Cristina Kirchner participó este viernes del último día de los alegatos de su defensa en el juicio por la causa Vialidad, en el que afronta un pedido de condena de 12 años de prisión y la inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos.
La vicepresidenta decidió ejercer el derecho que le concede el artículo 104 del Código Procesal Penal, ya que no solo es acusada sino también abogada, tras la negativa del tribunal de ejercer su defensa tras la presentación final del fiscal Diego Luciani.
“Si no hubiera tenido la suerte de ser abogada hubiese estado en esto de indefensión frente al alegato del fiscal”, expresó en el comienzo de su discurso, en el que también felicitó a su abogado, Carlos Beraldi, por “el ejercicio profesional de la defensa” para “desmontar las increíbles mentiras” de Luciani y Sergio Mola.
La exmandataria consideró que este es “un claro caso de prevaricato”, dado que los dos acusadores “mintieron en el alegato de acusación”. En ese sentido, señaló las pruebas presentada por sus defensores para contrarrestar las acusaciones en su contra, entre ellas los encuentros con el juez Sebastián Casanello y el presunto “plan limpiar todo”.
Por otro lado, analizó el juicio “desde lo jurídico y no sólo desde lo penal” y recriminó que “no encaja en el sistema jurídico argentino”. “Es un disparate. Esto no ayuda al país, lo torna poco serio al borde del ridículo”, manifestó.
Al respecto, se refirió a la acusación de Luciani de que los tres gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner “fueron tres asociaciones ilícitas para hacer 51 contratos viales en la provincia de Santa Cruz” y aseguró que viola el artículo 1 de la Constitución Argentina, ya que fueron electos por el voto popular. “Un gobierno elegido bajo esta forma no puede ser una asociación ilícita”, recriminó.
Además, mencionó que de ser así, todas las medidas tomadas bajo su mandato serían ilícitas, entre ellas la designación de Luciani en su cargo: “Él no podría estar en la causa porque no es fiscal. Se lo firmé yo, la jefa de la asociación ilícita. ¿Se dan cuenta hasta dónde llegamos cuando agarramos de los pelos y retorcemos los códigos?”.
Por otro lado, hizo referencia a los ataques que sufrió este año, como la pedrada a su despacho en el Congreso y el intento de asesinato que sufrió en las inmediaciones de su departamento en Recoleta, y sumó el alegato “histriónico” de los fiscales.
Además, pidió que cesen las acusaciones sobre su “impunidad”. “Tengo cinco causas de asociación ilícita. Si quieren hablar de impunidad miren para otro lado. Yo me siento en estado de indefensión, intranquila. Los jueces y fiscales que me juzgan jugaban al fútbol o visitaban a Macri”, resaltó.
