Lucas Romero, director de la consultora Synopsis, charló esta mañana con Manuel Adorni en Radio Rivadavia y sobre el discurso de Cristina Kirchner ayer en La Plata sostuvo que «la forma no sorprende: un nuevo acto en el que el kirchnerismo intenta mostrar su capacidad de movilización en ese lenguaje que se habla en el peronismo, ‘quién puede movilizar tanta gente como yo’ para intentar construir esa sensación de liderazgo único en el peronismo».
En esa línea agregó que «el hecho de que Cristina haya sido la única oradora tenía esa intención: esa gente se movilizó por mí» y en consecuencia, remarcó que «el objetivo está puesto en la campaña electoral«. «No porque Cristina tenga ya decidido ser candidata sino porque su expectativa de candidatura le permite tener influencia en la construcción de la oferta electoral, que es la última instancia de lo que quiere lograr«, aclaró.
En cuanto al contenido del discurso, puso el foco en «la dificultad de encontrarle temporalidad: se repiten temas y parece un discurso que cuadraría muy bien con el 2019, 2018, 2017 pero que para nada hacen juego con el 2022» y es por eso, que marcó que «pretenden ser discursos que ofrecen algo cuando ese alguien en realidad está en condiciones de darlo ya porque son gobierno».
En ese punto, se centró en Alberto Fernández y consideró que «el presidente demoró su regreso con picardía para ponerla justamente a Cristina en ese lugar: hablar estando a cargo del Poder Ejecutivo» y precisó que «en muchas partes del discurso se refería a ‘cuando estuvimos en el Gobierno’ como si ella no estuviese en el Gobierno y justo ayer además, estando a cargo del Poder Ejecutivo«. En consecuencia, marcó que «da la sensación de un no lugar desde el cual Cristina quiere hablar y que le quita lógica y sentido a lo que dice«.
Volvió a insistir con que «se trató de un discurso anclado en el pasado que busca establecer un vínculo con quienes vivieron algo positivo en ese período histórico» al tiempo que subrayó que «difícilmente sea un discurso que le llegue a las nuevas generaciones». En ese contexto, recalcó que «si Cristina hoy renunciara a la vicepresidencia todo su discurso tendría algún sentido y alguna lógica» porque «siendo vicepresidenta de este gobierno termina siendo ilógico y descontextualizado«.
«En la selección de los temas también hay algo para analizar», remarcó y detalló que «habló de la seguridad que no es un tema que ella menciona habitualmente en sus discursos» e indicó: «Muy poca mención a la principal preocupación ciudadana que es la inflación». El no tocar el aumento de precios consideró que «hace que el discurso quede descontextualizado porque no habla de la principal preocupación de la gente».
Es por eso, que afirmó que «fue un mal discurso de Cristina», debido a que, «no hubo un mensaje claro de qué es lo que quería comunicar» tampoco «anuncios ni novedades» y «se reiteró en muchos temas que ya había mencionado en discursos anteriores», por lo que «cuando Cristina hablaba y uno miraba a la gente sentada escuchando, no veía un clima festivo».
«Probablemente es un síntoma de lo que le está pasando a la gente que está preocupada«, subrayó y dejó en claro que «no hay en el discurso de Cristina un lugar para construir esperanza más allá del slogan«.
ESCENARIO POLÍTICO 2023 Y 2027
En cuanto al clima político, advirtió que «si las elecciones (2023) fueran mañana, el oficialismo perdería» y remarcó que «la pregunta es qué podría hacer que el gobierno llegue competitivo al año que viene». «Lo que podría ser es que la economía lo ayude», respondió pero adelantó que «da la sensación de que la economía va a empeorar».
Respecto al rol de Cristina, marcó que «ayer hablando sola, quizás empieza a construir su liderazgo opositor si toca perder» por lo que «quizás el incentivo que tiene Cristina de ser candidata, aun yendo a perder, es presentar su propuesta y en todo caso, sus objetivos, consignas y banderas pensando en el liderazgo opositor y pensando en el 2027«.