Las duras protestas que estallaron en Francia contra el cambio de la edad jubilatoria, desnudan la dificultad que tienen las democracias de todo el mundo para debatir acuerdos de fondo. La fuerza reemplazó al diálogo.
Las duras protestas que estallaron en Francia contra el cambio de la edad jubilatoria, desnudan la dificultad que tienen las democracias de todo el mundo para debatir acuerdos de fondo. La fuerza reemplazó al diálogo.