César Milani, exjefe del Ejército Nacional, conversó esta mañana con Antonio Fernández Llorente en La 990 y aseguró que «es una barbaridad que el Ejército esté en la calle, eso es algo que lo viene repitiendo (Patricia) Bullrich hace varios meses, yo diría desde el año pasado».
En esa línea aseguró que «las Fuerzas Armadas no están preparadas para combatir el narcotráfico porque no están ni adiestradas, ni instruidas» y precisó que «está provista con armas letales, no utilizan armas antimotines ni siquiera armas que puedan ser usadas en centros urbanos. Por lo tanto, remarcó: «Todo lo contrario, son armas para ser utilizadas en un campo de combate, en lugares donde se puede tirar y su consecuencia es producir muertes».
Sin guardarse nada, aseveró que la idea de Bullrich de colocar al Ejército en las calles «es puramente electoralista y mediático» con el objetivo «de confundir a la gente y que la gente crea que se puede llamar a las Fuerzas Armadas o al Ejército». Ante ese panorama, recalcó: «Imaginémonos a las Fuerzas Armadas en Rosario con tanques, con fusiles, sería una barbaridad» y es por eso, que sostuvo que «da vergüenza la calidad de los dirigentes que tiene la oposición. Y en este caso, ni más ni menos, que una precandidata a presidente (Bullrich)».
«Las Fuerzas Armadas están para defender a la Patria en una agresión externa de otra potencia usando armas letales», explicó y dejó en claro que «no pueden actuar nunca en el marco interno bajo ninguna circunstancia. Para eso, están la Policía Federal, Prefectura Naval, las policías provinciales». Por lo tanto, resaltó que «lo que yo propuse es que las Fuerzas federales sí puedan colaborar protegiendo objetivos estratégicos: centrales nucleares, fortalecimiento y cuidado de las fronteras, darle intervención a Gendarmería cuando haya que hacer un procedimiento contra narcotraficantes, delincuentes».
Al ser consultado acerca de si en nuestro país podría instalarse un modelo como el de Bukele vigente en Salavador, Milani fue claro y manifestó: «Yo no lo veo factible» y aclaró que «yo lo único que dije es que evidentemente estas organizaciones narcos ya se han transformado en un problema serio. No son cinco o diez, son cientos y cientos de personas involucradas en organizaciones narcos que deberían estar en lugares aislados del resto de la población carcelaria».
«Quizás en un primer momento en pabellones especiales para ellos nada más y si la gente que forma parte de las organizaciones narcos sigue creciendo, deberíamos pensar en hacer más cárceles en sitios más aislados que no sean solamente en la provincia de Buenos Aires si no también en lugares despoblados hacia el sur del país donde hay grandes extensiones de territorio», detalló con el objetivo de «quede imposibilitado para estas personas influir o meterse con el resto de la población carcelaria en donde el fin en las cárceles es la reinserción de las personas».
«Y también aislarla de la posibilidad de que sigan manejando, como lo están haciendo algunos jefes narcos desde adentro de la prisión con sus celulares, actividades ilegales», concluyó.
