El gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, participó del acto de firma de contratos para la construcción de la primera etapa (en cinco tramos) del Gasoducto Néstor Kirchner, y allí dejó un claro mensaje para Sergio Massa y el nuevo equipo económico.
Vale recordar que tras la asunción del expresidente de la Cámara de Diputados en el Ministerio de Economía se especulaba con qué podía ocurrir con los funcionarios kirchneristas que resistían en el área de Energía, Federico Basualdo y Darío Martínez. Finalmente esta semana dieron un paso al costado y Massa designó a la salteña Flavia Royón.
Pero rápidamente el espacio liderado por Cristina Fernández de Kirchner empieza a dar señales de que no le firmará un cheque en blanco al “superministro” en este tema.
En este acto, Kicillof pidió al Gobierno nacional “garantizar energía a valores razonables en los hogares y la industria”. Y lo hizo delante del propio Massa y el presidente Alberto Fernández, quienes encabezaron el estrado.
Aseguró que eso es lo primero que hay que asegurar, el consumo interno para la población y la producción, y “después sí, con los excedentes, hay que buscar mercados y exportarlos”. “Es importantísimo comprender que la riqueza que está en el subsuelo argentino tiene un único dueño, que es el pueblo argentino«, enfatizó.
Explicó que «no tiene sentido que siendo productores de hidrocarburos tengamos que consumir nuestros hidrocarburos y pagarlos al precio internacional todo el tiempo, nos sería indiferente producir y tener esa riqueza que traerla de afuera».
Vale recordar que el Gobierno ya estableció una segmentación, pero todavía no difundió los monto exactos de cómo impactará la quita de subsidios en las facturas.
Por eso, volvió a destacar la “valentía” de la actual vicepresidenta por haber expropiado YPF en 2012 en busca de la “soberanía energética”. Sin embargo, no se refirió allí al juicio que el país enfrenta en los tribunales de Nueva York por la nacionalización del 51% de las acciones.
ACELERANDO EL GASODUCTO
Con este acto el Gobierno busca mostrar que el tan demandado gasoducto está en marcha, e incluso se aventuran a poner fecha para el inicio de su funcionamiento: 20 de junio de 2023, un día antes del inicio del invierno.
Una vez concluido, se espera que genere un ahorro de entre US$ 1.300 millones y US$ 1.500 millones por sustitución de importaciones, sujeto al precio del gas natural licuado de ese entonces, ampliando la capacidad de transporte de gas en un 25%.
La obra, que demandará una inversión de unos US$ 1.491 millones (incluyendo la ampliación de otros gasoductos menores), se financiará con el 25% de lo recaudado por el impuesto a las grandes fortunas, más las partidas presupuestarias de Energía, a través de Enarsa.
El primero, segundo y cuarto tramo quedaron en manos de la unión transitoria de empresas (UTE) formada por el Grupo Techint y Sacde, de Marcelo Mindlin. El tercero, lo realizará la empresa BTU; y la quinta, la planta compresora Mars 100, en la cabecera del gasoducto Mercedes-Cardales, será construida por Esuco, del empresario Carlos Wagner.
