8,4 % de inflación mensual. Gran momento para recordar a los que instalaron el nefasto concepto: “los únicos que pueden gobernar son los peronistas”. Semejante idiotez fue dicha a lo largo de los años por periodistas, sindicalistas, gente del espectáculo y empresarios, entre muchos otros artífices del fracaso argentino.
He escuchado esa frase, siempre dicha con un dejo de soberbia, tratando de explicarnos que los no peronistas son buena gente, pero a la hora de gobernar es mejor la gente fuerte y ruda que se formó en unidades básicas en las que aprendieron a hacer negocios espurios mientras ponían caras de emocionados al mirar la foto del general posando con los caniches.
El derrumbe de ese concepto es lo único bueno en esta calamidad argentina. No sólo son corruptos: son increíblemente inútiles y son el peor gobierno de la historia.
Están en un estado tan calamitoso que los otrora poderosos miembros de la secta le están rogando a Dios para que la economía no explote y poder tener de candidato a Massa, que es el que decía que podía bajar la inflación. No sólo no está bajando, sino que no para de subir y seguirá subiendo. Lo único que les queda es rezar, porque la economía ya explotó.
El peronismo ve cómo el poder se les destroza en sus narices y no tienen ni una idea razonable para conservar algo del mismo, ya que de ese poder dependen los negocios turbios que son el combustible espiritual de esta gente.
La situación judicial de CFK es cada vez más amarga y el miedo se palpa en sus esbirros. El intendente de Ensenada, Mario Secco, dijo que, si hubiera alguna decisión judicial que le impidiese ser candidata a CFK, “van a tener una reacción popular que no se la van a poder bancar, vuelan todos en pedacitos”. Con esta clase de cavernícolas hay que hacer un país.
Por supuesto siguen diciendo que CFK está proscripta cuando puede presentarse sin problemas a las elecciones porque esta condenada por corrupta, pero aún queda por transitar el camino de las apelaciones. Se ponen nerviosos y violentos porque el futuro que avizoran es el de la derrota y el de las condenas judiciales.
En la línea de pegarle mazazos al régimen corrupto y decadente la decisión de la Corte de suspender las elecciones en Tucumán y en San Juan ha sido muy buena. La Corte custodió las reglas democráticas y eso siempre está bien. Más allá de las cuestiones legales, creo que es un extraordinario mensaje. Es hora de poner en evidencia las barbaridades que suceden en provincias feudales gobernadas por el PJ.
No existe la democracia cuando un sector se apropia del poder desconociendo el sentido de la ley. Esas conductas tramposas que hacen que el poder sea propiedad de una persona o de una fuerza política dejan a la oposición sin chances.
Por supuesto, al salir el fallo hubo una catarata de insensateces dichas por miembros del Gobierno. El ministro del Interior, Wado de Pedro, manifestó: “Ya proscribieron a Cristina y quieren proscribir el voto”. El pelele que ejerce la Presidencia, de nombre Alberto Fernández, venció un récord de decir tonterías en una patética cadena nacional. Para esta gente el federalismo es dejar que los caudillos peronistas hagan lo que se les dé la gana y que puedan tener la facultad de conculcar los derechos de los todo aquel que se oponga al poder feudal que representan.
Tan desorientados están que salieron a lloriquear por el fallo mientras José Luis Gioja, uno de los típicos dinosaurios del PJ, los contradecía. Gioja se refirió al gobernador de San Juan, Sergio Uñac, responsabilizándolo del fallo de la Corte. “Él sabía que no podía ser candidato, se lo dijimos en todos los idiomas”, dijo Gioja dejando en ridículo al Presidente. Lo que habían hecho en las dos provincias era incumplir la ley pensando que nadie diría nada nunca. Eran todos cómplices. Si pasa, pasa, decían para sus adentros.
Argentina tiene muchos problemas y uno de los más importantes es el poco apego a la ley. En algunas provincias gobernadas por el PJ se vive en la total ilegalidad, como quedó demostrado con el episodio de la Corte. Que se instalen estos debates y que la institucionalidad funcione es un gran mensaje. El camino es no permitir incumplimientos de la ley. No hay que convalidar a los que incumplen la ley sentándolos a la mesa del diálogo. A esos se los derrota con la fuerza de ley.
Hay que aprender de los errores y de la experiencia. Nunca más hay que dejar que se instale la idea de que las instituciones y el poder son propiedad del PJ.