Lleva en su ADN una historia familiar de luchas patrióticas, que lo inspiran hasta el día de hoy. Pero su hogar actual, su pareja y sus hijas, tironean del otro lado. Y también está Racing. Cómo se mezclan la misión pública y la dedicación privada.
“Suelo ser muy rígido y me cuesta expresar mis emociones. Siento que Milagros me ayuda a mostrar mi lado más humano”, confiesa el candidato. No es fácil (ni a veces recomendable) para quien se dedica a la actividad política dar cuenta públicamente de su vida privada o mostrar abiertamente lo que siente, y mucho menos para Horacio Rodríguez Larreta, hoy aspirante a presidir la Argentina, de cara a una de las elecciones más agresivas desde el regreso de la democracia.
Pero él es las dos cosas; por un lado, es Larreta, la máquina política que pareciera haber nacido para eso; y también Horacio, el tipo familiero, fanático de Racing y que disfruta de una nueva oportunidad para el amor. Milagros, a quien se refiere en la frase anterior, es Milagros Maylin, su pareja desde 2022.
Un vistazo a la historia de Horacio permite comprender mejor quién es Larreta, fundador de un partido que marcó y marca la historia política de la Argentina, que transformó la Ciudad de Buenos Aires y que ahora quiere cambiar el curso del país. “Argentina tiene que ser protagonista en el mundo”, asegura.
ADN POLÍTICO
La fría documentación indica que Horacio Rodríguez Larreta nació el 29 de octubre de 1965, en el seno de una familia signada por la política, tal como se desprende de los apellidos de sus padres.
Su papá fue Horacio Rodríguez Larreta Leloir y su mamá es María Cristina Díaz Alberdi. Por parte de padre hay todo un linaje político que se remonta a la primera mitad del siglo XIX: es chozno de Manuel Oribe, uno de los Treinta y Tres Orientales apoyados por Rosas que lucharon por liberar a Montevideo de los invasores luso-portugueses y finalmente fue el segundo presidente del Uruguay, gobernando entre 1835 y 1838 y entre 1843 y 1852. E incluso se remonta a los tiempos del Virreinato, ya que Oribe era descendiente del primer gobernador de Montevideo, José Joaquín de Viana (1718-1773).
El segundo presidente de Uruguay, Manuel Oribe, es uno de los ancestros de Rodriguez Larreta (Dibujo de Jules Daufrene)
Los bisabuelos de Horacio también fueron ilustres. Por un lado, Carlos Rodríguez Larreta, quien fuera canciller y ministro del Interior de Manuel Quintana y de José Figueroa Alcorta; por el otro, Antonio Leloir, que era el propietario de los terrenos de Ituzaingó que hoy llevan su nombre, y fue también quien llevó adelante el proceso de desarrollo y urbanización. Asimismo, sus tíos bisabuelos fueron el prestigioso escritor Enrique Larreta (el Museo Larreta es en su honor) y otro Horacio Rodríguez Larreta, también político, procurador general de la Nación entre 1923 y 1935. Y no termina allí, porque su tatarabuelo era Mariano Unzué, miembro de una dinastía agropecuaria y propietario del Palacio Unzué, que funcionó como residencia presidencial hasta su demolición en 1956, durante la dictadura de Aramburu.
Pero más allá de este linaje y del ADN, para Horacio su mayor influencia fue su padre, un empresario petroquímico que se transformó en un reconocido líder desarrollista, militó en el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) y acompañó a Arturo Frondizi y Rogelio Frigerio como funcionario de la Cancillería (años más tarde fue subsecretario de Privatizaciones y jefe de Asesores de Defensa de Oscar Camilión, en tiempos de Menem) y fue presidente de Racing entre 1977 y 1978.
“La política estuvo siempre presente en mi vida. Mi papá fue dirigente desarrollista, mi padrino era Frigerio, el abuelo de Rogelio que va a ser el próximo gobernador de Entre Ríos. De chico me fascinaba escuchar sus conversaciones en la mesa de casa, aprender sobre cómo funciona el gobierno y lo apasionante que es trabajar para que nuestro país crezca y los argentinos vivan mejor”, le cuenta Horacio a Newsweek Argentina.
Pero ese compromiso de su padre le hizo vivir a su familia una experiencia que él mismo califica como “traumática”: la detención ilegal de su padre durante la última dictadura militar, cuando se salvó de ser un desaparecido más.
“Fue una vivencia que me dejó muy marcado. Yo tenía 12 años, y vivíamos con mi viejo y con mis hermanos, con quienes nos turnábamos para dormir con él. Una noche, la chica que trabajaba en casa toca la puerta y dice: ‘Señor, lo buscan abajo’. Eran las 3 de la mañana. Papá bajó a ver qué pasaba, pero no volvió. Después nos enteramos que lo habían cargado en un Falcón verde. Y desapareció. No tuvimos más noticias. Lo que suponemos que pasó, es que jugaban Racing y River, y fue noticia que el presidente de Racing no había ido a la cancha. Por la parte deportiva, apareció la desaparición. Entonces, se hizo público que había desaparecido. Eso le salvó la vida”, cuenta.
Y sostiene que eso le dejó también un fuerte aprendizaje: “Cada vez que recuerdo esto, digo lo mismo: que el ejercicio de la memoria nos sirva para valorar y cuidar la vigencia de la Constitución Nacional, condenar toda forma de violencia, sostener y promover el diálogo, y defender los derechos y las libertades que tanto nos ha costado conseguir. Democracia para siempre”.
