Por Hamza Howidy (*)
Desde el inicio de la actual guerra entre Israel y Hamás, Hamás ha cometido innumerables atrocidades contra su propio pueblo en Gaza. Esto era cierto incluso antes de la guerra. Sin embargo, de alguna manera, a pesar del hecho de que Hamás ha secuestrado efectivamente a la Franja de Gaza y a todos sus habitantes y los aterroriza habitualmente, estos crímenes nunca son reportados por los medios árabes o occidentales, ni por las organizaciones globales de derechos humanos, todas las cuales tienden a retratar a Hamás como un grupo de resistencia legítimo que está tratando de «liberar» a los palestinos.
Esta ausencia de los crímenes de Hamás contra los palestinos en los medios no se debe a falta de pruebas. Muchos habitantes de Gaza han expresado su preocupación por la brutalidad de este régimen, de la que han sido testigos de primera mano. Y no sólo presenciado: se han publicado muchos vídeos en plataformas de redes sociales que muestran a habitantes de Gaza criticando a Hamás y culpando a Hamás por la desastrosa situación actual en Gaza.
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Sin duda, muchos civiles han muerto a causa de los ataques aéreos de las FDI. Sin embargo, cada vez que eso sucede, esos incidentes aparecen en los titulares de los medios de comunicación. Pero de alguna manera, cuando se trata de los crímenes de Hamás contra israelíes inocentes y habitantes inocentes de Gaza, todo el establishment mediático hace la vista gorda, tratando de presentar una narrativa engañosa en blanco y negro sobre este conflicto.
¿POR QUÉ?
Si su corazón sangra por Gaza, ¿por qué no están indignados por toda la violencia que enfrentan los habitantes de Gaza, incluida la violencia de Hamás?
La triste verdad es que, cuando los israelíes no están involucrados, nadie está interesado en defender los derechos de los palestinos que dicen interesarles tanto.
Nosotros, los habitantes de Gaza, intentamos varias veces sacar a Hamás del poder. En 2019 y 2023, el pueblo de Gaza realizó marchas pacíficas contra Hamás; Por este crimen fuimos brutalmente agredidos por militantes de Hamás. Hamás encarceló a más de 1.300 manifestantes en cada protesta.
Yo era uno de ellos. Yo personalmente fui encarcelado por Hamás y torturado dos veces porque participé en estas protestas.
Así que sé de primera mano que cuando los habitantes de Gaza como yo protestamos contra Hamás, no hubo atención de los medios. Ninguna organización de derechos humanos exigió la liberación de los prisioneros retenidos durante meses en las cárceles de Hamás, por no hablar de aquellos que fueron torturados por Hamás e incluso asesinados por Hamás, como Issam Al-Saaffein, que fue asesinado bajo tortura en las cárceles de Hamás.
Esta tendencia ha continuado durante la guerra actual. Desde el 7 de octubre, cientos de habitantes de Gaza han muerto a causa de los fallidos cohetes de Hamás. Hamás ha confiscado los alimentos, el combustible y las medicinas enviados a Gaza, y no se detuvieron aquí.
Ahmad Breka, de 13 años, recibió un disparo en la cabeza de Hamás en Rafah mientras intentaba recoger ayuda humanitaria. Otros tuvieron suerte porque Hamás simplemente les disparó en las piernas mientras intentaban apoderarse de bienes humanitarios que Hamás robó y guardó en sus instalaciones.
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Estos actos inhumanos, junto con la agonía que han sufrido los habitantes de Gaza desde octubre, llevaron a muchos a manifestarse nuevamente durante esta guerra. Se manifestaron en Khan-Younis, frente a la casa de Yahya Sinwar; otros protestaron en el norte, pidiendo que Hamás liberara a los cautivos y pusiera fin a la guerra. Recibieron la misma respuesta de Hamás que yo: les dispararon.
Y una vez más, los medios de comunicación mundiales pasaron por alto en gran medida estos crímenes.
Atreverse a llevar algo de comida en medio de una guerra o protestar contra Hamás no es la única actividad por la que Hamás nos ha perseguido a los habitantes de Gaza; intentar desempeñar algún papel en la entrega de esta ayuda a los necesitados, o incluso considerar desempeñar cualquier papel el día después de la guerra, es suficiente para que cualquiera sea condenado a muerte por parte de Hamás.
Eso es lo que le ocurrió al líder de la tribu Abu-Amro, junto con dos miembros de su tribu, que fueron asesinados por militantes de Hamás hace unos días.
Hace un par de meses, decapitaron al jefe de un líder de clan en el norte de Gaza y emitieron una declaración en las redes sociales: «Lo asesinamos y lo haremos con cualquiera que se oponga a nosotros y coopere con Israel».
Otros que criticaron públicamente a Hamás durante la guerra fueron denunciados como desaparecidos.
Además de esto, muchos miembros de Fatah fueron puestos bajo arresto domiciliario por Hamas «por razones de seguridad», y cualquiera que saliera de su casa fue secuestrado. Eso es lo que pasó con Yossef Shahein de Gaza; sin embargo, los medios árabes y globales nunca hablaron sobre estos crímenes.
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Al Jazeera, que emplea a cientos de periodistas en Gaza y tiene varias oficinas allí, nunca informa sobre estos asesinatos.
Este terrorismo sistemático perpetrado por Hamás contra las principales tribus de Gaza y contra los disidentes tiene como objetivo socavar el plan para Gaza cuando termine la guerra, lo que necesariamente implicará empoderar a la sociedad civil para que dirija los asuntos civiles en Gaza en el futuro. Hamás planea copiar el modelo talibán en Gaza después de la guerra, pasando a la clandestinidad y tratando de luchar desde las sombras. Esperan que eso los mantenga en el poder para poder seguir aterrorizando tanto a israelíes como a palestinos.
¿DÓNDE ESTÁ LA INDIGNACIÓN?
Este periodismo sesgado tiene repercusiones terribles. Fue la razón del éxito de Hamás a la hora de silenciar a la oposición en Gaza, y está inflamando a las turbas globales que se tragan la propaganda de Hamás y salen a las calles enarbolando la bandera de Hamás, usando máscaras y cantando consignas a favor de los terroristas, retratando engañosamente a todos los habitantes de Gaza como miembros de Hamás que desea seguir viviendo bajo su régimen autoritario.
Es un horrible abandono de los civiles inocentes de Gaza. Está claro que su sufrimiento sólo importa cuando se puede culpar a los judíos.
Publicado en cooperación con Newsweek
(*) Ciudadano palestino de la ciudad de Gaza. Es contador y defensor de la paz.
