En los últimos días, el barrio de Recoleta se vio convulsionado por las movilizaciones a la casa de la vicepresidenta Cristina Kirchner y los enfrentamientos entre los manifestantes con la Policía de la Ciudad. Todo a la vista de los vecinos y comerciantes de la zona, que contaron cómo vivieron estos días.
Victoria Acosta, dueña de una vinoteca ubicada a una cuadra del domicilio de la ex mandataria, habló en el programa “No va más” de Radio Rivadavia y aseguró que los cortes de calle afectaron a la economía de su local.
“Cortaron el tránsito por la cantidad de gente que había. En consecuencia, el flujo de gente y de ventas bajó un montón. Abrimos hace un año y cuatro meses y esta fue la semana de menos ventas hasta ahora”, sentenció.
Acosta contó que el sábado, día en que se produjeron los enfrentamientos, tuvieron que cerrar el local “por la cantidad de policías y de gente que había en una situación violenta”, algo que se repitió en otros comercios de la cuadra.
“Había mucho ruido tremendo, mucho movimiento de gente que no es habitual de la zona. Estaba todo muy caldeado”, expresó, y agregó que sintió “miedo” por el clima tenso: “Si la gente revoleaba una piedra podía romperme el vidrio y entrar al local”.
En la misma línea se manifestó Martin Erramuspe, dueño de una confitería de Recoleta, que aseguró que lo que se vivió el sábado fue algo “nunca visto”. “La gente se tuvo que ir, los mozos no pudieron cobrar su propina, hubo mucha gente afectada”, remarcó en diálogo con el programa “Al Hueso” de Radio Rivadavia.
Además, el comerciante –que también vive en la zona- contó que “sentimos que estuvimos secuestrados”. Y agregó: “Lo más doloroso es que sentimos que se están dirimiendo cuestiones de poder y personales tomando a la gente de rehén, y nosotros no tenemos nada que ver”.
Sobre la movilización en defensa de Cristina Kirchner, opinó que “hay una responsabilidad institucional” por los problemas que vivieron los comerciantes y vecinos, ya que “son funcionarios los que convocaron”.
“NO TENGO NADA QUE RECLAMARLE COMO VECINA A CRISTINA”
Ximena de Tezanos Pinto, vecina que vive en el sexto piso del edificio de Juncal y Uruguay, brindó una entrevista sobre cómo vivió la manifestación y aseguró que la palabra ideal para describir lo que ocurrió es “desmadre”.
“Hay una organización detrás de otro esto, no es algo espontáneo”, aseveró la mujer. Además, advirtió que el uso de pirotecnia en la zona “fue algo temerario”, ya que hubo miedo de que pueda generar algún accidente.
“Lo que ocurrió acá es que se juntaron murga con barrabravas y rock, la gente que quería trabajar se tenía que desviar y se empezó a complicar la vida de todo el mundo”, manifestó Tezanos Pinto en diálogo con AM 550.
Sin embargo, pese a lo ocurrido, remarcó que “ya estoy encariñada con el mote ‘la vecina de Cristina’” y admitió que en cuanto a la convivencia en el edificio “no tengo nada que reclamarle como vecina” a la vicepresidenta.
Isabel, otra vecina que habló de la situación en Recoleta, reclamó en el canal LN+ que llevan cinco días “soportando los constantes cortes e insultos”. “Pago mis impuestos para vivir acá y me tengo que aguantar no caminar tranquila, no saber qué va a pasar, que la policía no pueda hacer nada porque lo acusan de represores”, agregó.
