Por Mariel Fornoni (*)
¿Será que “divide y reinarás” o “une y vencerás”?
A poco menos de un mes de que inicie un nuevo año electoral, el mismo parece estar colmado de incertidumbre y desencuentros. La falta de articulación y de diálogo, junto con los tira y afloje entre dirigentes, dibujan un escenario no falto de entredichos y contiendas abiertas públicamente que poco parece importarle a la dirigencia.
Por un lado, el oficialismo, con una ruptura interna sabida entre el ala más moderada y el ala más radical comandado por la vicepresidenta de la Nación, se pregunta quién será el referente que mejor represente el espacio si CFK decide no candidatearse.
El Frente de Todos parece haberse convertido en el Frente de Nadie porque se vuelve a hablar del kirchnerismo de Néstor, del peronismo o del Frente Renovador, pero nadie quiere hacerse cargo de esta coalición.
Un problema diferente posee el espacio opositor más relevante, Juntos por el Cambio, ya que en el mismo se divisan varios dirigentes de los diferentes partidos que componen la coalición que aspiran al sillón presidencial, situación que no ocurría ni en 2015 ni en 2019 y hoy aflora dadas las altas chances de una victoria opositora en 2023. Aquí se verá si la coalición sigue permaneciendo como tal o sectores más radicales deciden romper.
La necesidad de unión y articulación dentro de cada espacio no solo es importante para definir candidatos de cara a las PASO sino también para iniciar un período de campaña que sea escuchado por la población, que viene cansada y abatida de tanta rosca política que poco mejora su situación personal, dando lugar al surgimiento y apoyo a espacios nuevos y más disruptivos como por ejemplo los libertarios.
¿SERÁ QUE NO NOS ESCUCHAN?
La dirigencia debe oír que estamos frente a una sociedad donde la desaprobación de la gestión nacional es una de las más altas de la historia, donde todos los dirigentes nacionales tienen una imagen negativa que supera la positiva, donde los problemas económicos son cerca del 60% de las preocupaciones de los ciudadanos y frente a una inflación interanual que podría llegar al 100%.
La sociedad cree que si verdaderamente fuera escuchada atentamente la respuesta no podría ser el ampliar los miembros de la corte o discutir si van a suspender las PASO pues pareciera que los temas de la dirigencia política nacional se concentran más en fomentar sus propios beneficios, en vez de ofrecer una respuesta concreta a los problemas latentes.
Con este nivel de inflación y la situación social y económica actual parece imposible que el FdT pueda llegar a ganar el año próximo, pero la realidad es que estamos frente a una sociedad fuertemente fragmentada por la crisis económica.
Sabemos que las medidas que deba encarar el próximo gobierno son complejas y requieren de un consenso que no conseguiría un presidente que no esté dispuesto a integrar un gobierno plural.
¿Podrá la dirigencia hacerse eco de las proclamas de una sociedad cansada de la polarización que solo parece servir a la política? ¿Podrá salir de sus proclamas y entredichos habituales para focalizar en propuestas que mejoren la situación actual? ¿Seguiremos en este loop que no nos permite crecer ni seguir adelante?
(*) Mariel Fornoni es Socia Directora de Management and Fit. Doctora en Economía y Empresariales