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La recesión sexual en Argentina: un fenómeno de la era digital
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La recesión sexual en Argentina: un fenómeno de la era digital

Por Diego Quindimil (*)

En nuestro país se está dando un fenómeno de recesión que no solamente es económica, sino que la recesión también es sexual. Así como hay una caída de la actividad comercial, también lo propio sucede en la actividad sexual. Lo que la diferencia, es que las causas no necesariamente son las mismas.

En la era de las aplicaciones de citas, la deconstrucción de tabúes, la normalización de escenas sexuales en películas y series, y el fácil acceso a la pornografía, uno podría suponer que las generaciones actuales son las más activas sexualmente de la historia. Sin embargo, la realidad parece contradecir esta suposición.

La llamada «recesión sexual» emerge como un fenómeno notable, afectando tanto la frecuencia de las relaciones sexuales como la calidad de la intimidad en la argentina.

LA PARADOJA DE UNA SOCIEDAD HIPERSEXUALIZADA EN LA ERA DIGITAL

La sociedad moderna se encuentra inmersa en un mundo digital y globalizado, donde las interacciones sociales han evolucionado con la aparición de las redes sociales y las aplicaciones de citas. Esto ha dado lugar a una compleja intersección entre tecnología, cultura y desarrollo sexual. Si bien el acceso a la información sobre sexualidad ha aumentado, la práctica del sexo ha disminuido. El mundo dominado por las pantallas afecta negativamente nuestros encuentros sexuales cara a cara.

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La constante interacción virtual a través de redes sociales y aplicaciones de citas puede crear una sensación de conexión superficial que sustituye la intimidad física. Esta dependencia de la tecnología puede disminuir la calidad y la frecuencia de los encuentros sexuales, ya que las personas se sienten más cómodas en el entorno digital que en la interacción cara a cara.

Si bien hay pocos datos sobre esta temática de la disminución de la actividad sexual, existe una investigación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos que marca que desde 1991 hasta 2017 el porcentaje de estudiantes de secundaria que habían tenido relaciones sexuales disminuyó del 54% al 40%. En Argentina, aunque los estudios específicos son más limitados, las tendencias observadas en otras partes del mundo sugieren una disminución similar en la actividad sexual juvenil.

LA RECESIÓN SEXUAL EN LA VIDA COTIDIANA

Para ilustrar cómo la recesión sexual se manifiesta en la vida real, presentamos algunos casos que pueden ser ejemplos paradigmáticos de la recesión sexual hoy en día.

Parejas con baja frecuencia sexual
Carlos y Laura, una pareja en sus treintas, llevaban cinco años de casados pero reportaban tener relaciones sexuales apenas una vez cada dos meses. Ambos estaban profundamente involucrados en sus carreras, y el estrés laboral les dejaba poco tiempo y energía para la intimidad. Además, la rutina y la falta de comunicación sobre sus deseos y necesidades sexuales habían erosionado su conexión física.

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Pérdida del deseo sexual por estrés y adicción al trabajo
Javier, un ejecutivo de 35 años, solía tener una vida sexual activa, pero en los últimos dos años había perdido casi por completo el interés en el sexo. Su adicción al trabajo y la presión constante por alcanzar metas profesionales lo mantenían en un estado de estrés crónico. Javier admitió que incluso cuando está en su casa, su mente seguía ocupada en temas laborales, lo que afectaba su capacidad para relajarse y disfrutar de la intimidad cuando tiene un encuentro sexual. Sostiene que prefiere la comodidad de la pornografía que “tener” que salir.

Debut sexual tardío
María, una joven de 29 años, está muy preocupada porque aún no había tenido su debut sexual. A pesar de ser una persona sociable y tener varias relaciones platónicas, María sentía una gran ansiedad e inhibición respecto al sexo. La presión social y sus propias expectativas la paralizaban, llevándola a postergar repetidamente cualquier avance en su vida sexual, encima el modo actual de conocer personas a través de la app de citas no le agrada demasiado. Se angustia porque la situación la tiene muy apenada…

FACTORES QUE CONTRIBUYEN A LA RECESIÓN SEXUAL

Cuando hablamos de los factores que contribuyen a esta situación podemos comprender que es un fenómeno multicausal, alguna de la causas que más impactan en la recesión sexual en Argentina son:

El uso y abuso de la tecnología y las conexiones virtuales: El uso de las redes sociales y las aplicaciones de citas ha redefinido la forma en que nos conectamos y establecemos relaciones. Si bien estas plataformas nos ofrecen oportunidades para conocer personas, también generan una sensación de conexión superficial, sustituyendo muchas veces la intimidad física con la interacción virtual. A modo de ejemplo, la práctica del sexting (el intercambio de mensajes, fotos o videos de contenido sexual a través de dispositivos digitales) puede suplantar el encuentro personal. La mayoría de las veces, la queja de los usuarios es que los vínculos virtuales son descartables, efímeros y que no logran la mas de las veces llegar a un encuentro real y quedan solo en lo virtual.

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Los cambios en las dinámicas sociales: Las expectativas sociales y las instituciones sociales como el matrimonio, la familia y la maternidad (o paternidad) han bajado en la escala de prioridades. Al mismo tiempo se ha incrementado la importancia de la carrera profesional, la independencia económica y el placer individual. La prolongación de la adolescencia y la postergación de hitos tradicionales pueden estar contribuyendo a una menor urgencia para establecer relaciones íntimas.

