Alberto Fernández brindó un discurso en el marco de la conferencia: «Desafíos globales: una perspectiva latinoamericana» en la Universidad The New School en Nueva York y aseguró que los países de renta media, como la Argentina, se encuentran «absolutamente alejados del socorro internacional».
«Ayer hablaba con Kristalina Georgieva (directora del FMI) y le decía que la pobreza no está sólo en los países pobres: el mayor porcentaje de pobreza lo tenemos los países de renta media, a los que nunca nos prestan atención, porque no somos ricos, pero tampoco somos pobres», precisó y sentenció que «entonces quedamos absolutamente alejados del socorro internacional».
En esa línea, remarcó que «la pandemia funcionó como un velo que se corre ante todos para dejar al descubierto el sistema injusto» y afirmó que América Latina «es el continente más desigual del mundo». Por lo tanto, sostuvo que «este es el momento de cambiar esa realidad».
«Los países centrales convocan a trabajar contra el cambio climático, pero ni el Caribe, ni América del Sur, ni África somos emisores de la huella de carbono», subrayó y marcó que «a la hora de resolver el problema, nos exigen igual que a todos, pero no nos dan los recursos que deberíamos merecer porque somos acreedores ambientales en el mundo del presente». En consecuencia, indicó: «¿Quién nos presta atención? ¿Por qué nos exigen del mismo modo, si no fuimos los causantes del problema?»
Luego el mandatario puso el foco en la invasión de Rusia a Ucrania e hizo hincapié en que «la voz de América Latina debe estar presente» en las discusiones internacionales y recordó que «fue algo que me impuse como parte de la política internacional de la Argentina y de la CELAC».
EN VIVO | El presidente Alberto Fernández (@alferdez) brinda la conferencia "Desafíos globales: una perspectiva latinoamericana" en la Universidad @TheNewSchool. https://t.co/FbQ9cPkHBi
— Casa Rosada (@CasaRosada) September 20, 2022
«Es muy posible que América Latina acabe teniendo una oportunidad en esta guerra, porque se necesita producir alimento y energía», aseveró y agregó que «claro que tenemos una oportunidad, pero no me gusta que sea producto de una guerra que se ha desatado».
«Porque las guerras no dan oportunidades«, sentenció y añadió que «encontrar una oportunidad en una guerra es convertirse en un miserable: nosotros no queremos eso, queremos desarrollarnos en un mundo en paz» por lo que «no podemos permitir que la escalada bélica avance».
Además, el jefe de Estado advirtió que los países que tienen deudas sufren «mucho más esta realidad» y dejó en claro que «no hemos generado la deuda: la hemos heredado». En ese punto, consideró que «tenemos que repensarlo: no puede seguir existiendo el sistema de sobrecargos que triplican las cargas de intereses, no es posible que sigamos emitiendo DEGs para que queden en las arcas de los países poderosos». Es por eso, que insistió con que «tenemos que cambiar» y recalcó que «el mundo nos ha dado una alerta a toda la humanidad«.
Por lo tanto, manifestó que «la oportunidad que tenemos debe convocar nuestra ética y no es aprovechar las ventajas que una guerra nos da, sino exigir la paz para empezar a construir un mundo que nos incluya y nos permita salir ganando sin necesidad de que la sangre y la muerte se esparza por el mundo».
Para finalizar, el presidente habló sobre el aumento de los espacios de derecha y lo relacionó con el ataque contra la vicepresidenta, Cristina Kirchner. «Muchos han perdido el horizonte de proyección de sus vidas, desesperan. Y en la desesperanza de esos, es donde siembran el odio, la violencia los viejos fascismos que vuelven a reaparecer en el mundo», afirmó y en consecuencia, sostuvo que «lo que pasó en la Argentina con Cristina hace pocos días es el resultado de ese odio y negarlo no nos hace bien». «Eso no pasa sólo en la Argentina, sino en todo el mundo: uno ve cómo las derechas recalcitrantes en Europa avanzan», concluyó.
