Por Pablo Montagna
Entre las figuras eternas del showbusiness argentino, soplan vientos de cambio y reinvenciones personales. Susana no es en absoluto la excepción. Alejada de la televisión (en su formato tradicional), la diva está dándole rienda suelta de nuevo a su primer amor: la actuación.
“Exiliada” en Uruguay, aceptó la propuesta de su amigo y productor Gustavo Yankelevich para subirse al escenario del Enjoy de Punta del Este. Para encarar ese nuevo desafío, eligió un clásico de su repertorio teatral: Piel de Judas.
Desde mediados de julio y por casi todo agosto, hará teatro viernes y sábados, con la idea de seguir con dos funciones por fin de semana. No obstante, la producción a cargo de RGB (de Yankelevich) siempre está recordándole que el éxito merece seguir, lo que se traduce en una oferta para que Susana considere hacer una temporada de verano, allí en Uruguay, donde vive en la comodidad que le proporciona su chacra “La Mary”. En sus ocho hectáreas de superficie, cuenta con piscina, quincho, una zona de bosque y hasta un lago artificial con peces exóticos.
La diva volvió a subirse a un escenario luego de 7 años, el pasado 14 de julio, y se reencontró con su público, en el salón de convenciones del ex Hotel Conrad.
Acompañan a Susana en el escenario: Antonio Grimau, Julieta Nahir Calvo, David Masajnik, Patricia Álvarez y Sebastián Slepovich.
Piel de Judas está basada en el libro de Pierre Barillet y Jean Pierre Grédy. En la función, Susana adopta el rol de Marion Bruckner, una mujer que se enfrenta a las infidelidades de su marido apelando a su ingenio y a su ácido sentido del humor, que la hace interactuar en varias oportunidades con su público.
Piel de Judas es una comedia ingeniosa y brillante que fue estrenada en París en el Teatro de La Madeleine. El personaje central de Marion Bruker parece escrito especialmente para Susana Giménez, quien debe interpretar a una mujer incisiva, de un gran sentido del humor, rápida, mordaz, franca, directa, sabia e ingenua a la vez.
Los precios de las entradas son, en esta Argentina devaluada, una noticia en sí misma. La platea VIP cuesta 100 dólares, la Premium 80 y la butaca común “apenas” 60 dólares.
INVITADA PERMANENTE
Al igual que en 2020 con Wanda Nara en París, y este año con Sebastián Yatra en Buenos Aires, la diva se puso el frente de los especiales titulados: “Susana, Invitada de Honor”, contenido que pertenece a la plataforma Paramount+, que está disponible desde el 10 de julio, y fue emitido el lunes 18 de julio en la pantalla de Telefe, de 21.29 a 22.08. Midió 12.3 puntos y se ubicó como el segundo programa del prime time como así también de todo el canal y de los más vistos de ese día. Considerando el buen resultado, se evalúa hacer un especial más antes de fin de año.
A diferencia de otros episodios, en los que se dedicó a viajar a distintas ciudades del mundo para conocer las casas de sus entrevistados y compartir algunos días con sus familias, esta vez la conductora estrella recibió al artista colombiano en Buenos Aires en mayo pasado y juntos recorrieron rincones emblemáticos de la ciudad.
La primera parada fue la línea del subte H, donde camuflados con lentes, pelucas y atuendos distintos a los que suelen usar, cantaron “Cristina” y “Un año”, dos de las canciones más populares del artista colombiano, que visitó la en su programa de Telefe en varias oportunidades.
Luego de muchos años sin pisar el transporte público, Susana llevó a pasear al ex novio de Tini Stoessel en un interno de la línea 60 para poder degustar la pizza de un icónico local ubicado en el barrio de Chacarita, en la que también conocieron los secretos para preparar la pizza perfecta, y luego siguieron camino hacia el estadio Monumental.
Este contenido se suma a la larga fila de originales de Paramount+: Siendo Pampita, Marley & Mirko, Manos Arriba Chef!, Río Shore, Cecilia y Los Enviados.
Si bien Susana es Susana, haga o no televisión, lo cierto es que Giménez hace ya 5 años que no está en pantalla de manera seguida y fluida. En los pasillos de Telefe susurran que la ausencia de la estrella máxima de la historia de su pantalla se debe a que los estrategas del canal ya no la necesitan para sostener el promedio de su audiencia general. Se puede entender con la metáfora de un equipo de fútbol al que le sobran cracks. Y a diferencia de otras grandes figuras, Susana no precisa del estímulo del rating para encontrarle sentido a sus días. Entre Miami y Punta del Este, ella es feliz. Pero por las dudas, la diva ya dio el sí para conducir un reality en Prime Video.