El presidente Javier Milei inauguró este martes un busto de Carlos Menem, que fue colocado en el Salón de los Bustos de la Casa Rosada. En el acto, que contó con la presencia de familiares del exmandatario, brindó un discurso y se mostró emocionado por este homenaje.
“Estamos haciendo un acto de justicia. Por eso estamos entregando su imagen a la casa desde la que gobernó la Argentina durante más de 10 años. De esta manera, estamos reconociendo su liderazgo, su trayectoria política y sus gobiernos”, destacó.
La fecha coincide con la elección del 14 de mayo de 1989, cuando Menem fue elegido presidente por primera vez. En su discurso, Milei repasó brevemente la historia personal y política del riojano, y resaltó que “era capitalista como su padre, venía del sector privado. Sabía ganarse la vida sirviendo al prójimo con bienes de mejor calidad o mejor precio”.
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Entre los hechos de las presidencias del dirigente peronista, mencionó el indulto a los militares “para pacificar a la Argentina” entre ellos quien lo mantuvo preso sin despedir a su madre fallecida. También que “recibió una catástrofe hiperinflacionaria y entregó a su sucesor en 1999 un país ordenado, estable y con un PBI per cápita 60% más alto que ek de 1989” y “logró ubicar a la argentina entre los protagonistas emergentes de la nueva globalización”.
“Actuó con audacia, intuición y pragmatismo; nos inspiró a quienes creemos en la libertad a seguir su ejemplo. Por todo esto hoy estamos haciendo homenaje al mejor Presidente de los últimos 40 años”, enfatizó.
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Luego, Milei contó una anécdota con Menem. Tras su participación en un programa de televisión donde hizo una defensa sobre su gobierno, Alberto Kohan, quien fue secretario general de la Presidencia del riojano, se le acercó y lo puso en contacto con el expresidente, quien lo invitó a cenar a su casa.
“Cuando llegué, Carlos me saludó con mucho afecto, me dio un beso y un abrazo, y en ese momento me dijo algo que me dejó helada la sangre: ‘Vos vas a ser Presidente de la Argentina, pero lo vas a hacer mejor, porque no solo tenés la intuición y el coraje, sino que también tenés el conocimiento’. Le dije que odiaba la política, y él me dijo ‘yo nunca me equivoco’”.
“Tuvimos una charla de economía muy buena, interrumpió la charla y me volvió a decir lo mismo, que iba a ser Presidente, y yo me resistía. Después vino la segunda parte de la charla donde el Carlos fue el Carlos, ya entenderán de qué hablamos… Cuando nos íbamos, me volvió a repetir lo que me dijo cuando me había recibido. Yo ya no tenía fuerzas para decirle que no. Frente a un hombre de tanto olfato, no había más argumentos. Y vaya que acertó, justamente estoy parado aquí, siendo Presidente de la Nación, con el honor de poder estar inaugurando este busto”, recordó.
