Por Gustavo Sylvestre
Pocas veces en la Historia nacional se vio un intento de reformas tan salvajemente disparatado contra los intereses de las mayorías y tan atropellador de los principios constitucionales de la Nación.
El rechazadísimo DNU del Presidente Milei, base fundacional de su Gobierno, constituye como bien lo definió el Diputado Leandro Santoro, un verdadero Plan de Negocios; con nombre y apellido hacia quienes está dirigido y una sustitución lisa y llana de nuestra Constitucional Nacional por la “Constitución De Facto de Milei”.
Pocas veces en estos 40 años de Democracia, una acción de Gobierno ha sido rechazada en forma tan unánime por los constitucionalistas de distintas corrientes de pensamiento, pero sobre todo uniendo a distintos sectores políticos y sociales.
Una reforma constitucional encubierta: el análisis de Andrés Gil Domínguez
Voces autorizadas, desde el Presidente de la Corte, Horacio Rosatti, hasta el renombrado constitucionalista Andrés Gil Dominguez, han venido advirtiendo desde hace algunos meses, en base a las declaraciones que venía dando el entonces candidato Javier Milei, que muchas de esas enumeraciones estaban al borde de la ilegalidad y al margen de nuestra Constitución.
Ya en el Gobierno, estas advertencias se han hecho realidad: No es una exageración decir que Milei pretende gobernar según su “propia Constitución”, que es nada más ni nada menos que este engendro jurídico y mamotreto cuestionado y rechazado.
Bajo un título ampuloso y pretencioso (con alguna rémora a la dictadura militar), “Bases Para La Reconstrucción de la Economía Argentina”, el Gobierno de Milei y de Juntos por el Cambio pretende de un día para el otro, poner a la Argentina patas para arriba, junto a la bandera de remate al país.
Nunca se había visto que, en un discurso a la Nación, un Presidente se refiriera, con nombre y apellido a una empresa (Starlink) como beneficiaria de una de las desregulaciones de la economía. Y que días después, el propio Presidente anunciara que se está trabajando en armarle un marco jurídico al empresario Elon Musk para que explote el litio de nuestro País. ¿Y la tan proclamada seguridad jurídica, de la que tanto se han llenado la boca nuestros empresarios? ¿O sólo vale cuando se ven “amenazados” por un gobierno nacional y popular?
La mayoría de los artículos y las desregulaciones del DNU tienen un beneficiario directo: desde Papel Prensa, que ahora podrá venderle papel a quienes ellos quieran, pasando por los supermercadistas, con la derogación de la ley de góndolas y suprimiendo beneficios a sus empleados, a bancos y empresas financieras, cerealeras, y grandes grupos internacionales y magnates, con la supresión de la Ley de Tierras.
Se va a restringir fuertemente el Derecho a Huelga en la Argentina. Se pone a las puertas de la privatización a todas las empresas públicas, y hasta el Banco de la Nación Argentina, que con sus 70 sucursales, ha cumplido y cumple un papel de importancia en todo el país.
Carlos Fara: “Que haya salido el DNU es una victoria política importante para Milei”
Y deja totalmente desprotegidos a todos los usuarios y consumidores, con la derogación del Observatorio de Precios, de la Ley de Abastecimiento, de la de Compre Nacional, quitándole las atribuciones de regulador de precios al Mercado Central. Ni que hablar de la Derogación de la Ley de Alquileres. Como en el Gobierno de Macri, el Industricidio y la desaparición de nuestras Pymes, está a la vuelta de la esquina.
El decreto también sella fuertemente la relación política entre el Gobierno de Milei y el PRO, ya que así como el Presidente compró llave en mano al equipo económico de Caputo, del que era tan crítico en el pasado; ahora suma todo el Plan que Federico Sturzenegger había preparado para Patricia Bullrich, haciéndolo propio.
Y habrá que ver si la Unión Cívica Radical se anima a volver a la senda de un partido de poder ligado al campo nacional y popular que supo ser, o sigue siendo furgón de cola de la derecha argentina.
Una vez más se cumple aquella frase extraordinaria surgida del sabio Pepe Mujica: «Los sectores progresistas se dividen por el debate de ideas, mientras que la derecha se une por iIntereses comunes». Y así Gobiernan.