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Demoler para transformar: el plan de Federico Sturzenegger para destruir la burocracia argentina
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Demoler para transformar: el plan de Federico Sturzenegger para destruir la burocracia argentina

Por Rocío Kalenok

El ministro de Desregulación lleva décadas estudiando cada ladrillo del Estado y hoy, con el respaldo de Javier Milei y un fuerte consenso social, ha comenzado a dinamitar los cimientos de la estructura burocrática de la Argentina. Ya realizó más de 600 reformas en un año y sueña con llegar a 4.500 para finales de 2027. Cómo la demolición de leyes absurdas u obsoletas puede cambiarle la vida a la gente. En exclusiva, los próximos pasos del plan para llevar a cabo ese ambicioso proyecto.

«Hacer Argentina un país mejor». Así dice la página web del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, en un apartado en el que él mismo se refiere a “su pasión”.

Cuando en 2023 Patricia Bullrich perdió las elecciones y quedó afuera del ballotage, ella y Sturzenegger le ofrecieron a Javier Milei el fruto de un trabajo de dos años: un extenso compendio de reformas que tomó forma en la llamada Ley Bases y el decreto 70/23. Fue famosa su foto junto a una enorme pila de papeles. Meses después, asumió como ministro, liderando un cambio sin precedentes en el aparato estatal. Con la misión de reducir el gasto público, aumentar la eficiencia de los organismos de la Administración Pública Nacional y simplificar las normas que frenan al sector privado, Sturzenegger trabaja en un plan que abarca la revisión de más de 4.000 leyes. Todo apunta a cumplir ese objetivo. En su despacho, un cartel indica la cantidad de días que quedan para hacerlo. Un recordatorio y un incentivo.

¿Desregulador? ¿Optimizador? No. Demoledor. Sturzenegger en su versión libertaria se ha destacado por su enfoque intensivo en la eliminación y modificación de regulaciones. Según un estudio del Cato Institute, en el primer año de gestión se llevaron a cabo 672 reformas regulatorias en Argentina. Esto equivale a un promedio de 1,84 desregulaciones por día, incluidos los fines de semana.

Las cifras oficiales siguen la misma tendencia: afirman que en el primer año se modificaron y derogaron más de 400 normativas -a razón de más de una por día-, y se cerraron más de 200 áreas gubernamentales, entre direcciones nacionales, direcciones y coordinaciones. Decenas de miles de empleados públicos fueron despedidos y el Gobierno redujo el número de ministerios a más de la mitad, además de eliminar considerablemente secretarías y subsecretarías. Además, se implementó la Evaluación General de Conocimientos y Competencias (un examen “antiñoquis”), que será obligatoria para quienes deseen trabajar en el Estado Nacional a partir de 2025.

Salió Newsweek Argentina de enero | Federico Sturzenegger, el Demoledor: cómo es el plan para dinamitar la burocracia argentina

Los números son contundentes. Pero esto es solo la primera parte. Federico Sturzenegger tiene preparado un plan que contiene la reforma o la eliminación de más de 4.000 normas, y espera llevarlo a cabo en tiempo récord, esta vez sin gradualismos.

Pero no se trata simplemente de tachar leyes. A lo largo de su extensa carrera en el Estado, Sturzenegger ha analizado ladrillo por ladrillo de la estructura burocrática y ahora, con un fuerte consenso social encarnado en la figura de Milei, ha comenzado el proceso de demolición controlada, de implosión de regímenes y procesos consolidados por décadas.

De hecho, suele repetir frecuentemente que identifica seis motivos para eliminar leyes o modificar resoluciones: si limitan la libertad individual y el derecho de propiedad; si imponen trámites innecesarios; si han sido superadas normativas más recientes; si han quedado obsoletas por avances tecnológicos; si definen obligaciones para instituciones que ya no existen; o también si crean organismos públicos que deberían autofinanciarse.

Siguiendo esos criterios, tocó todas las áreas posibles (el mercado laboral, el transporte, el sistema de salud, el sector inmobiliario y, sobre todo, el comercial), a través de medidas generales y particulares que, en el fondo, apuntan a transformar la vida de los argentinos, a facilitar su día a día, a adaptar todo el marco normativo a una realidad que avanza a ritmo vertiginoso al ritmo de las nuevas tecnologías.

