Fernando Sabag Montiel, quien intentó asesinar a Cristina Kirchner y su novia, Brenda Uliarte fueron procesados con prisión preventiva al ser acusados de coautores del atentado a la vicepresidenta. La decisión fue tomada por la jueza de la causa, María Eugenia Capuchetti, quien también dictó un embargo de 100 millones de pesos respecto de cada uno de los detenidos.
La determinación de procesarlos tuvo lugar de que tanto Sabag Montiel como Uliarte prestaran declaración indagatoria y la magistrada estableciera que los dos formaron parte del ataque contra la titular del Senado.
En su fallo, Capuchetti indicó que ambos fueron coautores del delito de homicidio agravado por el uso de armas de fuego, alevosía y el concurso premeditado de dos o más individuos, en grado de tentativa.
«El modo en que se ejecutó la maniobra investigada refleja la existencia de una cogobernabilidad del hecho por parte de ambos imputados, en tanto la determinación del modo, tiempo y lugar de su ejecución estaba previamente establecida por ellos», explicó la jueza y aclaró que «si bien fue Sabag Montiel quien utilizó el arma de fuego contra la víctima, lo cierto es que Uliarte también tuvo activa participación en la ejecución del hecho, en el cual estaba presente a escasos metros de lo ocurrido, brindando el apoyo logístico y moral para su realización».
Sabag Montiel, de 35 años, y Uliarte, de 23, fueron los primeros detenidos en la causa, luego se incorporó a Agustina Díaz, amiga de Brenda y Gabriel Nicolás Carrizo, que será indagado hoy. Concluida esa parte, Capuchetti deberá decidir si procesa o no a los otros dos detenidos.
Según la resolución de la magistrada, a Sabag Montiel se le imputa «el haber intentado dar muerte, de manera premeditada, a Cristina Elisabet Fernández de Kirchner, contando para ello con la planificación y acuerdo previo de Brenda Elizabeth Uliarte y Agustina Mariel Díaz».
A su vez, se precisa que el atacante «apuntó hacia su rostro y a corta distancia una pistola semiautomática de acción simple, calibre.32 auto, marca Bersa, modelo Lusber 84 con la numeración 25037 en el lateral izquierdo del cañón accionando la cola del disparador en al menos una ocasión sin que se produzca el disparo pese a encontrarse la misma cargada con cinco cartuchos a bala del mismo calibre y resultar apta para sus fines específicos«.
«Para ello, contó con el aporte para su ejecución de Brenda Elizabeth Uliarte, quien estaba presente en las inmediaciones del lugar al cual arribaron conjuntamente y quien brindó el apoyo moral y logístico para su realización, habiéndose determinado que detentaban el arma de fuego secuestrada como sus municiones desde fecha anterior al hecho», agrega el fallo.
Por lo tanto, la jueza considera que Uliarte «mantuvo separadamente con anterioridad a la ejecución del hecho, diversas comunicaciones con ambos coimputados (Sabag Montiel y Díaz), en las cuales se planificó el suceso, evaluando diversas alternativas para llevarlo a cabo y evitar ser puestos al descubierto, acordando finalmente su realización el día del evento imputado en la modalidad empleada».
En consecuencia «se le imputa haber tenido de manera conjunta, con su consorte de causa, dicha pistola semiautomática de acción simple, calibre 32 auto, marca Bersa, la cual fue receptada previamente con la numeración parcialmente suprimida en la base de su empuñadura desde fecha anterior al hecho, cuanto menos desde el 5 de agosto del año 2021, a sabiendas de ello y que fuera secuestrada en la vía publica en el lugar del hecho antes señalado, luego del intento fallido de la planificación por ellos llevada a cabo» y añade: «Así como también haber acopiado dos cajas de municiones con la denominación MAGTECH conteniendo, cada una, 50 cartuchos intactos calibre 32 automático, las cuales fueron secuestradas el día 2 de septiembre».
Para concluir, Capuchheti afirmó que «los sucesos del 1 de septiembre fueron el capítulo final del plan delictivo que previamente habían acordado, diseñado y estudiado Brenda Elizabeth Uliarte y Fernando André Sabag Montiel, el cual pudo ser reconstruido a partir del análisis que realizó la Policía de Seguridad Aeroportuaria de la información contenida en los teléfonos celulares secuestrados a ambos imputados».