José Rodríguez Saracha, especialista en comunicación política, conversó esta mañana con Manuel Adorni en Radio Rivadavia y sobre el discurso de Cristina Kirchner ayer en el Estado Único de La Plata, definió al acto como «el ‘Cristinapalooza’: una mezcla de un acto de lanzamiento con un acto de despedida» por lo que fue «una mezcla muy grotesca».
Afirmó que «es la Cristina de siempre, nunca dice nada en el fondo, habla horas y horas, pero nunca dice nada» y recordó que «en todas las campañas, Cristina siempre amaga a último momento con no presentarse, pero después se termina presentando en todas» porque «espera el clamor que nunca llega».
En esa línea aseveró que la vicepresidenta «está totalmente perdida en tiempo y espacio» y remarcó que «se perdía mucho durante el discurso, se la veía muy angustiada y muy nerviosa al punto que terminó hablando de cosas que no le convienen«. En ese sentido, indicó que «se puso hablar de seguridad, talón histórico de Aquiles del kirchnerismo» y en consecuencia, aseguró que «no razonaba absolutamente nada«.
Por lo tanto, consideró que «se metía sola en problemas cuando tranquilamente podía llevar su discurso hacia otros lugares» al tiempo que marcó que «la desesperación de ver que no tiene números para nada la llevaron por los peores caminos«. Es por eso, que sostuvo que «Cristina está tratando de armar una formula para perder por poco«.
LA GESTUALIDAD DE CRISTINA
Al ser consultado sobre los gestos y los movimientos corporales de la expresidenta, el especialista señaló que «lo que más se destacó fue la angustia y la desesperación» y afirmó que «se la veía angustiada todo el tiempo«. Aquí enfatizó que «los ojos no te mienten nunca» y añadió que «el rictus de la boca es de angustia, la expresión del cuerpo, los movimientos de los brazos, de las manos eran de angustia».
En ese punto, detalló que «estaba en un estadio, que según lo que veía ella, estaba medianamente colmado porque en realidad, atrás, un cuarto estaba medianamente vacío, pero más allá de eso, ni todos esos micros ni toda esa gente le dio el baño de popularidad que ella necesitaba«.
Por lo tanto, hizo hincapié en que «hoy le ponés 30.000, 40.000 personas en un estadio, los números no le dan y se le nota en la cara» y recalcó que «sabe que no llega siendo ella y que tampoco llega poniendo a otro».
Frente a ese panorama, aseguró que «era tal el pánico que tenía ayer, que el temor la empuja a la presidencia». No obstante, «como no come vidrio, es muy probable que al final no se lance a presidente y se lance a senadora, o sea, no se suicida siempre a último momento se cuida».
El entrevistado volvió a centrarse en el discurso y subrayó que «Cristina dice una barbaridad, algo totalmente contrario a la realidad, pero ella no te miente porque la segunda vez que lo dice, se lo creyó» pero dejó en claro que «su delirio no la hace comer vidrio: ella se cree que es el pueblo pero cuando las papas queman, lo pone Alberto adelante para esconderse y no tener que debatir«.