Por Miguel Saredi (*)
La ministra de Seguridad de la Nación anunció esta semana la creación de una unidad especial, integrada por especialistas de la Policía Federal, la Gendarmería, la Prefectura, Policía de Seguridad Aeroportuaria y el Servicio Penitenciario Federal que patrullará redes sociales, y la dark web, utilizando inteligencia artificial para “predecir” delitos, frenar a sus autores e impedir situaciones que sean de riesgo para la seguridad pública”.
Lo hizo mediante una simple resolución, firmada por la ministra Bullrich y publicada en el Boletín Oficial. Y frente a esto quisiera compartir algunas reflexiones.
Hace años que debemos trabajar en una política de Estado en materia de seguridad, y es un reclamo de todos los argentinos, que acompaño incluso frente a muchos del campo nacional que no terminan de entender la urgencia de ello.
También entiendo que no podemos parar el avance de la tecnología, ni de la inteligencia artificial. Caeríamos en el error tremendo de negar la realidad. Tampoco se puede parar todo hasta que haya regulaciones porque sería como querer apagar las computadoras distribuidas a lo largo del mundo y desconocer que hay personas, sobre las cuales nadie tiene control, que ya usan la inteligencia artificial.
Pero dicho esto, tengo que alertar sobre la necesidad de conjugar los valores de seguridad y de libertad -del cual, por otra parte, tanto se ufanan-, y marcar claramente un límite en el avance de los derechos individuales, que no pueden ser puestos en duda por simples resoluciones ministeriales.
El Estado, a través de sus poderes, en especial el Legislativo, debe cuestionar, preguntar, proteger y regular, garantizando la no intromisión en la intimidad de las personas, y preservar los principios y declaraciones, derechos y garantías, de nuestra Constitución Nacional.
Se pone en juego no solo el rol del Estado, sino la posibilidad de que un instrumento pueda cercenar nuestros derechos a la libertad individual. Si hay además un campo en el que se deben duplicar los controles de garantías es en materia de seguridad.
Hay estudios muy serios de inconstitucionalidad al violar estos mecanismos el art. 18 de la Constitución Nacional: “El domicilio es inviolable, como también la correspondencia epistolar y los papeles privados”.
Miguel Saredi, abogado y especialista en seguridad
Hay generaciones enteras cuya correspondencia epistolar no es manuscrita sino vía mail, WhatsApp, redes y todo tipo de comunicación electrónica. Por ello la Unión Europea legisló y dio en la materia prevenciones que “por ley” (no por decreto y menos resoluciones) se deben tener en cuenta para el uso de la IA, entre ellas la prohibición de la “policía predictiva”.
Queda claro que las computadoras y la tecnología, también en materia de control y de seguridad, pueden superar el rendimiento humano en tareas específicas, pero se deben emplear en un marco de ética y legalidad, donde el “hombre” sea el centro del accionar. De allí la importancia de destacar los consejos del Papa Francisco en su mensaje a los líderes mundiales sobre los desafíos y riesgos del desarrollo de la inteligencia artificial.
(*) Abogado y especialista en seguridad
