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Apuestas online, voracidad y millones: quiénes son los verdaderos dueños del juego en Argentina
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Apuestas online, voracidad y millones: quiénes son los verdaderos dueños del juego en Argentina

Por Rubén Manzanares

En Argentina el juego virtual creció a pasos agigantados a fuerza de publicidad y con la ayuda de regulaciones que favorecen a los grandes jugadores del sector. Quiénes son los dueños de a las apuestas y el rol de la política.

El juego online en Argentina experimentó un auge vertiginoso en los últimos años, impulsado por la pandemia y la creciente popularidad de las apuestas deportivas, que se multiplican gracias a un incesante y nocivo bombardeo, sobre todo direccionado al mundo adolescente.

El peligro de las apuestas deportivas online: una silenciosa epidemia de adicción se extiende por el país

Sin embargo, detrás de este negocio multimillonario se esconde un complejo entramado de empresas y conexiones políticas que generan interrogantes sobre la transparencia y la responsabilidad social del sector, donde un puñado de empresarios se posicionan como los principales protagonistas.

En Argentina, cada provincia posee la potestad de otorgar las licencias para operar casas de apuestas online. Esta fragmentación del mercado genera un escenario complejo, donde las empresas deben adaptar sus estrategias a las regulaciones específicas de cada jurisdicción.

PROVINCIA Y CIUDAD, NEGOCIO REDONDO

En la Provincia de Buenos Aires -por ejemplo- el Instituto Provincial de Lotería y Casinos (IPLyC) es el organismo encargado de gestionar las licencias de juego online. En 2020 (el año que vivimos encerrados), el IPLyC adjudicó 7 licencias por un período de 15 años a las empresas que resultaron ganadoras del proceso licitatorio.

Entre las empresas que obtuvieron licencias en la Provincia de Buenos Aires se encuentra BetWarrior, operada por una unión transitoria de empresas (UTE) compuesta por Binbaires S.A. y Ondiss S.A. Su principal accionista es Federico de Achával, presidente del Hipódromo de Palermo. En sociedad con capitales griegos, españoles y daneses, la firma opera en México, Brasil, Canadá, Chile, Ecuador, Bolivia, Perú, Paraguay, Costa Rica, Panamá y Uruguay. BetWarrrior es nada más y nada menos que sponsor oficial de la AFA, de Las Leonas, de Los Leones y de la Asociación Argentina de Tenis. Y, por el momento, a nadie le parece una incongruencia.

Otro de los jugadores es Bplay, una plataforma de apuestas online perteneciente al Grupo Boldt, cuyo principal propietario es el empresario Antonio Tabanelli en sociedad con 888 Holdings, con sede en Gibraltar. El grupo controla casinos en Tigre, Santa Fe, Chile y Uruguay, y quiso entrar a pie firme en el mundo de las apuestas deportivas como main sponsor en las camisetas de Estudiantes de la Plata y de Vélez Sarfield. Bet365 es un sitio de apuestas online con sede en Reino Unido asociado en Argentina con la empresa Pasteko SA de Gastón Stefani, que administra dos bingos en Berazategui.

Apuestas online, un riesgo que afecta cada vez más a grandes y chicos

La franja horizontal amarilla que atraviesa la camiseta de Boca lleva su marca. El dorsal de la casaca de Racing Club de Avellaneda también. Se trata de Betsson, la empresa de apuestas del Grupo Betsson, oriundo de Suecia y asociado en Argentina con la empresa Casino Victoria de Daniel Mautone, socio de Daniel Angelici en dos salas de juego de Ramallo y Pergamino. Uno de sus hijos, Sebastián, fue candidato a vocal en Boca por la lista de Christian Gribaudo que perdió frente a Juan Román Riquelme las elecciones xeneizes. Una relación de amistad y de negocios que aparece vinculada al mundo del juego y que será mencionada varias veces a lo largo de esta nota.

Las empresas del juego online en Argentina generan ingresos considerables. Según estimaciones del mercado, el sector mueve alrededor de $1.000 millones pesos mensuales en la Provincia de Buenos Aires y $500 millones en la Ciudad, donde esta modalidad de juego online fue autorizada en 2019.

Los riesgos de las apuestas online y las estafas en internet

La Lotería de la Ciudad de Buenos Aires (LOTBA) se encarga de otorgar los permisos de operación, que tienen una duración de 5 años con posibilidad de prórroga. A diferencia de la Provincia, en CABA el número de permisos no es limitado, aunque en la actualidad solo operan 11 empresas.

Hay cuatro de ellas que operan en la dos principales jurisdicciones del país, que -entre ambas- concentran a la mitad de la población argentina. Son BetWarrior, Bplay, Bet365 y Betsson. Esto demuestra el dominio de estas compañías en el mercado nacional de apuestas online.

CÓRDOBA Y SANTA FE NO SE QUEDAN AFUERA

En Córdoba, la licitación para operar plataformas de apuestas online dejó afuera a jugadores importantes, como Daniel Angelici, Ricardo Benedicto, la familia Rosenzvit y la española Codere.

