Por Christian Trotta (*)
Las Invasiones Inglesas a Buenos Aires son un hecho importantísimo para poder pensar la posterior emancipación nacional argentina, consolidada en julio de 1816.
En efecto, tras la Reconquista de 1806 y la defensa de 1807 comenzó a construirse un espíritu emancipador que estaba ya latente entre la población criolla del Virreinato.
Como ocurre siempre, solemos pensar nuestra historia y sus distintos sucesos desde la centralidad de Buenos Aires. Probablemente, un habitante del Norte de nuestro actual país o una persona que vivía en pleno Litoral, tenía o padecía otros problemas que nada tenían que ver con las Invasiones Inglesas. Por ejemplo, los mencionados habitantes del Litoral vivieron las distintas incursiones de la Corona Portuguesa. Son casos muy poco contados, tratados o siquiera estudiados por la historiografía porteña y centralista.
Pero para los porteños y bonaerenses, los habitantes de aquella aldea virreinal y su zona de influencia, las Invasiones Inglesas sí significaban un verdadero problema. Y, entendiendo esto, cuando en 1806 las tropas británicas invadieron y conquistaron Buenos Aires tuvieron algunas consideraciones para con los locales, que quedaron plasmadas en algunos documentos firmados por los generales de mar y tierra de su Majestad Británica.
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El 2 de julio de 1806, delante de José Ignacio de la Quintana, Francisco de Lezica y Anselmo Sáenz Valiente, los generales británicos Beresford y Popham dispusieron una serie de medidas que contaremos a continuación.
Pero antes, bien vale una aclaración: muchas veces se tiene por bien sabido que el modelo de conquista inglés era la vía política, pero, en realidad, la conquista que realmente les importaba era la económica. En ocasiones, no pudiendo con lo político, sellaban un dominio económico, que tan mal no les sentaba, teniendo en cuenta que esto sucedía en plena Revolución Industrial.
Veamos algunos de los diez puntos que los ingleses pactaron con los habitantes de Buenos Aires en 1806 (**). Sin dudas, son siete cosas sobre las invasiones que no nos enseñaron en la escuela y que pueden resultar llamativas cuando pensamos que se implementaron en el marco de una campaña de conquista.
1-RENDICIÓN CON HONORES DE GUERRA
Se les permitía a los soldados del fuerte de Buenos Aires poder salir y rendirse con todos los honores de la guerra, rindiendo las armas y quedando debidamente prisioneros. Si juraban fidelidad a Su Majestad británica, podían quedarse en la Ciudad o incluso migrar a la Gran Bretaña, con los pasaportes debidamente autorizados.
Es muy probable que este trato dado a los habitantes de Buenos Aires que se rindieron ante el invasor inglés explique la devolución de gentilezas que Santiago de Liniers les dio a Beresford y sus soldados luego de la Reconquista.
2-RESPETO A LA PROPIEDAD PRIVADA
Se respetará la propiedad privada. Ya sea de cualquier persona de buena fe o de alguna institución como lo reza el artículo 2 de dicha disposición: “Toda propiedad privada, de buena fe, perteneciente a los empleados así militares como civiles del gobierno anterior, a los magistrados y habitantes de esta ciudad, y sus dependencias, al Ilustrísimo Señor Obispo, Clerecía, Iglesias, Conventos, Monasterios, Colegios, Fundaciones y otras instituciones piadosas de esta clase, permanecerán como siempre libres, y en nada se les molestará”.
3-PROTECCIÓN POR PARTE DE LA CORONA BRITÁNICA
Toda persona habitante de la Ciudad será protegida por la Corona Británica y no se los obligará a tomar las armas contra la Corona Española. Los británicos siempre fueron sumamente pragmáticos en términos políticos y económicos, y sabían que era prácticamente imposible que la sociedad criolla, todavía de fuerte raigambre española en su gran mayoría, se levantara en armas contra España.
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4-PLENO FUNCIONAMIENTO DEL CABILDO Y SUS MIEMBROS
El Cabildo de la Ciudad y todos sus miembros continuarán funcionando como hasta ahora, gozando de todos los privilegios y derechos que tenían antes de la invasión.
Otra de las características de las dominaciones inglesas en el mundo fue siempre respetar a las élites dirigentes. Mas si en ellas encontraban un trato fraterno y ameno.
5-LIBRE EJERCICIO DE LA RELIGIÓN CATÓLICA
Se protegerá el libre ejercicio de la Santa Religión Católica y se le dará el mayor respeto al Señor Obispo de la Ciudad.
Este punto es curioso y pone de manifiesto una vez más el real objetivo de la dominación inglesa en Buenos Aires. ¿Les importaba lo político y lo religioso? ¿O solo querían la dominación del Río de la Plata con fines económicos y geográficos?
Como muchos sabrán, luego de la Reforma Protestante iniciada en Alemania por Lutero, en el siglo XVI, muchos territorios y coronas abrazaron el protestantismo, y los británicos se encontraron entre ellos, con la Reforma Anglicana. La relación entre católicos y protestantes tuvo momentos de tensión, desde la Contrarreforma Católica, pasando por momentos de paz y tregua que duraban algún tiempo, para luego volver a acentuar esa rivalidad. Pero todo esto podía ser soslayado a favor de los negocios.
6-PLENO EJERCICIO DE LA CURIA ECLESIÁSTICA
La Curia eclesiástica seguirá en pleno y libre ejercicio de todas sus funciones. Esto estaba vinculado al punto anterior.
7-PROTECCIÓN DE LOS ARCHIVOS PÚBLICOS
Y, finalmente, los archivos públicos de la Ciudad tendrán toda la protección y ayuda de la Corona Británica.
Las Invasiones Inglesas, que en su principio no fueron una expedición planificada ni tampoco oficial, se ejecutaron para poder hacerse con un botín de plata que los británicos sabían que estaba en Buenos Aires. Luego se convirtieron en unas “invasiones legales” denominadas “Campaña del Atlántico Sur”.
EL VERDADERO OBJETIVO
Esto último quizás nos dé una pista del verdadero objetivo de esas dos invasiones que pusieron en jaque a Buenos Aires y que terminaron de cuajar esas latentes fuerzas emancipadoras.
“Campaña del Atlántico Sur” es un revelador nombre que habla del carácter estratégico en materia geopolítica pero, sobre todo, económica de este intento de conquista.
Y que los porteños hayan logrado impedir esta dominación británica les permitió pensar seriamente en la posibilidad de deshacerse también del dominio español y de cualquier otra potencia. Los días que fuimos ingleses fueron una gran enseñanza. Así se inició en 1810 el largo camino hacia su autonomía política (y, por supuesto, económica) y la de toda América.
(*) Profesor de Historia y autor del podcast historiográfico y educativo “Demoliendo fuentes”
(**) Fuente: NÚÑEZ, Ignacio, Noticias históricas, Editorial Jackson, Buenos Aires, 1953. https://elhistoriador.com.ar/condiciones-a-los-habitantes-de-buenos-aires-en-la-primera-invasion-inglesa/