El Gobierno nacional cuestionó el paro general anunciado por la CGT para el próximo 24 de enero, y defendió la reforma laboral impulsada en el DNU y en el proyecto de Ley Ómnibus.
“Nos pareció llamativo que la dirigencia sindical está en contra de las reformas que proponemos para el mundo del trabajo”, dijo en su conferencia diaria el vocero presidencial Manuel Adorni.
El funcionario señaló que “se vienen meses muy difíciles en Argentina” y cuestionó que “en este contexto no se entienda que dentro de los aspectos que merecen una modernización está el esquema laboral”.
Adorni puntualizó en que Argentina “tiene hoy una riqueza per cápita más baja que la que teníamos en el año 2011”, y que “hace 10 años no se crea empleo privado de calidad”. “Lo único que ha crecido son los empleos informales o los empleos estatales”, enfatizó.
En ese sentido, explicó que “el espíritu de las reformas que ver con el ámbito laboral están en línea con mejorar todos estos aspectos, generar trabajo en blanco, y que las empresas inviertan y los salarios sean mejores”.
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Además, criticó a la CGT por su rápida convocatoria a menos de un mes del comienzo del mandato: “El último paro nacional que hizo esta misma dirigencia sindical fue en el año 2019. Durante la gestión anterior que no hicieron paro los trabajadores no dejaron de perder poder adquisitivo, la inflación fue del entorno al 900%. Es llamativo que quienes defienden los derechos de los trabajadores no hayan percibido en cuatro años lo que están percibiendo en 17 días de gobierno”.
“Quizás su defensa de los derechos de los trabajadores tal vez esté sesgada por algunos otros intereses. No hay precedente de haber llamado un paro general de una manera tan rápida”, agregó.