La figura de Guillermo Francos ha emergido como una de las más influyentes en la gestión libertaria tras la salida de Nicolás Posse en mayo. Su ascenso al cargo de jefe de Gabinete lo ha colocado en el centro de la gestión del gobierno de Javier Milei, donde su rol como “el negociador” se ha vuelto crucial. Francos sabe navegar entre los distintos actores del sistema político, logrando establecer un diálogo que ha sido apreciado tanto en el Congreso como entre los gobernadores.
“Me elige porque se da cuenta de que con la política argentina se le hace complicado porque no la entiende, tiene diferencias; y yo tengo una posibilidad mayor de dialogar”, afirmó Francos al asumir el cargo de jefe de Gabinete. Este enfoque dialoguista se deriva de su experiencia y su trayectoria en múltiples roles ejecutivos y legislativos en los últimos años. Su habilidad para conectar con diversos sectores políticos lo ha hecho destacar en un entorno donde la polarización y el conflicto son moneda corriente.
Francos es reconocido en el ámbito como un hombre que “conoce la casta desde adentro”. Su cercanía con el mundo político le ha permitido desempeñar un papel fundamental en la sanción de la Ley Bases en el Congreso, lo que ha demostrado su capacidad de negociación y su entendimiento profundo de las dinámicas políticas. Ahora, se enfrenta al desafío de negociar el Presupuesto 2025, en medio de tensiones y desacuerdos entre Milei y los gobernadores.
Junto al presidente @JMilei; y la secretaria general de la Presidencia, @KarinaMileiOk, nos reunimos hoy en Casa Rosada con los gobernadores de Entre Ríos, @frigeriorogelio; Chubut, @NachoTorresCH; San Juan, @DrMarceloOrrego; San Luis, @claudiojpoggi; y con el jefe de Gobierno… pic.twitter.com/PWj8fJyY7P
— Guillermo Francos (@GAFrancosOk) October 24, 2024
El impacto de su gestión no solo se refleja en los resultados legislativos, sino también en su creciente aceptación entre la población. Según un estudio de la consultora Isasi/Burdman, la imagen positiva de Francos ha alcanzado un notable 50% en septiembre, un aumento significativo desde el 39% que tenía en mayo. Esta progresión se traduce en un respaldo tangible que lo posiciona como una de las más populares de la gestión de Milei, al nivel de Victoria Villarruel y Patricia Bullrich.
UN CRECIMIENTO SOSTENIDO EN LA OPINIÓN PÚBLICA
El crecimiento de la imagen de Guillermo Francos en la opinión pública es un fenómeno que merece atención. Desde julio a agosto, su imagen positiva creció más de un 10%. La reducción del desconocimiento de su figura, que pasó del 16% al 8% en el mismo periodo, es una indicación clara de que su presencia y su rol negociador resuena cada vez más en la opinión pública.
Según el informe, Francos se encuentra entre los funcionarios oficialistas que tienen mejor valoración. Lo acompañan el propio Milei, Villarruel y Bullrich.
Otro aspecto destacable es que la imagen negativa de Francos se mantiene considerablemente más baja que la de otros políticos. Con cifras por debajo del 30%, su capacidad de mantener una buena relación con el electorado es un activo valioso en un entorno donde la polarización en la figura de los políticos es un fenómeno casi unánime.
EL DESAFIO DE LA GOBERNABILIDAD
A pesar de los logros, el camino por delante no será fácil. Francos enfrenta el reto de mantener un equilibrio en la gobernabilidad en un contexto de presión política al que también puede sumarse la social. La capacidad de diálogo que ha cultivado será fundamental no solo para avanzar en la agenda legislativa, sino también para gestionar los intereses de un variado espectro político que abarcan los gobernadores dialoguistas y también otros grupos más críticos de la oposición.
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Aunque no forma parte del “triángulo de hierro”, su rol como jefe de Gabinete es instrumental para el actual Gobierno. La combinación de su experiencia, su habilidad para negociar y su creciente aceptación en la opinión pública lo convierten en un actor a seguir.
Guillermo Francos ha demostrado ser un negociador astuto y efectivo en un entorno político desafiante. Su capacidad para dialogar y su creciente popularidad entre la ciudadanía lo han consolidado como una figura clave en la gestión de Javier Milei lo que le permite, más allá de algunas diferencias con sujetos de mucha confianza para el presidente (como Santiago Caputo), tener la libertad para decir y hacer . Con una imagen positiva en ascenso y un respaldo que lo sitúa entre los funcionarios mejor valorados, su gestión parece prometedora, siempre que logre mantener el delicado equilibrio de la gobernabilidad en tiempos inciertos.
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