carcome el bolsillo y la calidad de vida como principal problema de todos. Para usar otra metáfora: si antes el relato era un shock de adrenalina, o un calmante, ahora es apenas un placebo. Y no siempre funciona.

Su efecto se reduce con cada suba de precios. Y este mes el índice de inflación se espera con un piso de 9%. Se conocerá el 14 de junio, y una semana después, cuando llegue el invierno, habrá dos vencimientos con el Fondo Monetario por US$ 2.800 millones. Antes de esas dos fechas aciagas ubicó el ministro de Economía su expectativa de lograr un acuerdo con el organismo. Vaya a saber qué pensarán en Washington mientras ven las postales desde Beijing donde Máximo se deleita con el comunismo chino y Sergio le ofrece las mismas cosas que a los EEUU.

Un párrafo de la última nota de Carlos Pagni lo explica así: “Los negocios que Massa propone en China, entre los que sólo le faltó ofrecer las cataratas, entran en contradicción con la agenda que él mismo ha cultivado con los EEUU”. Nada que sorprenda: Massa globaliza su legendaria duplicidad.

El economista Martín Redrado, hoy funcionario de Larreta pero hasta no hace mucho cercano a Massa, lo puso también en términos muy duros. Dijo que el ministro de Economía está mendigando en China.

De Mendiguren apuntó contra los empresarios por la inflación: «Hay abuso, no cabe ninguna duda»

Estos días, de viajes a China y fotos con Nicolás Maduro, tienen reminiscencias de aquella delirante gira del presidente Alberto Fernández en la que le prometió a Vladimir Putin ser la puerta de entrada de Rusia a América Latina. Un año después, estaba con el presidente Joseph Biden en el Salón Oval mangueándole su apoyo para negociar con el Fondo. Acá será todo mucho más rápido, porque se acabó el tiempo.

Las rendiciones ante el libro rojo de Mao quedarán como un operativo de confusión y no de Confucio, para que no sea tan evidente que el Fondo Monetario es lo único que les queda, porque no hay yuanes ni reales que alcancen cuando faltan dólares.

Mientras tanto cuando se espera el índice de inflación y rezan para que no toque los dos dígitos, no reparan que ya tocó los dos dígitos en alimentos, el mes pasado, alcanzando el 10,1%, en ese rubro que, según calcula la consultora Ecolatina, explica casi la mitad del costo de vida en los hogares más pobres, donde la inflación es aún mayor.

Ingresa las palabras claves y pulsa enter.