Por Mariano Cúneo Libarona (*)
El destino me condujo a un nuevo desafío: asumir el rol de ministro de Justicia. Este llamado me encomienda la tarea de transformar y revitalizar la Justicia en nuestra querida Argentina. En este camino, orquestado por figuras destacadas como nuestro presidente Javier Milei, la sabiduría de Nicolás Posse y la mirada inteligente de Santiago Caputo, me llevaron a tomar el compromiso sabiendo que mi padre, desde el cielo, me apoya y me guía para contribuir a mejorar la Justicia en toda la Argentina.
Mis 40 años de abogado -y algunos otros como funcionario judicial- me llevan a una conclusión ineludible: sin Justicia eficiente, libre, equitativa y rápida no llegaremos nunca a una Argentina grande y libre.
La independencia judicial emerge como la primera piedra angular en la edificación de un sistema judicial sólido y equitativo. Nombrar jueces idóneos, seleccionados por sus méritos y competencia, no amigos y apolíticos constituirá un pilar esencial. Además, el respeto irrestricto a la división de poderes garantizará la integridad y autonomía del Poder Judicial, fundamentos indispensables para la construcción de una justicia fuerte y confiable.
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En paralelo, el nombramiento de jueces con criterio exclusivo en la idoneidad, la modernización del Código Penal, la implementación del Código Procesal Penal Federal y el juicio por jurados se presentan como tareas ineludibles. Las leyes deben evolucionar al ritmo de una sociedad dinámica. Es mi obligación darle a jueces, fiscales, defensores, abogados y justiciables las herramientas necesarias para llevar adelante procesos modernos, ágiles y eficientes que brinden soluciones.
La digitalización de los procesos judiciales y registros, la implementación de tecnologías emergentes y la adaptación a las demandas de una sociedad cada vez más interconectada serán los cimientos de una Justicia moderna y eficiente. La agilidad en la adopción de estas herramientas será esencial para garantizar una Justicia rápida y accesible para todos los ciudadanos.
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La implementación del sistema acusatorio en todo el país, las bases de un juicio rápido y la promoción de juicios por jurados no solo democratizarán el proceso judicial, sino que también fortalecerán la transparencia y la comprensión pública del sistema legal. La Justicia, entendida como un servicio público, debe ser accesible y comprensible para cada ciudadano. Es importantísimo combatir la discriminación de cualquier tipo.
La visión moderna de los Derechos Humanos se traduce en acciones concretas para garantizar la protección integral de todos los ciudadanos. La atención a los derechos de las víctimas, la protección de los más vulnerables y la lucha contra las violaciones de los derechos humanos en todas sus formas se convierten en ejes fundamentales de una Justicia comprometida con la dignidad y la equidad.
El diálogo constante y la búsqueda de consensos se revelan como herramientas cruciales para construir un sistema judicial más fuerte y resiliente. El nombramiento del Procurador General de la Nación se aborda desde una perspectiva de unidad, destacando la importancia de encontrar un candidato respaldado por méritos y consensos que reflejen la diversidad de voces en nuestra sociedad.
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En este momento crucial de nuestra historia, la unidad nacional se presenta como un imperativo, donde la Justicia se transforma en un actor fundamental en esta etapa. Hemos asumido un compromiso profundo con la reconstrucción de la confianza en nuestras instituciones. La Justicia argentina, con su rica historia y sus desafíos, debe recuperar el prestigio que merece tener. Sin ello, no llegaremos nunca al futuro que los argentinos nos debemos.
La construcción de un futuro de justicia, libertad y prosperidad para todos los argentinos requiere una visión amplia, estratégica y centrada en los valores fundamentales que nos unen como nación. Cada paso que damos es una contribución al tejido de una Justicia más fuerte, una sociedad más cohesionada y un país más próspero. Con la mirada fija en el horizonte, avanzamos juntos hacia un futuro que refleje la grandeza y la resiliencia de nuestra querida patria.
(*) Abogado y ministro de Justicia de la Nación