Desde luego, el camino no fue sencillo. Todas las reformas contenidas en la Ley Bases llevaron meses de debates y negociaciones, pero luego, una vez aprobada con las correspondientes facultades delegadas, el Ejecutivo encontró en los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) la herramienta más efectiva para llevar adelante todas sus medidas.

La libertad económica como norma y no como excepción

En ese sentido, Sturzenegger parece haber encontrado en el camino un factor a su favor: a diferencia de lo que vivió en otras etapas de su extensa carrera como funcionario, ahora cuenta con un amplio consenso social para llevar adelante su ambicioso plan de transformación. La sociedad argentina demostró en las últimas elecciones y sigue manifestando en todas las encuestas que existe una vocación de cambio profundo que Milei y el Demoledor están sabiendo interpretar y aprovechar políticamente. Incluso la oposición hoy reconoce que “así no se podía seguir” y que “quien ganara en 2023 iba a tener que hacer un ajuste”.

Pero también “el Coloso” aprendió que comunicar bien puede hacer una enorme diferencia. Cada una de sus medidas es hoy explicada por él en detalle a través de sus redes sociales. Sturzenegger cuenta una historia con la que la gente puede empatizar: trabas burocráticas absurdas, impuestos duplicados, cajas fabricadas para financiar la política, normas creadas antes de la invención de internet, cargos y organismos creados a medida de un político o un partido y el despilfarro de los fondos públicos en general. Sturzenegger expone el realismo mágico de las leyes argentinas y después cuenta cuál es la solución: eliminación o modificación.

Así consiguió avanzar en ese cuerpo de reformas récord para el país y también así promete seguir avanzando en 2025, para llegar a finales de 2027 con más de 4.500 intervenciones normativas. ¿Cómo lo hará?

EL PLAN 2025

Este año la “motosierra” (la metáfora que hizo famoso a Milei) irá más a fondo, con un segundo recorte que promete ser aún más drástico en la estructura estatal. Según Javier Milei, hasta ahora solo se ha ejecutado una cuarta parte de las reformas previstas, dejando miles todavía por implementar. Este nuevo avance incluye una reforma laboral más profunda que la anterior, una reforma previsional y un programa de privatizaciones. Además, se proyecta eliminar el 90% de los impuestos actuales, con la intención de sostener la recaudación mediante solo seis tributos clave. El objetivo es achicar el Estado, reconfigurar el marco económico del país y reducir fuertemente la intervención en lo privado.

Federico
Sturzenegger. Foto NA: DANIEL VIDES

Fuentes del equipo de Sturzenegger le confiaron a Newsweek Argentina que en 2025 continuará la reducción de personal en el Estado, ya que no se renovarán los contratos que venzan y se buscará disminuir aún más el número de empleados mediante el cierre de nuevas áreas. Por lo pronto, unos 40.000 contratos que vencían el 31 de diciembre fueron prorrogados hasta el 31 de marzo, pero su continuidad no está garantizada.

Por otra parte, en cuanto a la prometida eliminación de impuestos, la propuesta es reducirlos a sólo seis tributos para sostener todo el sistema, y podría oficializarse en la apertura de las sesiones ordinarias, en marzo de 2025.

La demolición de Sturzenegger, que ya ha empezado a instalar más explosivos sobre las leyes laborales, seguirá derribando columnas clave de ese andamiaje. Ahora planea hacer obligatorio el fondo de cese laboral para todos los trabajadores siguiendo un modelo similar al chileno. Pero no se descarta como otra posibilidad establecer un tope máximo a las indemnizaciones por despido, lo que limitaría las compensaciones independientemente de la antigüedad o trayectoria del trabajador.

Y también se profundizará la reforma previsional. El proyecto para 2025 prevé eliminar los regímenes especiales que implican requisitos diferenciados de edad y años de aportes según cada sector. Además, y esto sin dudas generará fuertes debates, se aumentaría la edad jubilatoria y se unificarían los requisitos tanto para hombres como para mujeres, en un intento por “equilibrar el sistema previsional”.

Por otra parte, según el entorno del ministro, el Gobierno planea desregular aún más las obras sociales, permitiendo la entrada de nuevos actores y fomentando la competencia para que el mercado defina las condiciones de las coberturas de salud. ¿Lo aceptarán los gremios de manera pacífica o se requerirá de nuevas negociaciones?

