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Criptogate: el escándalo sacude al Gobierno y complica el cierre de las sesiones extraordinarias
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Criptogate: el escándalo sacude al Gobierno y complica el cierre de las sesiones extraordinarias

El calendario legislativo, que ya presentaba desafíos, se ha visto aún más complicado por el escándalo del llamado «Criptogate». Este jueves, el gobierno esperaba lograr la votación en el Senado de los proyectos enviados al Congreso en el marco de las sesiones extraordinarias. Sin embargo, las negociaciones para sostener el apoyo no pueden extenderse demasiado, ya que el 21 de febrero marca el fin del período extraordinario convocado por el presidente de la Nación y aún hay dudas sobre la viabilidad de la sesión.

En solo unos días, la agenda y las prioridades han cambiado drásticamente, tanto para el oficialismo como para la oposición. El gobierno busca controlar los daños generados por el escándalo de la criptomoneda, que ha derivado en más de 100 denuncias en la Justicia argentina y otras tantas en los Estados Unidos, además de una pérdida estimada en 100 millones de dólares para inversores. A esto se suma un récord de menciones negativas y una posible pérdida de credibilidad para Javier Milei.

Según la consultora Ad Hoc la conversación digital en torno al escándalo ha sido tal que, en tan solo 72 horas, se registraron más de 3,5 millones de menciones a nivel global, con un especial foco en Argentina, donde se contabilizaron 2,5 millones de menciones.

Seis de cada diez publicaciones relacionadas con Milei durante el fin de semana del 14 al 16 de febrero fueron de carácter negativo. Este nivel de desaprobación en la conversación digital establece un nuevo récord en la percepción del presidente en redes sociales, superando incluso la negatividad registrada tras su discurso en el Foro Económico Mundial de Davos.

Uno de los aspectos más críticos de la situación para el oficialismo gira en torno a la pregunta sobre quién facilitó el contacto entre el presidente Javier Milei y los creadores de la criptomoneda $LIBRA. La incertidumbre persiste en torno a si se trató de una inversión fallida o concretamente con fines de estafa.

El entorno presidencial está siendo señalado como improvisado por no prever el impacto que tendría este episodio. Ni Santiago Caputo ni Karina Milei habrían advertido el riesgo, convirtiendo este incidente en el primer gran escándalo de la administración libertaria a 14 meses del inicio de la gestión.

A pesar de las políticas de ajuste, la «motosierra» y la llamada batalla cultural, la imagen positiva de Milei se había mantenido estable, incluso por encima del promedio de ex presidentes como Cristina Fernández de Kirchner, Mauricio Macri y Alberto Fernández en etapas similares de gestión. La gran incógnita ahora es si este escándalo afectará sustancialmente su imagen o, por el contrario, lo podría fortalecer políticamente.

El “Criptogate” también cambió las prioridades y la estrategia del peronismo: han dejado en segundo plano las disputas internas para unificar el discurso contra Milei. La intención de capitalizar el tema es tal que incluso el expresidente Alberto Fernández se ha pronunciado al respecto.

Mientras algunos sectores impulsan un pedido de juicio político, desde el PRO denuncian un intento del kirchnerismo por utilizar el escándalo en su beneficio. En una reciente reunión de dirigentes bonaerenses del partido amarillo, además de discutir la fuga de referentes, se unificó una postura clara: exigir esclarecimiento sobre el caso, pero sin permitir que sea utilizado como un arma contra el presidente. Asimismo, ratificaron su apoyo a la gestión y sostuvieron que este episodio no afectará una eventual alianza con los libertarios de cara a las elecciones legislativas.

Antes de que estallara el escándalo, las prioridades del gobierno eran la suspensión de las PASO y la postulación de Ariel Lijo para integrar la Corte Suprema de Justicia.

En ese contexto, el proyecto de Ficha Limpia, aprobado en Diputados, será analizado en comisión el miércoles. Sin embargo, no podrá ser votado esta semana, por lo que su discusión quedaría postergada para el período de sesiones ordinarias.

En cuanto a las designaciones en la Corte Suprema, Milei no descarta proceder mediante decreto, por lo que espera que para el 1 de marzo, con o sin apoyo, las designaciones sean oficializadas.

Las sesiones extraordinarias finalizarán el próximo 21 de febrero, aunque el receso legislativo será breve, ya que el Congreso de la Nación retomará su actividad con el inicio de las sesiones ordinarias el 1 de marzo.

Mientras Milei intenta contener los daños y preservar su imagen, parte de la oposición busca fortalecerse con un discurso crítico hacia su gestión. En las próximas semanas, se verá si este escándalo impacta en la opinión pública y modifica el panorama político o si el gobierno logra salir airoso de la crisis.

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