Especial Elecciones de Newsweek Argentina: Horacio Rodríguez Larreta y el país que viene
Tan fuerte ha sido y es la política en el seno de la familia Larreta que, cuando se le pregunta por la relación con sus padres, no puede evitar mencionarla mezclada con el afecto. “Fue una relación de mucho cariño con los dos, atravesada lógicamente por mis dos pasiones en la vida: la política y Racing”.
“¿Qué significa Racing en su vida?”, le pregunta Newsweek Argentina. Horacio no duda: “Es mi pasión, es lo que me conecta con mi familia y con mis amigos. Cada vez que juega La Academia siento una alegría inmensa. Además, es un cable a tierra cuando necesito desconectar de la política”.
Pero, por el momento, Racing permanece del lado de Horacio más que de Larreta, algo vinculado a su historia, sus afectos, y no a la política. “¿Le gustaría ser presidente de Racing en algún momento?”. “No. Hoy estoy en la carrera presidencial porque mi vocación es trabajar y trabajar para que los argentinos vivan mejor, con menos problemas”.
CONOCIENDO A HORACIO
Otra manera de entender la vida de Horacio Rodríguez Larreta es pensar que nació un 29 de octubre bajo el signo de Escorpio, en una familia afectuosa de la Capital Federal, sin preocupaciones económicas, en la que se respiraba política.
El dato que salta a la luz del “Horacio niño” es que a los cinco años se le detectó una condición de salud que en estos días ha vuelto a ponerse sobre la mesa a partir de los ataques de algunos “haters”. Se le diagnosticó “temblor esencial”, cuyo síntoma más evidente es que le tiemblan las manos y debe, por ejemplo, sujetar los vasos con ambas.
¿Cómo lo afectó esta condición? “Me lo detectaron de chico y siempre lo viví con total naturalidad. Decidí hacerlo público para quitarle el estigma y la curiosidad después de unos comentarios negativos en Twitter”, explica. De hecho, recientemente publicó un spot de campaña en el que ironizaba con su “enfermedad”, y asegura: “En cuanto al spot, me pareció una idea creativa para demostrar que a pesar de que me tiemblan las manos, no me tiembla el pulso para tomar decisiones importantes”.
Las biografías del candidato señalan que cursó la secundaria en la Escuela Argentina Modelo (de la cual egresó en 1983, con el regreso de la democracia) y que luego ingresó a la Universidad de Buenos Aires, donde se recibió de Licenciado en Economía, en 1988.
A partir de allí, dos grandes oportunidades se le presentaron para darle una experiencia invaluable. Primero ingresó a trabajar a la petrolera Esso, como analista de operaciones financieras, y luego llegó la chance de estudiar en Harvard. En 1991 se fue a los EE.UU. para cursar un máster en Administración de Empresas.
“Fue una experiencia muy enriquecedora, sobre todo porque me mostró la importancia de la diversidad a la hora de trabajar y lograr transformaciones. En Harvard muchos éramos de distintos países. Teníamos historias, experiencias y culturas diferentes, pero aprendimos a aprovechar esas diferencias para ser mejores. Ese aprendizaje marcó mucho mi mirada de la construcción política y por eso siempre me sentí más cómodo gobernando en coalición, trabajando siempre con amplitud y con vocación de sumar distintas miradas”, recuerda.
Con esos pergaminos bajo el brazo, volvió en 1993 para iniciar su carrera política, militando en el peronismo. Y en ese mismo año fundó el grupo Sophía, un think tank clave en los años siguientes, que también fue donde conoció y tejió una amistad y estrecha colaboración con María Eugenia Vidal y Diego Santilli.
Desde entonces la vida política se ha vuelto cada vez más intensa, pero Horacio asegura que la prioridad en su vida es su familia, incluso en tiempos de campaña. “Es complejo; a veces es difícil compatibilizar todos los horarios, pero para mí pasar tiempo con mis hijas no es negociable”, enfatiza.
Para Horacio, su familia se define así: “Tengo a mi mamá, tres hermanos, tres hijas hermosas y estoy en pareja con Milagros”. Se casó con Bárbara Diez en el año 2000, y fruto de esa relación hoy tiene tres hijas. Manuela Calderón (nació en 1996), hija de Bárbara con una expareja pero a quien él abrazó como propia; Paloma (2002); y la pequeña Serena (2016).
Por esas cosas de la vida y del amor, en 2022 se separó de Bárbara y conoció a Milagros Maylin, quien se desempeñaba como secretaria de Bienestar General (reportando a Fernán Quirós) y realizó un importante trabajo en el Barrio Padre Mujica. Contra las habladurías de las revistas del corazón, Horacio y Milagros fundaron una pareja en la que tanto Horacio como Larreta pueden sentirse bien, con un puente entre ambos. Y él mismo lo explica en la frase que da inicio a este artículo: “Siento que Milagros me ayuda a mostrar mi lado más humano”. Y sintetiza: “Milagros simboliza la compañía y el amor en esta etapa de mi vida”.
De algún modo, su familia se completa con otros dos integrantes. “Milagros tiene un perro y mis hijas, un gato”, destaca.
Sus hijas son su debilidad, y también se han convertido en uno de los mayores motores de su lucha política: “Sueño con un país que las potencie y que las invite a elegirlo todos los días. Lamentablemente, hoy vivimos en un país que expulsa a los talentos jóvenes y tendría que ser exactamente al revés”.
Entonces, ¿quién es Horacio Rodríguez Larreta? ¿Es Horacio? ¿Es Larreta? Él se asume ambos y se autodefine: “Soy un apasionado. Del trabajo y de mi familia”.