Salió Newsweek Argentina de enero | Federico Sturzenegger, el Demoledor: cómo es el plan para dinamitar la burocracia argentina

De este modo, el Gobierno de Javier Milei avanza con determinación en su ambiciosa agenda de reformas, de la mano de Sturzenegger, el Demoledor. Buscan, de acuerdo a sus propias palabras, “reconfigurar el aparato estatal y redefinir las reglas de juego en la economía”.

Demoler para transformar. Ese pareciera ser el lema. Así lo había prometido Milei en campaña con su famoso, polémico y recordado “que estalle”. A la fecha, se ha implementado solo una parte del plan. Las próximas medidas prometen profundizar aún más esos cambios, con el objetivo de “transformar a la Argentina en un país con menor intervención estatal y mayor apertura económica”, e incluso se ilusionan con que se convierta en “el país más libre del mundo”.

LAS LEYES Y LA GENTE

A lo largo del primer año de gestión de Javier Milei, con el asesoramiento de Federico Sturzenegger, se realizaron más de 650 reformas. A continuación, algunas de las que mayor impacto tuvieron en el día a día de la gente, de manera directa o indirecta.

-Se eliminaron la Ley de Góndolas, el Observatorio de Precios, la Ley de Promoción Comercial, la Ley de Autoabastecimiento, Precios Justos, la Ley de Compre Argentino y la Ley de Compre Nacional, todas medidas apuntadas a desregular el comercio.

-Se derogó la fallida Ley de Alquileres: ahora se permite la libre negociación de las condiciones en los contratos, así como la opción de elegir las modalidades de pago, lo que ha tenido un gran impacto tanto para propietarios como para inquilinos. De hecho, el mercado inmobiliario se reactivó drásticamente.

Federico Sturzenegger

-Como lo indicó Milei, la idea es decirle “¡Afuera!” a la burocracia. Y se digitalizaron innumerables trámites hasta ahora obligatorios en papel o en persona, incluidos los de ANSES. Además, para los beneficiarios de planes sociales se eliminaron los intermediarios y se promovió la opción de elegir el lugar de cobro de ANSES de forma digital, sin necesidad de acudir a una oficina física.

-Para Sturzenegger, el Estado lleva décadas interviniendo en la vida y las decisiones personales de los argentinos. Por caso, por su gestión se otorgó mayor libertad para utilizar los días de maternidad, eliminando la obligación de que la persona gestante deba usar al menos 45 días de la licencia antes del parto.

-Otro de los grandes cambios ha sido la desregulación de las obras sociales y las prepagas, en el marco de las reformas al sistema de salud. Es cierto que los aumentos fueron desproporcionados en muchos casos y que miles de argentinos “se cayeron” del sistema privado, pero se estableció una nueva reglamentación con el fin de ofrecer más libertad de elección a los usuarios e impulsar la libre competencia. Inmediatamente, surgieron otros jugadores con planes promocionales.

-En ese mismo sector, hubo tres cambios sustanciales para el día a día de la gente: se implementó la receta electrónica; se declaró la obligatoriedad de recetar genéricos; y se otorgó mayor libertad en la compra de medicamentos, que ahora se pueden adquirir de manera online.

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-Asimismo, y no sin polémicas y debates, se logró concretar una reforma laboral que incorporó la figura de los “colaboradores” para la contratación en blanco de trabajadores independientes; se permitió a los empleadores regularizar a sus trabajadores no registrados a través de una condonación de deuda; y se introdujo el Fondo de Cese Laboral optativo, que destierra el ya caduco régimen de indemnizaciones que ha fomentado la industria del juicio y desalentaba las nuevas contrataciones.

-Hay una medida que fue importante pero que irónicamente no ha hecho tanto ruido: el “silencio positivo”. Dice que, básicamente, si el Poder Ejecutivo no responde a una solicitud por sí o por no, entonces el consultante puede considerarse autorizado. Desde luego, la iniciativa sigue generando controversias.

-También existen cambios que pueden insertarse en la llamada “batalla cultural”, como la prohibición del uso del lenguaje inclusivo (o no binario) en los documentos oficiales de la administración pública nacional y la eliminación de la perspectiva de género en el ámbito estatal.

-Por su parte, el sector del transporte fue uno de los más intervenidos por el Demoledor o “el Coloso”, como lo llama Milei. Un sector estratégico para el país y también para la vida cotidiana de la gente, acostumbrada a viajar mal, cualquiera sea el medio que eligiera. Allí se limitaron los subsidios a algunas líneas del AMBA, se eliminaron registros automotores, se redujeron los aranceles de las transferencias, se estableció la apertura en los medios de pago en el transporte, se modificó el Registro Único del Transporte Automotor (RUTA) y se desreguló el transporte de media y larga distancia.

