Tal como lo anticipó el vocero Manuel Adorni, al gobierno nacional no le tiembla el pulso en su batalla contra las extorsiones sindicales y así lo dejó en claro el secretario de Transporte, Franco Mogetta.
Antes de la reunión prevista para esta tarde entre las autoridades de Aerolíneas Argentinas y los representantes gremiales, el funcionario de Javier Milei reveló que están identificando a los empleados de Intercargo que llevaron a cabo la última medida de fuerza y causaron demoras en el desembarco de pasajeros.
La intención de Casa Rosada es tomar acciones contundentes: aquellos responsables de las interrupciones serán removidos de sus cargos.
Sin dudas que es una decisión que marca un antes y un después en el sector, el gobierno oficializó la desregulación del servicio de rampa en los aeropuertos, eliminando el monopolio de Intercargo.
Este conflicto se originó el miércoles, cuando los trabajadores de Intercargo realizaron un paro inesperado —presentado como una “asamblea”— que impidió a los pasajeros desembarcar durante horas en Aeroparque y Ezeiza.
Sin acceso a las escaleras necesarias para bajar de los aviones, los viajeros quedaron retenidos en cabinas sin ventilación adecuada, lo que resultó en que 19 personas fueran trasladadas de urgencia a centros médicos.
En respuesta a lo que calificaron como una medida irresponsable y peligrosa, el gobierno de Milei actuó de inmediato, anunciando el despido de 15 trabajadores de Intercargo y desregulando el servicio de rampas. Esta decisión obligará a Intercargo a competir en el mercado con otras empresas, marcando un cambio histórico en la industria. Frente a esta medida, la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) volvió a protestar, y nuevamente, retuvo a pasajeros en los aviones en un intento de presión que sólo endureció la postura gubernamental.
Este viernes, Mogetta fue categórico: “Intercargo está en camino a la privatización”, afirmó en declaraciones radiales.
En cuanto a la postura del gobierno frente a Aerolíneas Argentinas, fue contundente: «Se privatiza, o cierra». Las autoridades de la aerolínea y los gremios del ala dura se reunirán para intentar llegar a un acuerdo salarial, aunque el gobierno ha dejado en claro que no tolerará bloqueos al financiamiento estatal.