Consultadas por Newsweek Argentina, fuentes del oficialismo en el Senado aseguraron que las críticas a la “jugada de Cristina” por parte de Juntos por el Cambio resultan «infundadas».
Vele recordar que tras vencerse el plazo para concretar una ley que reglamente la conformación de un nuevo Consejo de la Magistratura, se debe volver al formato previo a 2006, con 20 miembros y la presidencia en manos del presidente de la Corte Suprema, en este caso, Horacio Rosatti.
La discusión pasa ahora por saber a quién le corresponden los asientos para la representación del Congreso. En total son ocho: cuatro para el Senado y cuatro para Diputados. Y en cada una de las cámaras deben nombrarse dos delegados por la mayoría, uno por la primera minoría y otro por la segunda. Juntos por el Cambio reclama la segunda minoría en el Senado, pero el Gobierno no está dispuesta a ceder ese espacio.
Este martes, Cristina Fernández de Kirchner propuso dividir la bancada oficialista en dos (los albertistas y los de la liga de gobernadores por un lado, y el kirchnerismo por el otro), de modo que Unidad Ciudadana se quede con ese cuatro asiento en el Consejo. Por supuesto, la oposición criticó esa jugada, pero desde el oficialismo sostienen que hay un caso que desarticula ese reproche.
En 2015, recién asumido Macri en la Presidencia, debía conformarse el Consejo de la Magistratura, pero Cambiemos no tenía los legisladores suficientes. Entonces, afirman, se inauguró una nueva modalidad en la metodología: en vez de contabilizar las bancas, el PRO y la UCR se unieron varios pequeños bloques para reclamar un lugar como unidad, basándose en la “afinidad ideológica”.
El nombre propuesto por este grupo fue el de Pablo Tonelli, entonces diputado. Por esas ironías de la historia política, fue el kichnerismo el que intentó impugnar la maniobra del macrismo y judicializó el dilema. Incluso la Corte Suprema, liderada en ese tiempo por Lorenzetti, había accedido a frenar la designación de Tonelli.
Pero la Justicia le dijo que el Congreso podía definir como quisiera sus lugares. En el formato de 2015, los lugares eran tres por cámara (dos por la mayoría y uno por la minoría), así que el peronismo hizo lo mismo, se alió con los cordobeses de Schiaretti y se quedó con los dos asientos de la mayoría.
Ese, explican, fue el momento en que se optó por esta modalidad de elección interna del Congreso, en la que la que manda es la política y no los “porotos” de cada bancada. Por eso consideran que, más allá de las críticas, la estrategia se ajusta a las reglas de juego aceptadas y utilizadas por ambas partes hasta la fecha.