-La política de Cielos Abiertos permitió la incorporación de aeronaves pequeñas al transporte de pasajeros y habilitó a cualquier operador comercial a brindar asistencia en tierra en los aeropuertos. Esta medida, junto con la libertad aerocomercial, permitió que otras compañías, como JetSmart y Flybondi, accedieran a posiciones en el Aeroparque porteño, un beneficio hasta entonces exclusivo de Aerolíneas Argentinas. Más oferta, menor precio.

Foto: Reuters/ Matias Baglietto

-Sturzenegger modificó también el Código Aduanero: se eliminaron trabas para la comercialización y la producción, además de los impuestos para compras en el exterior, y se modernizaron los trámites relacionados con el circuito importador-exportador.

-Grandes reformas, y también pequeñas, cotidianas. Por caso, era insólito que el país aún no habilitara el pago de propinas mediante medios electrónicos. Ahora ya se puede.

-Se desregulan los requisitos para las compañías de seguros y se liberalizó el servicio de correos y operadores postales.

-Se reglamentó la constitución de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), otorgando un plazo de un año para que la AFA y otras asociaciones, federaciones y confederaciones deportivas modifiquen sus estatutos y adapten sus normas a esta medida (por supuesto, la AFA y la FIFA desconocieron la injerencia del Estado argentino en su organización).

-Se cerraron Télam, el Ministerio de la Mujer, el INADI, el Fondo Fiduciario de Capital Social (FONCAP), y se disolvieron el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA) y el PROCREAR. Asimismo, la AFI fue reemplazada por la SIDE, y la AFIP, reemplazada por la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), con una estructura simplificada.

-Se prohibió que familiares o cónyuges de empleados estatales fallecidos ocupen sus puestos de trabajo en reemplazo de estos. Fue el fin de los cargos hereditarios, un ejemplo claro de lo que significaba el concepto de “casta”.

-Se limitó el cobro de derechos de autor por parte de SADAIC y otras sociedades de gestión colectiva.

-Se autorizó la instalación y comercialización de internet satelital, permitiendo que zonas rurales o aisladas accedieran a este servicio.

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Se eliminaron los monopolios de empresas públicas sobre servicios como los seguros.

-Y la aprobación de la Ley Bases, determinó que Intercargo SAU, Enarsa, Nucleoeléctrica Argentina, Yacimientos Carboníferos de Río Turbio puedan privatizarse y que Agua y Saneamientos Argentinos S.A., Belgrano Cargas y Logística S.A., Sociedad Operadora Ferroviaria S.E. (SOFSE), Corredores Viales S.A puedan ser sujetas a privatización o concesión.

-Finalmente, se incorporó un sitio web para que los argentinos puedan denunciar normas nacionales, provinciales y municipales que dificulten la vida cotidiana: «REPORTA LA BUROCRACIA». Hubo más de 5.000 mensajes con propuestas en muy poco tiempo.

EL DEMOLEDOR, EN NÚMEROS

-Se realizaron más de 400 desregulaciones.

-A través de DNU, se derogaron 41 leyes y se modificaron 40 leyes

-Se eliminaron más de 100 resoluciones que imponían precios máximos, cantidad de productos exhibidos y requerían información sobre etiquetas, precios y ventas.

-Se incorporaron 5 compañías nuevas que operan en el sector de Internet satelital.

-Se cerraron más de 200 áreas.

-Se eliminaron casi 100 secretarías y subsecretarías.

-Se despidieron más de 34.000 empleados públicos nacionales, lo que equivale a un 7% del personal, generando un ahorro de US$ 3.820 millones.

-Se eliminaron 15 fondos fiduciarios.

-Desde la creación del Ministerio, se derogaron 26 decretos, se eliminaron 44 resoluciones y se derogó 1 ley; y se modificaron 13 leyes, 15 decretos y 14 resoluciones.

-Se redujo en un 30% la cantidad de autoridades superiores.

-Con la Ley Hojarasca, se propuso la derogación de 70 leyes que eran consideradas inútiles, obsoletas o restrictivas.

-Se recibieron más de 5.000 propuestas a través del mail de sugerencias y la página Reporta la Burocracia.

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