En el marco del juicio de Vialidad que involucra a Cristina Fernández de Kirchner, reapareció en el debate público nacional la palabra “odio”, a partir de acusaciones cruzadas entre oficialismo y oposición. El atentado a la vicepresidenta encendió todavía más la discusión acerca de los “discursos de odio”, que el presidente Alberto Fernández indilgó a los opositores, a los medios y a la Justicia; y que otros refutan asegurando que ese “odio” está en la esencia misma del peronismo y el kirchnerismo.
Pero, ¿cuándo apareció por primera vez la palabra “odio” en el discurso mediático nacional? Una arqueología del odio podría fechar el debut de ese término el 27 de marzo de 2008, apenas unos días después del Día de la Memoria.
Ese día, en la Metro, el recordado Fernando Peña entrevistó en vivo al líder piquetero Luis D’Elía, y lo presentó diciendo: “Hoy tenemos una nota de color…, de color negro, porque está Luis D’Elía”. Siguiendo el juego de la discusión, el dirigente le respondió: “¿Cómo le va, sorete?”. Sus enfrentamientos llevaban años, e incluso participaron en 2005 de un debate en el programa de Jorge Lanata.
Tras cruzar insultos, el conductor le preguntó por qué le habían pegado “a la gente”. En efecto, en medio de las discusiones por la “125”, D’Elía le había pegado una trompada al empresario de Gualeguaychú Alejandro Gahan, quien radicó una denuncia contra su agresor.
“Porque odio a la oligarquía. Odio a los blancos. Te odio Peña, odio tu plata, odio tu casa, tus coches, tu historia, odio a la gente como vos que defiende un país injusto e inequitativo. Sos un forro, la jugás de transgresor, vos vivís en San Isidro”, disparó, ante la sorpresa de Peña.
Acto seguido, recordó que ese discurso de violencia de la oligarquía llevaba más de un siglo. “Ya decía Sarmiento que no había que ahorrar sangre de gaucho, es decir, de negros. Nosotros somos bosta, caca, basura para vos y para la lacra que es igual que vos, ¿está?”, apuró el piquetero. Pero D’Elía retrucó: “No está nada. A mí no me patotées”.
Finalmente, el líder social cerró: “Sí, ya está, porque odio a las clases altas argentinas que han hecho tanto daño, que han matado tanta gente, en nombre de una sola bandera que es la bandera de tu propia ganancia«. Y, a continuación, cortó el teléfono.
La palabra “odio” y lo que ello implica se discutió durante semanas en todos los medios.
A modo de corolario, vale señalar que tras años en la cárcel por la toma de una comisaría en La Boca, D’Elía estrechó una relación de amistad con Gahan, un empresario muy religioso que lo fue a visitar a prisión, lo perdonó, le pidió también disculpas y hasta lo invitó a vacacionar en su estancia. Peña falleció el 17 de junio de 2009 tras luchar contra un cáncer de hígado, agravado por ser portador del HIV.
