La Unión Tranviarios Automotor (UTA) y la Confederación General del Trabajo (CGT) cuestionaron la quita de subsidios en el transporte público, y advirtieron sobre las consecuencias para los pasajeros y los trabajadores.
Con un duro comunicado, las entidades sindicales señalaron que “con las modificaciones establecidas desde el Estado Nacional, en relación a los subsidios del transporte en el interior (y que prontamente se verá en el ámbito del AMBA), hay una clara intención de cambiar el sistema de transporte público de pasajeros”.
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“Si bien el Estado Nacional aseguró que aquellos que necesiten ‘del aporte del Estado Nacional, seguirán contando con el tributo social a través de la tarjeta SUBE’. Se desregula completamente el transporte de pasajeros y se lo deja ‘a la buena de Dios’. Hay jurisdicciones que no utilizan la tarjeta SUBE, por ejemplo”, remarcaron.
La UTA y la CGT insinuaron que en este contexto “las compañías tendrán la facultad para subir el valor de sus tarifas sin ningún tipo de límite, generando discordia y conflictos entre el Estado Nacional y los Estados Provinciales, afectando a la ciudadanía y los usuarios en general, y a los trabajadores y sus fuentes de trabajo en particular”.
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“Somos testigos, a la luz de las medidas anunciadas, de un radical cambio de sistema de transporte público de pasajeros, sin la más mínima transición o planificación”, recalcaron.
En ese sentido, puntualizaron en que el Gobierno “carece de una hoja de ruta” y que “el sistema de transporte colapsará, inevitable e irremediablemente”.
Además, adelantaron que este nuevo esquema “expreso, sin paradas intermedias, genera incertidumbre, en cuanto al pago del salario de los trabajadores y a la prestación del servicio público”. “De esta manera, peligran el salario, las fuentes de trabajo y el sistema de transporte de pasajeros”, agregaron.
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“Es sorprendente que el Estado Nacional actúe sin una hoja de ruta, sólo analizando cuestiones financieras o de caja, como de parte de los empresarios de transporte que se limitan a actuar como siempre, limitándose a dar la voz de alarma intranquilizando a usuarios y trabajadores”, sumaron.
Al respecto, la UTA y la CGT mencionó que buscan “la paz social y la tranquilidad de todos los actores”. “Como entidad sindical, es nuestro deber advertir lo que pasa y estamos dispuestos a colaborar en una hoja de ruta o plan de transición, en el que participen todos los protagonistas involucrados”, finalizaron.
