En el reciente discurso de Javier Milei al cumplir un año como presidente, prometió que se vienen «tiempos felices» para la Argentina, algo que casualmente coincide con datos alentadores sobre los niveles de felicidad en la población según un informe del Observatorio de Tendencias de Insight 21 de la Universidad Siglo 21.
Dicho estudio, que analiza indicadores de felicidad y burnout, proporciona un marco útil para evaluar el impacto de las políticas y la coyuntura actual en el bienestar de los ciudadanos.
En base al informe, el 54.5% de los argentinos se siente satisfecho con su vida, un aumento significativo en comparación con el inicio de 2024. Este crecimiento se observa en todos los grupos de edad y sexos, aunque es más pronunciado en los hombres y en personas con estudios de posgrado.
La mejora es particularmente notoria entre los jóvenes de 18 a 29 años, quienes muestran una tendencia positiva sostenida en felicidad durante el año. Sin embargo, el grupo de 30 a 39 años y las personas de entre 50 y 59 años siguen enfrentando mayores desafíos en este ámbito.
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El mensaje de Milei, que celebra el fin de la recesión y augura un crecimiento económico, podría resaltar con este incremento generalizado en la percepción de felicidad.
El estudio también revela que el bienestar no se distribuye uniformemente. Los niveles de felicidad son más altos entre quienes tienen estudios de posgrado, mientras que el grupo de 30 a 39 años, pese a mejoras recientes, enfrenta más dificultades para sentirse satisfecho.
Estas disparidades sugieren que las promesas de «tiempos felices» deben ir acompañadas de estrategias concretas para cerrar brechas y asegurar que el crecimiento económico beneficie a todos los sectores de la sociedad.
Aunque las estimaciones de Milei sobre un futuro más feliz encuentra respaldo parcial en este informe, también pone de manifiesto los desafíos pendientes. Si bien los indicadores de felicidad muestran una mejora, el burnout y las desigualdades persisten,.
