Antonio Aracre, exjefe de asesores del presidente, Alberto Fernández, renunció el pasado 18 de abril a su cargo a menos de tres meses de haber asumido.
Hoy conversó con Antonio Fernández Llorente en La 990 y sobre su salida, contó: «La verdad es que hace tres semanas se anunció un índice de inflación bastante más alto de lo que todo el mundo esperaba, 7,7% y eso preanunciaba una nueva nominalidad más alta de la que estaba en los cálculos».
LA REUNIÓN QUE NO PUDO SER Y EL COMENTARIO DE PAGNI
«Con lo cual frente a lo que era la tasa de interés en ese momento quedaba muy negativa y eso permitía inferir que podíamos tener problemas», agregó y explicó que «en mi rol de jefe de asesores del presidente le escribí ese mismo día y le expresé mis preocupaciones y la necesidad, tal vez, de armar una mesa crítica en el sentido de la urgencia con el ministro de Economía y el presidente del Banco Central».
En ese punto, marcó que «siempre son dos instituciones que tienen dificultades de coordinar con el presidente y con el jefe de gabinete para ver si no había cosas para revisar con alguna celeridad» y añadió: «El presidente me pidió que le mande algo por escrito, se lo mandé».
«El día lunes almorzamos, me pidió profundizar algunos aspectos con Marcos Lavagna (director del Indec), otros aspectos con Matías Kulfas», indicó y remarcó: «Eso hice. Después a la noche hubo un comentario no del almuerzo ni del paper pero un comentario así general que hizo (Carlos) Pagni en su editorial que generó una turbulencia y muchos ruidos el día martes» en referencia a la frase «alguien dice que Aracre calienta motores para ser el nuevo ministro de Economía»
«Y después una demora muy grande por parte del Banco Central, casi diez días en modificar la tasa de interés como para que la subida del dólar reaccione a la baja«, marcó.
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DURA CRÍTICA AL GOBIERNO: «¿PARA QUÉ VINIMOS?
Acto seguido se metió en el plano económico y sostuvo: «Yo soy crítico de que si seguimos pagándole 300 a los vendedores de soja y les cobramos 200 a los importadores de autos caros o de aviones o de productos de lujo nos vamos a fundir». En ese sentido, sentenció que «no hay Banco Central que resista en eso».
«Entonces, si vos querés hacer importaciones de ese tipo en un contexto donde no hay dólares por la sequía, hacélo por dólares financieros», indicó y aclaró: «No importa que afecte en algo la inflación porque esa inflación de los productos de lujo no es la que nos preocupa».
«O en medio de una nominalidad inflacionaria creciente, en un gobierno peronista, tener $80.000 de salario mínimo, vital y móvil o no poder discutir que para los empleados que menos ganen le demos una suma fija de 50mil pesos, la pregunta que yo me hago es para qué vinimos, si se supone que somos un gobierno progresista pero no podemos modificar la ecuación distributiva», lanzó.
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«Cada mes que pasa con una inflación creciente y con salarios sobre todo para la gente de clase más baja nunca van a alcanzar ese proceso inflacionario, bueno, algo no estamos haciendo bien», enfatizó.
«NO PUDE REUNIRME CON MASSA»
Acerca de si pudo plantearle estas cosas a Massa, Aracre afirmó: «Yo intenté varias veces reunirme con él y no pude hacerlo» y agregó: «Pero sí, él me mandó a hablar con dos personas de su equipo. Ellos estaban bastante de acuerdo con mi propuesta, lo que sí tenías algunas dudas por el lado de Alberto y (Miguel Ángel) Pesce, la cosa podía llegar a funcionar».
«A partir de eso, también es que me adentro en tratar de persuadir al presidente en la necesidad de repensar y de discutir en una mesa un poco más amplia estos temas», subrayó.
«CERRUTI ES ESPECIAL Y UN TANTO AUTORITARIA»
Por otra parte, sobre «quién es Gabriela Cerruti hoy en la vida política del presidente», el entrevistado detalló que «Cerruti y Julio Vitobello conforman un entorno muy cercano a Alberto Fernández y son personas que influyen mucho en su agenda y en sus decisiones: cómo invertir su tiempo y su agenda».
Por lo tanto, sin quedarse callado, aseveró: «A mí me costó mucho romper esa pared» y aseguró: «Con Gabriela he tenido discusiones bastante fuertes, es una persona especial, en mi opinión, un tanto autoritaria: cuando quiere te contesta y cuando no, te clava el visto».
«Siempre presupone que la culpa es tuya de las cosas que pasan», siguió y recalcó: «De hecho, lo convenció al presidente de que yo había tenido off con los periodistas y eso no pasó».
Sin guadarse nada, afirmó: «La relación que yo tenía con Gabriela en algún punto se había vuelto tóxica, debido a que, yo le hablaba, ella me clavaba el visto. Después, ella venía, me retaba y yo no le hablaba».
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«LA DIVERSIDAD DE PENSAMIENTO SE VE COMO UNA CONSPIRACIÓN»
Por lo tanto, sostuvo: «Este es un gobierno que tiene la capacidad de comunicar y de hacer las cosas mejor. Sobre todo, de hacer» y remarcó: «Lo que se nos dificulta mucho es la discusión interna porque no hay mecanismos que contemplen cómo dirimir la diversidad de pensamiento que en general, se ve como una conspiración».
«Yo no intentaba hacer ninguna conspiración, yo quería hacer un aporte», aseguró y dejó en claro que «cuando vi que me operaban de todos lados, decidí irme a mi casa».
