El presidente Javier Milei, a través de un decreto nacional, planea eliminar los DNI no binarios, que son aquellos que pueden solicitar las personas que no se identifican como hombres o mujeres. El gobierno actual argumenta que esta política, implementada por el expresidente Alberto Fernández, implica un gasto innecesario considerando los números de la realidad.
En Argentina, se estima que hay 8.293 personas que se autoperciben como no binarias, de las cuales alrededor de 1.500 han solicitado un cambio en su documento de identidad. Dado que solo un 18% ha hecho este cambio, desde el partido La Libertad Avanza consideran que esta medida tiene poco impacto y no justifica su continuidad.
El anuncio oficial vino después de otra declaración en la que aseguró que los presos no podrán cambiar de cárcel por solicitar un cambio de género, haciendo referencia a un pedido del líder de la banda Los Monos. “En un país con valores trastocados, algo así no puede permitirse. Vamos a prohibir que los delincuentes usen la ley de igualdad de género para cambiar de penal”, afirmó Milei.
Esta propuesta se suma a otras medidas recientes, como la prohibición del lenguaje inclusivo y el recorte de programas de salud reproductiva, decisiones que han sido fuertemente criticadas por colectivos LGBTQ+. Aunque el decreto no ha sido publicado aún, la intención es que antes de fin de año la ley deje de estar vigente.
El DNI no binario fue una de las políticas introducidas como parte de la Ley de Identidad de Género, sancionada en 2012 y aplicada a través de un decreto de 2021 durante la gestión de Alberto Fernández. Aunque en sus inicios, debido a la pandemia, tuvo un impacto limitado, con el tiempo y la digitalización de trámites su uso comenzó a aumentar.
El Decreto N°476/21 señala que el reconocimiento de identidades fuera del binarismo de género es un avance social, al eliminar la imposición de categorías de «masculino» y «femenino». El decreto adaptó el sistema de registro nacional (RENAPER) para reflejar los derechos de la Ley de Identidad de Género, que reconoce la identidad como una experiencia personal y subjetiva, sin basarse en características biológicas.