¿Puede la crisis diplomática entre Argentina y España, generada por los ataques personales entre Javier Milei y Pedro Sánchez, afectar una relación tan importante desde lo histórico, lo comercial y lo afectivo entre ambos pueblos?
Para intentar dar respuesta a esta pregunta, Newsweek Argentina conversó con Eduardo Amadeo, exembajador en los EEUU y un dirigente muy respetado en el PRO.
“De ninguna manera va a afectar profundamente una relación con el país que es nuestra madre”, asegura, y explica las razones.
Además, se refirió a la interna a cielo abierto del PRO, que debate cuán profundo debe ser su lazo con La Libertad Avanza, de cara a las elecciones legislativas de 2025.
Damián Arabia: «Juntos por el Cambio voló por los aires, y ahora hay una nueva configuración»
¿Cómo analiza usted esta interna a cielo abierto del PRO, respecto al posicionamiento que debe tomar el partido en relación a La Libertad Avanza, de cara a 2025?
– Es todavía muy temprano. Tenemos mucho tiempo por delante. Pero esto es cíclico y típico de la buena política, esto de conversar, de tratar de encontrarse. A mí me parece un gran ejercicio democrático. Pero todavía lo veo como algo muy lejano. Nosotros hemos ayudado al presidente en muchos temas. Primero, votándolo para la segunda vuelta de las elecciones. Segundo, acompañándolo en el Congreso. Tercero, con funcionarios muy importantes y eficientes. Así que la relación está establecida. Por lo tanto, tenemos que dejar correr el tiempo, pero me parece importante que en este momento clave para la Argentina tengamos esta convergencia.
No todos los dirigentes piensan igual. Por caso, el vicepresidente del partido, Damián Arabia, dijo que esta misma semana que “Juntos por el Cambio voló por los aires” y habló de la posibilidad de una fusión con el oficialismo.
– Juntos por el Cambio es más que el PRO. Está el radicalismo, y adentro del radicalismo todavía no están dadas las autoridades y ellos también tienen que resolver sus problemas. El problema que nosotros tenemos con algunos sectores del radicalismo, en especial con Lousteau, es que no tienen ningún espíritu colaborativo. El PRO sí tiene un espíritu colaborativo con el presidente y con La Libertad Avanza. En el radicalismo hay algunas personas que realmente quieren colaborar para sacar adelante a la Argentina, y otros, como Lousteau, que no tienen ese interés. Esto dificulta la convergencia. Pero también en el Congreso hay buenos dirigentes, muy buenos diputados radicales con los cuales podemos trabajar.
Es cierto que en muchos puntos convergen, pero hay un tema en el que está claro que no, tanto dentro del PRO como en Juntos por el Cambio: la designación de Ariel Lijo como juez de la Corte Suprema. ¿Cuál es su posición al respecto?
– Me parece que hay diferencias importantes en el PRO respecto a Lijo, y en esto hay libertad de acción. Todos pueden opinar de manera diferente. Así que yo esperaría a ver qué sucede, porque primero hay que estar muy seguros de que el Gobierno vaya a presentar a Lijo. Quisiera dejar pasar un poquito de tiempo para opinar.
El tema central de la agenda de estos días es el conflicto con España a raíz de los ataques cruzados entre Javier Milei y Pedro Sáchez. ¿Cómo analiza esta crisis diplomática?
– A mí me parece que el Gobierno de España, y en particular Sánchez, ha aprovechado la frase de Milei para su propia interna. Sánchez es un especialista en este armado de internas y de juegos políticos. Pero a medida que pasa el tiempo se le complica cada vez más, porque queda más en evidencia que él está aprovechando esto como parte de las elecciones que tiene por delante.
Sánchez se presenta como víctima, pero él hizo explotar esta conversación para su beneficio político interno. A medida que pasan los días está más clara su sobreactuación.
¿Cree que puede tener algún impacto en las relaciones comerciales y bilaterales?
– No. La relación con España es de hermandad, podría decir que desde 1810. Así que no creo… Además, las inversiones no se deciden por este tipo de episodios menores. En algún momento se resolverá. Pero de ninguna manera va a afectar profundamente una relación con el país que es nuestra madre. O nuestro padre, como más le guste. Creo que hay que dejar pasar el tiempo.
Hay también en esto un modelo de diplomacia de Milei: él mismo es agresivo y confronta abiertamente con quienes considera sus enemigos ideológicos, y luego es la Cancillería la que baja el tono y trata de sostener el vínculo subyacente. ¿Qué opina usted de este estilo de diplomacia?
– No es raro en la política internacional. Para eso están los diplomáticos. No están solamente, como se cree, para ir a cócteles; están para trabajar en tiempos fáciles y en tiempos difíciles. Están para recomponer. Todo el tiempo hay conflictos entre los países. Fíjese el presidente de México con los de EEUU; Lula con diversos presidentes de todos lados. La diplomacia no es un verano eterno, sino que tiene estos momentos complicados, y los buenos diplomáticos están para resolverlo. Yo creo que en el caso de Argentina y España tenemos buenos diplomáticos y lo van a poder resolver.