Argentina es una calamidad por muchas razones. Una de ellas es la deshonestidad intelectual de mucha gente que está anclada en disparates ideológicos y que desprecia los hechos y la historia.
Por estos días hubo que escuchar barbaridades de parte de sectores del kirchnerismo y de la izquierda acerca de un homenaje a la víctimas del terrorismo en los 70. Me resulta incomprensible que haya personas que les parezca mal que se realicen homenajes a personas que murieron por violencia política. Es como si en España no se pudiera homenajear a la víctimas de ETA o en Francia no se pudiera homenajear a los que murieron en los atentados organizados por el Ejército Islámico.
Solo gente con un nivel de inmoralidad política tan alta puede negarse a homenajear a personas asesinadas por terroristas.
Entre las voces críticas al homenaje, aparecieron algunos de las personajes más miserables de la Argentina, entre las que se destacó Fernando Vaca Narvaja, uno de los jefes de Montoneros. Mucha gente murió por las aventuras nefastas de Vaca Narvaja, que fue indultado por el gobierno de Menem y que por esos tiempos apoyaba el indulto a Videla y a los jefes del proceso, llamándose a sí mismo un “adalid de la reconciliación” en sus épocas de fervor menemista.
Esta gentuza debería pedir disculpas. Sin embargo, en lugar de hacer eso, persisten en su discurso enfermo. La gente de bien lamenta todas las muertes por causas políticas. No hay muertes buenas y muertes malas cuando hay motivaciones políticas.
Hay un extraordinario documental llamado «El Diálogo», dirigido por Pablo Racciopi y Carolina Azzi. Se trata de una conversación entre Graciela Fernández Meijide (madre de un desaparecido) y Héctor Leis (ex combatiente de Montoneros). Leis fue un intelectual que analizó a fondo la década de los 70 y tenía una mirada crítica hacia las organizaciones armadas. “Hay un solo demonio con muchas caras”, decía Leis frente a la teoría de los dos demonios. El demonio es la violencia, venga de donde venga.
Las víctimas de la dictadura y las de las organizaciones terroristas deben ser homenajeadas. Sostener lo contrario es producto de pensamientos sectarios que analizan la historia y las tragedias bajo prismas ideológicos.
Es lamentable que haya gente que piense que algunos muertos no merecen homenajes. La decadencia moral de la Argentina tiene mucho que ver con la gente que toma partido por su estrechez ideológica y no por los hechos.
Analizar las cuestiones por ideología y no por los hechos explica también el disparate de que Kicillof sea un político en actividad y, más grave aun, que todavía tenga chances de ganar las elecciones.
Kicillof es un idiota que piensa que sus creencias pueden ir contra el funcionamiento del mundo. Sus tontas decisiones, apoyadas en un cuerpo político enfermo como el kirchnerismo, le han hecho perder millones de dólares a la Argentina.
Está semana la justicia de Nueva York falló en contra de Argentina: 16.000 millones de dólares es la cifra que podría llegar a tener que pagar el país, que se suman a otras cifras que ya hubo que pagar, por la ruinosa estatización de YPF. La empresa hoy vale mucho menos que lo que habrá que pagar por el desastre kirchnerista. Ese dinero sale de los impuestos de todos los argentinos. La pobreza argentina está explicada en este tipo de acciones.
Va a haber gente que votará a Kicillof pese a este desastre. En cualquier país serio del mundo un hecho así habría provocado el retiro inmediato de la política de semejante inútil.
Lo mismo pasa con Massa, actual ministro de Economía, que promete quitar el Impuesto a las Ganancias si llegara a la presidencia, cuando es y ha sido parte de este gobierno y en 4 años jamás mencionó el tema. Lo dice cuando sabe que el próximo índice de inflación estará pisando las dos cifras. Hay gente que, desde la postura progre, va a votar a esta gente.
Massa prometió que si es presidente eliminará el impuesto a las Ganancias
Argentina está llena de gente que vive analizando la vida pública desde su fanatismo y no desde los hechos. No se sale de una situación como esta con pensamiento mágico ni con la pavota adoración a líderes mesiánicos. Eso ya fracasó.
Argentina no tiene muchas más chances. Es importante que estos últimos días de campaña sirvan para denunciar y desmontar fraudes y mentiras que el kirchnerismo sigue intentando instalar. La mezcla de ideología berreta, corrupción e ineptitud es lo hay que derrotar.
No pueden ni deben seguir teniendo chances electorales. Son unos inmorales que cambian la historia y unos inútiles que arruinan el presente.