El ministro de Seguridad de la Provincia, Sergio Berni, habló nuevamente de los golpes que recibió cuando se presentó a la protesta que llevaban a cabo los colectiveros debido al crimen de su compañero, Daniel Barrientos y realizó una comparación con el asesinato de Fernando Báez Sosa, el joven asesinado a la salida de un boliche en Villa Gessel, el 18 de enero de 2020.
Luego de que se iniciara una investigación contra los colectiveros que agredieron al funcionario (dos de ellos que habían detenidos, ya fueron liberados), el miembro del gobierno de Axel Kicillof habló sobre lo sucedido y sostuvo: «Golpearon a una persona de manera cobarde, patotera e innecesaria y esas imágenes me remontan a Fernando Báez Sosa y miren como terminó».
En diálogo con Pérfil Radio, aseguró: «Si yo no hubiera tenido esa fortaleza para recibir lo que recibí, seguramente hoy estaríamos hablando de una situación mucho más complicada y agregó: «No hay que poner el eje de la cuestión si el allanamiento fue mucho o poco». En ese sentido, aseveró que «se hizo todo según los protocolos y fue contundente de acuerdo a lo que pasó, de acuerdo a la manera cobarde en que actuaron».
Luego en base a sus dichos, en la entrevista le consultaron: «¿Usted se sintió en los zapatos del joven asesinado por una patota en Villa Gesell?» ante lo que Berni aclaró: «Yo no dije que me sentía en los zapatos de Báez Sosa, dije que si no hubiera tenido la fortaleza de mi historia de vida, hubiera terminado como Báez Sosa».
«Nadie lo puede garantizar y las cosas no se dieron así, pero no hay que tomarlo con tanta liviandad y ponernos a discutir sobre si el allanamiento fue exagerado o no , porque hay protocolos que cumple la policía que se juega la vida cuando rompe una puerta y no sabe qué se va a encontrar del otro lado», subrayó.
Sobre porqué fue golpeado cuando arribó a la protesta, hizo hincapié en que «hay una gran crítica hacia gran parte de la política, donde se visualiza siempre una disociación en la realidad, entre lo que le pasa a la gente y la política» y destacó: «Me parece que lo que ha quedado en evidencia es que está hablando con un funcionario que está todo el día en la calle, que no se esconde detrás de un escritorio, que no hace especulaciones a través de declaraciones rimbombantes, ni a través de redes sociales, sino que está trabajando en la calle todo el día».
Acerca de si las agresiones tuvieron que ver con ese cansancio, bronca de la gente con los políticos, Berni consideró que «es muy difícil hacer esas conclusiones» pero recalcó: «Lo que sé es que había mucha gente, 300 o 400 personas (en la protesta) y los violentos fueron entre seis y diez, no más de eso. «Violentos que la misma gente repudió, que los mismos colectivos repudiaron, y cuando llegó la policía de infantería estábamos en pleno proceso de ver donde nos reuníamos», finalizó.
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