El estrés y la ansiedad actual: El aumento en los niveles de ansiedad, las preocupaciones y el estrés en la sociedad contemporánea puede ser un factor que ha impactado significativamente en la libido y la disposición para participar en actividades sexuales. Las preocupaciones o angustias relacionadas con el trabajo, las finanzas y la incertidumbre general pueden distraer la atención de la intimidad, creando barreras emocionales para la conexión sexual.

El uso masivo de la pornografia: En la actualidad, existe un uso generalizado de internet y redes sociales que facilita un acceso rápido y sencillo al contenido sexual y pornográfico, lo que ha llevado a un consumo masivo de pornografía. Si bien la pornografía en sí no es intrínsecamente buena o mala, debemos ser conscientes de que puede tener un impacto significativo.

La pornografía tiende a promover estereotipos y patrones de género muy marcados, dictando lo que significa «ser hombre» o «ser mujer», así como qué cuerpos y sexualidades son considerados «ideales».

Estos mensajes influyen tremendamente en los paradigmas actuales del “deber ser” de una relación sexual y la mayoría de las veces estas expectativas se chocan con una realidad muy diferente, generando frustraciones que nos hacen alejarnos de el encuentro con el otro y continuar con el consumo solitario de la pornografía.

LA CONEXIÓN ENTRE LA RECESIÓN SEXUAL Y ECONÓMICA

La recesión económica también juega un papel crucial en la recesión sexual. Las dificultades financieras pueden incrementar el estrés y la ansiedad, afectando negativamente la libido y la disposición para la intimidad. La inseguridad laboral, la inflación, la preocupación por el porvenir y la falta de estabilidad económica son factores que pueden disminuir el deseo sexual y la frecuencia de las relaciones sexuales.

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Además, la recesión económica puede limitar las oportunidades para socializar y conocer nuevas personas, ya que las actividades recreativas y las citas pueden convertirse en lujos costos o superfluos cuando el dinero no alcanza. Esta reducción en la interacción social también contribuye a la disminución en la actividad sexual.

IMPACTO EN LA SALUD MENTAL Y EL BIENESTAR

La disminución en la actividad sexual plantea preguntas inevitables sobre su repercusión en la salud mental, las relaciones y el bienestar general. Algunos estudios sugieren que una disminución en la actividad sexual podría estar relacionada con niveles más altos de estrés y ansiedad. Sin embargo, es esencial evitar conclusiones simplistas, ya que la relación entre la salud mental y la actividad sexual es multifacética. La calidad de las relaciones y la satisfacción emocional juegan un papel crucial en este panorama.

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La recesión sexual plantea la cuestión de si las conexiones emocionales están superando la importancia de las conexiones físicas. Si bien las relaciones sin sexo pueden ser saludables y satisfactorias para algunas personas, es fundamental evaluar cómo estos cambios afectan la dinámica relacional y si se traducen en niveles más bajos de satisfacción.

RECOMENDACIONES PARA ABORDAR LA RECESIÓN SEXUAL

Para mitigar los efectos de la recesión sexual y promover una vida íntima saludable, se pueden considerar las siguientes recomendaciones:

1. Fomentar la comunicación abierta: Es esencial que las parejas puedan conversar abiertamente sobre sus necesidades y deseos sexuales. La comunicación sincera puede ayudar a resolver problemas y mejorar la intimidad.

2. Reducir el estrés:. Ajustar las expectativas a la realidad y poder bajar las auto-exigencias de rendimiento y conectarse más con el placer. Buscar maneras de manejar el estrés y la ansiedad, como la práctica de técnicas de relajación, ejercicio regular y tiempo de calidad con lo que nos gusta hacer, puede tener un impacto positivo en la libido.

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3. Educación continua: La educación sexual debe proporcionar información precisa y útil sin generar miedo o ansiedad. Fomentar una comprensión saludable y positiva de la sexualidad es fundamental.

4. Equilibrar la vida digital y real: Limitar el tiempo frente a pantallas y fomentar las interacciones cara a cara puede ayudar a reconstruir conexiones más profundas y significativas.

5. Buscar apoyo profesional: Si los problemas sexuales persisten, consultar a un psicólogo o terapeuta sexual puede ser beneficioso. La terapia puede ofrecer estrategias efectivas para mejorar la intimidad y la satisfacción sexual.

A MODO DE CONCLUSIÓN

La recesión sexual refleja una compleja intersección de factores sociales y tecnológicos que impactan la intimidad moderna. Aunque sus implicaciones pueden variar, es esencial reconocer la diversidad de experiencias y perspectivas. Fomentar un diálogo abierto sobre la sexualidad y valorar la autenticidad en las relaciones puede ser clave para abordar estos cambios. La sociedad debe equilibrar la evolución cultural con la preservación de conexiones genuinas en este paisaje en constante cambio.

Fomentar un diálogo abierto sobre la sexualidad y eliminar estigmas permite una comprensión más saludable y libre de prejuicios. La aceptación de la diversidad en las preferencias y prácticas sexuales crea un ambiente donde las personas se sienten libres de explorar y expresar su sexualidad de manera auténtica.

(*) Psicólogo, speaker y profesor de la Universidad Di Tella (@diego.quindimil)

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