Entre los ganadores figuran la bonaerense Boldt (asociada a SG Digital), Betsson-Casino de Victoria («Online Córdoba»), la local CET (con Daruma Sam) y el Grupo Slots («Jugadón»).

La baja de Rush Street Interactive-Atlántica de juegos, vinculada al ex presidente de Boca y operador judicial del macrismo (entre otras múltiples ocupaciones) generó sorpresa. Sin embargo, su socio histórico, Daniel Mautone (propietario de Casino de Victoria), operará una licencia en Córdoba junto a Betsson. También llamó la atención la ausencia de Binbaires, Ondiss e Intralot (controlada por Benedicto) y de Impresora Internacional de Valores (familia Rosenzvit).

Un dato curioso: Lotería de Córdoba excluyó a Betway Group, asociada a Picapertor, empresa de Nicolás Glazan, yerno del senador salteño Juan Carlos Romero.

En Santa Fe, el decreto de Omar Perotti benefició al casino de la capital provincial (propiedad del Grupo Boldt Peralada) y al City Center de Rosario (originalmente de Cirsa, Inverclub, Cristóbal López, Ricardo Benedicto, Juan Castellanos y Héctor Cruz). A mediados de 2016, López se desprendió de su parte y la transfirió a Benedicto, socio de De Achával en Casino Buenos Aires.

BETANO, UN GIGANTE MISTERIOSO

Betano es un gigante del juego online que pisa fuerte en Argentina, aunque su socio local permanece en el misterio. Incluso la marca es el main sponsor de la Liga Profesional de Fútbol. A partir de ahora, el torneo argentino se llamará Torneo Betano.

Fundado en 2012 en Grecia, creció en forma vertiginosa en Europa y Latinoamérica en los últimos años. Tras su llegada a Chile en 2021 y Brasil en 2022, la compañía desembarcó en Argentina este año, apostando fuerte por el mercado futbolero.

En el país, como en cualquier otro, Betano debe contar con un socio local para poder funcionar. Sin embargo, la identidad de este socio permanece en el anonimato, es un enigma. La encargada de llevar adelante las operaciones en territorio nacional es Betano Argentina, pero no se ha revelado información sobre las personas o empresas que se encuentran detrás de ella.

La casa de apuestas online cuenta con licencia para operar en territorio bonaerense. Sin embargo, en el sitio web de Lotería y Casinos de la Provincia de Buenos Aires, la documentación de Betano Argentina consta en el Registro de Licenciatarios de la misma manera que la de sus competidores. Allí debería figurar la Unión Transitoria de Empresas (UTE) a la que le fue adjudicada la licencia de operación, pero en el caso de Betano Argentina esta información no aparece.

Además de ser el sponsor principal de la Liga Profesional de Fútbol, la compañía también será sponsor oficial de los dos torneos continentales de selecciones más importantes: la Copa América y la Eurocopa.

LA SOMBRA DE INSAURRALDE

El juego necesita de facilitadores, y los políticos de mecenas, por eso el juego anida en las raíces del poder. La relación del ex intendente de Lomas de Zamora y ex jefe de gabinete bonaerense, Martín Insaurralde, con el juego se remonta a finales de la década del 90, cuando trabajaba con Jorge Rossi en la Lotería Bonaerense. Allí tejió vínculos con figuras clave del sector, en especial con el mencionado Daniel Mautone. La conexión entre Insaurralde y el juego no se limita a lo laboral. El rumor es que fue Mautone quien lo presentó a su ex esposa, la modelo y conductora de televisión Jésica Cirio. Basta repasar el mediático álbum de bodas para corroborar que entre los asistentes estaban Angelici, Cristóbal López, De Achaval y Guillermo Gabella, del Grupo Boldt.

Todo esto antes de que Insaurralde cayera en desgracia al hacerse público el paseo en yate por Marbella junto a la vedette Sofía Clérici. Hoy los tiempos han cambiado: el lomense no ostenta el poder público que tenía y su ex mujer acaba de casarse con otro hombre, un empresario tucumano llamado Elías Piccirillo.

Pero el vínculo entre Insaurralde y esta actividad no termina en sus vinculaciones públicas. Las sospechas sobre su relación con el juego clandestino persisten. Figuras como el ex “Rey de la Salada”, Jorge Castillo, y el ex intendente de San Isidro, Gustavo Posse, lo acusaron de tener nexos con apuestas ilegales.

Como jefe de gabinete de la provincia de Buenos Aires, Insaurralde impulsó la rehabilitación del débito y la instalación de posnet en salas de juego, una medida que, según expertos, facilita las apuestas y beneficia al sector. Una suerte de regalo de despedida.

El caso Insaurralde expuso un sistema donde el poder político y el juego se entrelazan, sin la transparencia y los controles que necesita una actividad que mueve tanto dinero. Decisiones públicas, poder y suspicacias.

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