Este lunes, el fiscal ante la Cámara Federal de Casación Penal, Mario Villar, solicitó desestimar el sobreseimiento y llevar a juicio oral a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, sus hijos Máximo y Florencia, el empresario Lázaro Báez, el empresario Cristóbal López y otros imputados, por la causa por lavado de dinero conocida como “Hotesur”.
Vale recordar que el año pasado los jueces Daniel Obligado y Adrián Grunberg habían dictado el sobreseimiento de los acusados, pero Villar afirma que los dos magistrados habrían intentado “cerrar la causa” sin fundamentos.
«No hay ninguna prueba nueva que habilite analizar la posibilidad de un sobreseimiento», sostuvo, y afirmó que en todo caso eso debería debatirse en el juicio. Por lo tanto, pidió el apartamiento de ambos jueces.
La decisión del fiscal de Casación coincide con la visión de los fiscales de instrucción, Gerardo Pollicita y Juan Ignacio Mahiques, quienes habían denunciado que las empresas hoteleras de la familia Kirchner, Hotesur y Los Sauces, no tenían fines comerciales reales, sino que actuaban como una pantalla para recibir el pago de sobornos vinculados a la obra pública, es decir, un blanqueo de dinero producto de la corrupción. Esa presunta asociación ilícita habría lavado unos $80 millones entre 2008 y 2015.
El pedido de Villar ahora deberá ser analizado por la Sala I de la Cámara Federal de Casación, que deberá determinar si los imputados deben o no presentarse a juicio oral.
Para el fiscal, sobreseer a los acusados sin juicio «no sólo priva al Ministerio Público Fiscal del ejercicio de su deber constitucional de promover la actuación de la justicia, sino que esconde a la sociedad aquello que en un debate oral y público se puede apreciar a plena luz del día». Además, explica que allí se podría “determinar si las imputaciones gravísimas que están en juego en esta causa son verdaderas o no, si pueden probarse más allá de toda duda razonable».
