El 7 de octubre de 1989 se cumplían 40 años de la RDA (la Alemania comunista). Hicieron un gran acto en Berlín al que concurrieron los principales lideres comunistas de Europa que presenciaron imponentes desfiles. Hablaban y se felicitaban entre ellos sin darse cuenta que amplios sectores de la población no soportaban más un régimen opresor y corrupto. La burocracia política iba por un lado y la ciudadanía iba por otro. Unos días después caía el muro de Berlín y moría el régimen. La desconexión era total.
Esta semana se cumplieron 70 años de la muerte de Eva Perón. Pieza clave del peronismo. Los dirigentes del PJ recordaban a Evita con discursos vinculados a la grandeza del movimiento. El burócrata millonario peronista suele sobreactuar su sensibilidad frente a estas conmemoraciones. Se felicitaron entre ellos y cantaron la marcha mientras pensaban a que restaurante caro iban a ir a cenar y a celebrar. Mientras, los ciudadanos desesperados sufren con la inflación, la inseguridad y con todos los flagelos a los que los somete una banda que está en el poder para tener privilegios y que no tiene ninguna posibilidad de evitarle sufrimiento a los ciudadanos. La gente está pensando en cómo va a vivir y no tiene ni el más mínimo interés en lo que los burócratas tienen para decirle sobre Evita. La jefa espiritual de un movimiento que sólo trajo decadencia. La desconexión es total.
El peronismo no sabía cómo era esto de que les explote el país. Lo normal era que gobernaban de una manera espantosa, y gastando a cuenta, hasta que perdían las elecciones y la bomba le explotaba al gobierno nuevo. Ahora están en una crisis extraordinaria y tienen que seguir en el Gobierno un año y medio más. Es un cambio de época para el cual no están preparados, porque nunca les pasó. Por eso generan tantos hechos desopilantes. Y cada vez será peor.
Sólo en una organización quebrada se puede enviar a una ministra de Economía (Batakis) a hablar con el FMI cuando saben que le van a pedir la renuncia a la vuelta. Hace 24 días militantes feministas kirchneristas festejaban que una mujer ocupara ese puesto. Les duró poco la alegría, chicas. Son un papelón permanente.
Hace un par de meses trajeron a Scioli de Brasil y lo nombraron ministro (era embajador) para reflotar el Gobierno y tener un posible presidenciable. ¡A los dos meses renuncia y vuelve de embajador a Brasil! A un peronista se lo puede ofender. Lo que nunca se le toca es el sueldo público. No tienen la mínima noción de lo que son las relaciones internacionales y carecen de vergüenza. Un papelón por día. Cómo olvidar los desopilantes análisis políticos que se publicaron en la Argentina hablando del “presidenciable Scioli”, cuando asumió.
Tampoco nos olvidemos, por favor, de Gabriela Cerruti. Es portavoz del Gobierno, hace callar a los periodistas que hacen preguntas y sortea vibradores. Esta gente gobierna Argentina.
Esos mismos analistas (periodísticos y empresarios) que analizaban como algo serio el disparate de Scioli plantean lo mismo frente a Massa: el hombre providencial. Nuestro Adenauer. La mediocridad del establishment argentino. Esperemos que dure más que Batakis y que Scioli. Eso sería un buen comienzo. Hay que contar que el humor de CFK estará un poco alterado porque el lunes comienza el juicio público por la causa Vialidad. Y ya sabemos qué pasa cuando “la señora” se altera por estas cosas.
No sabemos mucho del programa de Massa. Un buen punto de partida sería que cumpliera con lo que decía del kirchnerismo: “Me da asco la corrupción, los voy a meter presos porque no les tengo miedo” y “voy a barrer a los ñoquis de La Cámpora”.
Los iba a meter presos y ahora depende de ellos.
Evita dignifica.